Distintas localidades del conurbano, el norte de la provincia de Buenos Aires y también en Santa Fé y Entre Ríos registran durante los últimos días una «invasión de hormigas voladoras». Especialistas aseguran que es «normal» y que estas hormigas no generan daño alguno.
Desde la Subdirección de Zoonosis de la Municipalidad de Campana aclararon que las hormigas voladoras “no deben generar preocupación porque no son nocivas ni pican”.
Según explicaron, es un fenómeno natural que surge ante el comienzo de la temporada de calor y la humedad y su principal misión “es aparearse”.
En este sentido, indicaron que “es habitual verlas volando haciendo una especie de baile, que se denomina vuelo nupcial. Las reinas jóvenes con alas deben encontrarse con un macho (conocido como alado) para que las fecunde y así reproducirse y crear nuevos hormigueros”.
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“Después del acto, los machos mueren y las hormigas fecundadas vuelan hacia algún lugar para establecer una nueva colonia”, detallaron.
Todo sobre las hormigas voladoras
Las hormigas voladoras no son una especie aparte, la presencia de alas en las hormigas tiene lugar durante una fase particular de su vida, el apareamiento. Suelen aparecer principalmente en otoño y con las primeras lluvias de la primavera.
En esta época los machos y las reinas, ambas con alas, realizan el conocido “Vuelo nupcial”. Salen fuera de la colonia, generalmente hacia sitios altos como árboles, tejados y colinas, y allí se aparean generalmente con individuos de colonias vecinas.
Los machos mueren poco después del apareamiento y la reina fecundada vuela hasta un sitio adecuado para establecer una nueva colonia; en raras ocasiones vuela de vuelta a la colonia de origen. Una vez elegido el sitio, la hormiga reina pierde las alas, construye una nueva colonia y empieza a colocar huevos. La reina almacena esperma recogido durante el apareamiento y realiza una fecundación selectiva de los huevos que pone.
«Hacen un pocito en la tierra, se sacan las alas con las mandíbulas y vomitan un hongo del que se alimenta y que llevan en su buche al salir del nido madre para formar nuevos nidos», contó la ingeniera agrónoma Clarisa Decuyper, profesora de Zoología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Esto les permite que el hongo pueda reproducirse en el nido y volver a alimentarse, porque las hormigas no comen las hojas que uno puede ver que llevan en su lomo entre el césped hacia el hormiguero, sino que las hojas son las que sirven para alimentar a ese hongo.
El establecimiento de nuevas colonias no siempre es exitoso. Las hormigas voladoras reinas que consiguen establecer una nueva colonia se dedicarán a poner huevos toda su vida, en algunas especies hasta 30 años, habiéndose apareado tan sólo una vez. El único propósito de la hormigas reina es poner huevos y las obreras que produce se establecen en grupos o castas con trabajos especializados: cuidado de la hormiga reina, alimentación de las larvas, recolección de comida, mantenimiento del nido, y defensa, entre otras.