Fracasó esta tarde en el Ministerio de Economía la tercera reunión paritaria entre los gremios y el gobierno. Frente a la amenaza de una intervención y de una posible privatización, los trabajadores piden “un plan de inversión” para salvar a la naviera.
Hace al menos un año que los trabajadores de Astillero Río Santiago vienen movilizándose a la ciudad de La Plata con el mismo reclamo: que el gobierno destrabe las cartas de crédito del Banco Provincia para poder continuar produciendo y cumplir con la entrega de tres trabajos pendientes desde comienzo de la gestión. Hoy desde el oficialismo dicen que la naviera es inviable y que “genera un gasto excesivo para los bonaerenses”.
En el medio el gobierno nacional compró en febrero de 2017 una flota de lanchas patrullas a Israel por 49 millones de euros y luego 4 buques a Francia por más de 300 millones de euros, el doble de lo que hubiera costado producirlas en el país con mano de obra especializada local.
Ahora, el gobierno avanza en dos frentes: la intervención del Astillero, que “será resistida”, según dijeron esta tarde desde ATE Ensenada y la privatización, pregonada desde el entorno de Vidal a través del diputado Guillermo Castello.
En este sentido, Castello viene de tomar la voz cantante de entregar la naviera a manos privadas, al considerarlo “una caja negra que está dilapidando el dinero de los contribuyentes”, de la cual el “96% del presupuesto se va en sueldos”, por lo que habla de privatizarlo: “Cuando son empresas altamente improductivas la salida es la privatización”, dijo.
“Habría que buscar la forma para permitir el ingreso de capital privado en cualquiera de sus formas, entregar una parte a los trabajadores en capital accionario, convertirla en SA. La provincia tiene necesidades que cubrir”, insistió. En cuanto a la compra de buques al exterior fundamentó que quizás el gobierno nacional necesitaba los buques en forma urgente o buscaba otro tipo de calidad”.

En el medio quedó también la paritaria que cerró su tercera reunión sin acuerdo, ya que la Comisión Administrativa de ATE rechazó esta tarde el 15% que les ofreció el gobierno hasta julio más la propuesta de adelantar una cuota y la posibilidad de volver a reunirse en agosto.
“La propuesta resultó insuficiente”, dijeron desde el sector que reclama un 30% de aumento con cláusula gatillo. En tanto, los representantes gremiales también presentaron al gobierno de Vidal distintas demandas orientadas a asegurar el futuro de las 3400 familias que dependen de la empresa estatal.
Además, se planteó la necesidad de iniciar un plan de inversión en el Astillero Río Santiago que garantice la continuidad laboral en medio de las amenazas de intervención y privatización de la naviera.