A través de un duro comunicado los gremios más combativos de la Central obrera pidieron que se cumpla con la decisión orgánica de movilizar el próximo 22 de agosto, ante la duda que generaron en la cúpula los resultados de las PASO
“Las decisiones orgánicas están para cumplirse”, comienza diciendo el comunicado difundido hoy por la Corriente Federal de Trabajadores, que nuclea a los gremios más enfrentados con las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri.
En ese orden, la corriente Federal de la CGT “exige al Consejo Directivo de la Confederación que cumpla con el mandato unánime del último Plenario de Secretarios Generales y concrete la movilización a Plaza de Mayo el 22 de agosto”.
“Las condiciones por las que la movilización fue decidida no han variado. La política económica del gobierno sigue empeorando la situación de los trabajadores”, prosigue el texto en referencia a los resultados que en algunas regiones siguen favoreciendo al oficialismo.
Asimismo, señalan que “la decisión implícita de imponer una reforma laboral, previsional y tributaria regresiva, sobre los derechos de los trabajadores y de los sectores más vulnerables de la sociedad, representa una amenaza insoslayable”.
En tanto exigen “que se respete la convocatoria al Comité Central Confederal del 23 de agosto para determinar un Paro Nacional y un subsiguiente plan de acción para reclamar: un cambio en la política económica, la emergencia laboral y social; medidas de protección de la industria nacional y cumplimiento de la legislación laboral vigente”.
En este contexto cabe remarcar que el texto difundido hoy cristalizó la fractura hacia el interior de la CGT, normalizada hace un año y que las determinaciones que se tomen en los próximos días determinarán la ruptura o una nueva normalización y será clave la reunión prevista para este miércoles del Consejo Directivo de la Central, donde se decidirá el futuro de la medida de protesta.
Al momento, por un lado, se encuentra el ala más dura, representada por la Corriente Federal encabezada por el dirigente de la Bancaria, Sergio Palazzo, junto a Hugo Yasky y Daniel Yofra, de sindicato de Aceiteros. A los que viene a sumarse el dirigente de Camioneros Pablo Moyano, quien mantiene desde un comienzo una postura intransigente con el actual gobierno.
En el ala blanda se encuentran “Los gordos” denominados así por la masividad que aportan, encabezados por Armando Cavalieri, de Comercio; Héctor Daer, dirigente de Sanidad y uno de los triunviros de la CGT, sumados a Rodolfo Daer, titular del gremio de la Alimentación que avaló los despidos y la reciente represión a los trabajadores de la multinacional Pepsico en Florida.
En el medio se encuentran los “ni” Gerardo Martínez de la UOCRA, un sector beneficiado últimamente por la mano de obra que demanda la obra pública y el dirigente de UPCN, Andrés Rodríguez, quien viene de cerrar una de las peores paritarias del año y que prefieren no hacer olas hasta el momento.
Por su parte Juan Carlos Schmid, el hombre de Hugo Moyano, no obstante ratificó que “la marcha debe hacerse porque está votada”. Mientras que los gremios del transporte, encabezados por el ferroviario Sergio Sasia, se mantienen en alerta a raíz del decreto presidencial que habilita al Ministerio de Transporte a cerrar ramales.
“El paso de la ruptura lo darían los gordos”, se dice al tiempo que se habla de un triunvirato “recluido y complaciente que tiene las horas constadas”.