Fernando Andrés Sabag Montiel, la persona acusada de haber intentado asesinar a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se negó a declarar esta noche ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, quienes lo indagaron en la sede la Policía Federal de la calle Cavia.
El agresor de 35 años es hasta ahora el único imputado en el expediente caratulado como «homicidio calificado en grado de tentativa«, aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis.
La jueza Capuchetti y el fiscal Rivolo se trasladaron anoche desde los tribunales federales de Retiro hacia el predio ubicado en la calle Cavia del barrio de Palermo, donde el agresor se encuentra detenido desde el jueves a la noche.
Allí, el escuchó la lectura de los hechos por parte de los funcionarios judiciales y acusó un golpe en el ojo que habría recibido en el momento en el cual fue reducido por los manifestantes que el jueves por la noche se congregaban frente al domicilio de la ex mandataria, consignaron allegados a la causa.
El arma secuestrada es una pistola Bersa calibre 32 y las balas que se encontraron son compatibles y estaba apta para disparar y tenía residuos de pólvora, lo que indicaba que había sido disparada recientemente.
La novia del agresor aseguró esta noche no haber pensado “que sería capaz de hacer algo así” su pareja, a quien definió como una “buena persona”, al tiempo que advirtió que se encuentra “con mucho miedo” ya que recibe “amenazas por redes” y la acusan de integrar “un grupo terrorista”.
Ambar se dedica a la venta callejera de algodón de azúcar junto al imputado y dijo esta noche a Telefe Noticias que no entiende “por qué lo hizo, porque él es un buen hombre, un trabajador”.
“Me asombró, no pensé que sería capaz de hacer algo así”, señaló la joven al referirse al momento en que se enteró de que su pareja había intentado asesinar a la vicepresidenta.
Por otro lado, relató que su novio, al que conoció “en una fiesta” y lo vio por última vez “hace dos días”, “siempre se quejaba del dólar y de la economía, pero de algo más no”.
“La verdad no encuentro explicación, yo no pensé que era una persona así, estoy perpleja como todos ustedes”, aseguró Ambar, quien añadió que la imagen que tenía de Sabag Montiel era de “una persona copada, que hace chistes, amoroso, era buena persona”.
A su vez, expresó tener “mucho miedo de las amenazas” y de lo que le “pueda pasar el día de mañana”.
“Es una pesadilla que me lleguen amenazas, que no me dejen trabajar (…) Nos amenazan por redes, nos dicen que nos quieren matar, insultan a mi pareja”, contó la joven.
En ese sentido, añadió: “Nos quitan la posibilidad de trabajar y nos están culpando de algo que no hicimos, nos dicen que somos de un grupo terrorista y no tenemos nada que ver”.
Por último, dijo que está “con lo puesto” y que no tiene “nada” para vestirse, ya que durante el allanamiento realizado en el departamento alquilado por su novio “se llevaron toda” su ropa, lo que consideró “injusto”, porque no tiene “nada que ver”.