La directora de la guardería «De paso, paseo», de La Plata, Patricia Rey, reconoció hoy que «fue un error» de la institución y las docentes haber cerrado ayer el establecimiento dejando a un niño de dos años solo adentro, quien se había quedado dormido detrás de un «oso de peluche gigante».
«Nos hacemos cargo del error, fue un error nuestro, de las maestras, yo hablé con los papás, les dije ´si les pido perdón es una falta de respeto´, todavía no lo puedo digerir, nos atravesó de una manera increíble, estamos muy angustiados», dijo la directora de la guardería de La Plata.
El padre del niño lo fue a buscar unos minutos después del horario habitual al establecimiento ubicado en la calle 62, entre 4 y 5, y se encontró con el lugar cerrado y sin ninguna autoridad presente.
Además, el hombre notó que su hijo deambulaba solo por los pasillos del edificio, por lo que debió llamar a la Policía y a los Bomberos, aunque no fue necesario forzar la cerradura porque una empleada del jardín se acercó y abrió la puerta.
«Lo que pasó ayer fue que el jardín cierra a las 6 (de la tarde); los últimos nenes se fueron a las 6 y 7 minutos; las docentes se fueron y quedó un nene durmiendo que tenía un oso de peluche gigante encima porque él se duerme con el oso y no lo vieron, cerraron el jardín y se fueron«, explicó la directora de la guardería de La Plata.
Rey remarcó que, cuando se enteró, volvieron de inmediato para la institución: «Casi nos morimos de un infarto, una situación espantosa, en 32 años nunca nos pasó algo semejante, el papa llegó tarde, no es culpa del padre, a nosotros igual no nos mandó ningún mensaje, no avisó (del retraso) y los nenes tienen entrada de horario y salida acorde al horario de los padres», detalló y añadió que, al llegar, «el nene estaba detrás del vidrio lo más tranquilo».
Por la noche, fuentes policiales señalaron que el niño no presentaba lesiones y consignó que se encontraba en buen estado de salud.
La directora señaló que mantuvo una reunión con todo el equipo docente tras lo cual acordaron «anotar en un papel todos los niños que ingresan y que salen». «Pido perdón; esto es mi vida», concluyó la directora.
En este marco, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) de La Plata pidió la «urgente regulación de los Centros de Atención y Desarrollo Infantil (CADI)» y aclaró que «no son jardines maternales».
En declaraciones a Télam, la secretaria general de Sadop La Plata, Eugenia Voisilaitis, explicó que desde el sindicato «hace mucho tiempo que venimos denunciando esto».
«Hay casos en muchas ciudades de la provincia donde se suscitan situaciones no deseadas, como la de ayer, y la cartera de Educación no puede intervenir porque son espacios están habilitados como comercios«, dijo.
Sostuvo que allí se ejercen tareas educativas, «hay docentes, pero no hay supervisión».
«Hay precarización laboral para sus trabajadores y ocurren situaciones como estas de ayer, no propicias», indicó.
«Hoy por hoy, están regulados por los municipios como comercios, no como espacios educativos. Se requiere una regulación para que las habilitaciones y controles serían de otro modo», opinó.
«Los CADI (guarderías) no son jardines maternales. ¿Cuál es la diferencia? Los jardines maternales están autorizados y regulados por la Dirección General de Cultura y Educación, y para su funcionamiento deben cumplir determinados requisitos y de seguridad edilicia, cantidad de alumnos y también normas que protegen a los docentes que allí trabajan», planteó Sadop La Plata en sus redes sociales.