El ingeniero civil, Gustavo Marín participó de la construcción del Estadio de Estudiantes de La Plata y denunció penalmente a afiliados de la UOCRA tras varios episodios de violencia en la obra.
En diálogo con Radio Provincia, el constructor detalló varios episodios de violencia durante la construcción y aseguró que desde una asamblea el gremio le pidió que cambiara el servicio de catering para los obreros.
El ingeniero recordó que tras tres o cuatro meses de comenzar los trabajos en el Estadio de Estudiantes, la UOCRA constituyó una comisión de delegados del gremio y que estas personas empezaron a “ejercer presión” de manera violenta para que los operarios, capataces, al jefe de obra y a los ingenieros “manejaran el ritmo de ejecución de la obra porque cuanto más se demorara la obra más salario iban a cobrar”.
En ese marco, Marín contó que fue víctima amenazas y que la gota que “rebalsó el vaso” fue cuando su hijo, que es uno de los arquitectos de su empresa, quiso controlar el presentismo de los obreros y fue “patoteado” por uno de los dos delegados. Además, agregó que ante esta situación de violencia tuvo que intervenir un encargado de electricidad de la obra quien también fue empujado y agredido.
En primera instancia desde la obra, se decidió echar a los dos agresores que luego fueron defendidos por el sindicato. De hecho, ante esta situación, desde el gremio pidieron la reincorporación de los despedidos y que se echara al encargado de electricidad y al arquitecto.
La tensión se extendió por varios días, ya que tomaron la obra y “al ver que no tenía solución mandé telegrama y eche a todos” recordó Marín. Luego siguió una audiencia en el ministerio de trabajo, y un nuevo marco de negociación con la UOCRA que desembocó en un acuerdo que llevó a que la obra se normalizara.
Ante este conflicto se hicieron 4 denuncias en la justicia. Una la inició Marín contra uno de los delegados por el episodio de violencia que él vivió, otra hizo el hijo del titular de la empresa SADEMIS contra el mismo delegado. Y las otras dos las hicieron el hijo de Marín y el encargado de la instalación eléctrica.
Por otra parte, Marín también señaló que hace años que en La Plata, por convenio con la UOCRA, la empresa constructora debe contratar un servicio de catering para los obreros. En su caso, él ya contaba con una empresa. Pero “la UOCRA hizo una asamblea y pidieron que lo cambiara por Abril porque era mejor” el servicio.
Por otra parte, Marín aseguró que “el costo laboral de la construcción de La Plata es el más alto entre las otras localidades cercanas” y aseguró que esto es así “por el convenio de la UOCRA”, y consideró que “si hay que pagarle menos a los operarios va a generar más construcción”.
“Un costo importante en la construcción es la mano de obra, y si eso baja el margen entre el costo y la venta aumenta e incentiva a los inversores a construir”, concluyó.