Este domingo 21 de julio, se cumplen 90 años de la inauguración del Puente Colgante “Hipólito Yrigoyen” que cruza el Río Quequén y une a las ciudades de Necochea y Quequén. El municipio invitó a todos los Necochenses y Quequenenses a sacarse una foto histórica.
Como parte de los festejos, se invita a la hora 14 a toda la población a sacarse una foto, rememorando la imagen que se tomó el día de su apertura oficial, el 21 de julio de 1929, en el acceso al puente.
Esta obra de ingeniería única en el país por su estructura y característica es una de las pocas que quedan en pie, y contemplarlo es una verdadera maravilla, teniendo en cuenta el gran despliegue que debió realizarse al momento de su construcción.
El acto oficial será encabezado por el intendente municipal, Dr. Facundo López y es organizado por la Comisión de Patrimonio de Necochea.
El “Colgante” está ubicado en la Avenida Jesuita Cardiel y calle 46, del lado de Necochea, y en la Avenida Benedicto Campos y calle 519 del lado de Quequén.
Esta estructura icónica de nuestro representa un fuerte vínculo de unión entre los vecinos de Necochea y Quequén, además de ser el único monumento de la zona declarado Patrimonio Nacional.
El puente tiene un largo total de 270 metros y un vano central de 150 metros de luz, así como otros dos vanos laterales de 60 metros. La estructura está suspendida por 32 cables que la sujetan desde dos grandes pórticos metálicos de 25,7 metros de alto, apoyados sobre 4 ejes.
Su estructura metálica consiste en un tablero suspendido de 32 cables, cada uno de ellos compuesto de 169 alambres de acero dispuestos en capas concéntricas. Los cables se anclan en dos macizos de hormigón que al mismo tiempo sirven de estribos al puente y de apoyo a la viga de rigidez.
Inicialmente poseía una calzada de seis metros y dos veredas de un metro cada una que tras una restauración fue modificada. Se quitaron las veredas y se montaron pasarelas metálicas sobre sus costados exteriores.
La provisión de material metálico y armamento de obra estuvo a cargo de la compañía francesa «Chantier et Atelier, de la Gironde». La estructura metálica fue construida en las Usinas de la Compañía en Francia, fue fabricada en secciones del mayor tamaño posible, compatibles con las exigencias de embarque y transporte. Todo el material se cargó en Cherburgo, a bordo de los barcos nacionales «Pampa» y «Bahía Blanca», siendo desembarcados en el Puerto Quequén y llevados hasta la obra por esas embarcaciones, remolcadas 5 kilómetros río arriba.
El puente fue reinaugurado el 17 de febrero de 2006, luego de una importante reconstrucción llevada a cabo por la provincia de Buenos Aires.
Las cabeceras de la estructura, fueron pintadas a nuevo. Además, reparquizaron los caminos, renovaron las veredas, y se iluminó y señalizó el entorno. Actualmente el tránsito sobre el puente está reducido a autos, motos, bicicletas y peatones, quedando prohibida la circulación de cualquier tipo de tránsito. Esto es porque al tratarse de un puente de considerable antigüedad, en su momento no fue preparado para el tránsito pesado de hoy en día.