TODOPROVINCIAL entrevistó a Juan Enriquez el dirigente peronista que lideró el proceso de urbanización de Villa Palito que es modelo en materia de políticas de hábitat y vivienda. Nacido en el asentamiento que terminó transformando, llegó a la política de la mano de Alberto Ballestrini y desde hace años se desempeña como coordinador de la Unidad Ejecutora de Urbanización de Villas y Asentamientos de La Matanza.
“Lo primero que tiene que hacer el Estado es planificar el territorio, desde lo general a lo particular. El municipio lo primero que debe hacer es ir por la regularización dominial, paso siguiente debe armar un anteproyecto. Cuando ya tenés el sueño planificado se lo proponés al barrio y ahí es el momento de hacer parte a la barriada”, explicó Enriquez.
La urbanización de Villa Palito alcanza al 90% del barrio y es considerada un modelo no sólo por el resultado final sino por el proceso que tuvo como pata fundamental a los propios vecinos del barrio que participan de las obras a través de cooperativas, generando además fuentes laborales.
“Cuando se le presenta el ante proyecto a la villa hay que discutirlo en todo el barrio, pero automáticamente tiene que ir a las instituciones más allegadas a la gente como por ejemplo una iglesia católica, evangélica o un club”, señaló.
“La propuesta que es una planificación de la macro a lo micro. Esto permite que todas las propuestas políticas no superen esa. Cualquier político que viene a proponer cualquier cosa a nivel nacional o provincial no te discute por qué la cortina de la pieza separa al matrimonio de los chicos adolescentes, porque eso no lo saben y eso lo tenemos que discutir nosotros en la villa”, remarcó Enriquez.
El dirigente vivió toda su vida en Villa Palito, también conocido como barrio Almafuerte, y se sumó a la política de la mano del ex intendente de La Matanza y ex vicegobernador, Alberto Ballestrini. Actualmente es el responsable de todas las urbanizaciones de villas del partido más poblado del país.
“Yo vendía diarios, churros y facturas en la Municipalidad, de ahí me sacó Ballestrini y me dio una oportunidad. Él siempre me decía, yo tengo la decisión política, vos ayudame y comprometete con tu barrio. Eso fue dejar un montón de sueños míos, para que el sueño sea colectivo. Además me pegó al padre Bachi que fue me guía en lo espiritual”, remarcó.
Uno de los secretos de la exitosa urbanización de Villa Palito fue la activa participación de la propia comunidad. “Cuando los integrantes del barrio se sienten parte de este proyecto, recién ahí comienzan a verse dueños del proyecto y lo más importante es que la política y el gobierno tienen que entender que lo más importante es la gente. Vos podés estar en política por el sueño de otro, pero nadie mejor que por el sueño propio, por tu casa, por su barrio”, señaló.
Y agregó: “El que se siente parte del proyecto hasta que no lo termina no para. Para que se concrete esa casa tiene que cumplir muchos sueños porque tenés que abrir una calle, tirar 50 casas, y en ese momento comienza otro proceso que es el movilizador”.
Enriquez también hizo hincapié en el grado de consenso necesario para poder avanzar en una urbanización. “En una villa no necesitás tener el 100% del consenso para intervenir. Diría que el 25% es lo ideal porque si tenés el 80% no te da ni el presupuesto ni la estructura para urbanizar. Entonces esa gente que tenés a favor se transforma en la contra, porque no pudiste resolver el problema y creen que era todo mentira”, explicó.
“Si vos tenés el 25% a favor, el restante 75% te deja hacer, porque cree que es todo mentira; el 25% va interviniendo y la gente que no cree, se ve beneficiada y empieza a creer. Es un espiral positivo que arranca de esa manera, tiene que tener una decisión política y una organización barrial”, aseguró el dirigente peronista.
Enriquez también destaca el rol de la Iglesia en estos procesos. “Creo que la mejor organización es la de la Iglesia. Porque te ponés a pensar y ves la gente que se congrega en la iglesia y te preguntas qué le da. Lo que le da es fe y la urbanización es fe. La urbanización dentro de la iglesia es como el milagro, vos que crees en algo que no ves. Vos decís esta villa la vamos a urbanizar, y la hasta que no lo vea no lo cree, como el milagro en la religión. La urbanización tiene muchas forma de organizar y convencer a la gente porque tiene que ver con lo espiritual, doctrinario y tiene que ver con la Facultad de la calle”, aseguró.
“La villa es un cuerpo enfermo por muchos años que necesita de todo el estado articulado. Todo el barrio organizado, debe haber planificación y los fondos a través de la decisión política”, subrayó.
El dirigente de La Matanza se muestra esperanzado con el anuncio del presidente electo Alberto Fernández respecto a la creación de un Ministerio de Hábitat. “Cuando me enteré, pensé que quería consolidar la política que tenemos nosotros en Villa Palito. Si urbaniza, el Estado ahorra porque si abrís una calle vas a tener menos pibes enfermos, gastas menos en salud, en educación porque bancas colegios que los chicos no terminan porque no viven encimados y no tienen donde estudiar, invertir en la villa es invertir en el Estado”, concluyó.