Deco y funcionalidad: cómo organizar tu casa para que también sea más segura
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En la decoración del hogar, muchas decisiones se toman con el corazón. Ese sillón que viste en una feria, la lámpara que heredaste, la alfombra que combina perfecto con el color de la pared. Pero en medio de esas elecciones estéticas, hay algo que suele quedar relegado: la seguridad. No la que implica blindar una puerta o instalar una alarma, sino la que se construye desde los detalles cotidianos. Esa que no se nota… hasta que algo pasa.
Organizar la casa para que sea funcional y segura no implica renunciar al estilo ni convertir el hogar en una sala de emergencias. Se trata, más bien, de pensar el espacio como un sistema que debería acompañar la vida diaria sin poner obstáculos, y que incluso puede ayudar a prevenir accidentes que son más frecuentes de lo que parece.
Los peligros invisibles del día a día
Muchas veces, lo que parece un detalle decorativo puede transformarse en un riesgo. Alfombras sueltas en pasillos o escaleras, cables que cruzan zonas de paso, muebles con puntas pronunciadas, estanterías mal fijadas: todos estos elementos forman parte de la casa, pero también de la estadística de accidentes domésticos.
El riesgo no distingue edades, aunque ciertos grupos—como niños pequeños o personas mayores—pueden estar más expuestos. Una caída, una quemadura o un golpe fuerte en casa no siempre es consecuencia de una situación extrema: basta con un resbalón, una distracción o un mal diseño del espacio.
Revisar la disposición de los objetos, elegir muebles con bordes redondeados, fijar correctamente todo lo que cuelga o evitar superficies resbaladizas en zonas húmedas son decisiones simples que pueden tener un impacto real en la prevención.
La iluminación como aliada silenciosa
Una buena distribución de la luz no solo mejora el aspecto general del ambiente, sino que también contribuye a reducir los accidentes. Zonas oscuras, pasillos mal iluminados o escaleras con sombras pueden generar tropiezos, choques o caídas.
Optar por luces cálidas en áreas de descanso y blancas en zonas de circulación ayuda a crear un equilibrio entre confort y visibilidad. También es útil incorporar sensores de movimiento en entradas, pasillos o exteriores, especialmente si se vuelve de noche o se circula con las manos ocupadas.
Cuidar enchufes, cables y sobrecargas
En una época donde la casa está llena de dispositivos, adaptadores y extensiones, el sistema eléctrico muchas veces trabaja al límite. Sobre todo en viviendas antiguas, donde la instalación no fue pensada para soportar el consumo actual.
Evitar sobrecargar enchufes, no usar múltiples regletas encadenadas, revisar el estado de los cables y desconectar lo que no se usa son gestos que, aunque pequeños, reducen el riesgo de cortocircuitos o incendios.
Si hay niños en casa, usar tapas de seguridad en los enchufes bajos y mantener cables fuera de su alcance es una medida tan básica como efectiva.
Seguridad que también es diseño
Lo funcional no tiene por qué ser feo. Existen cada vez más opciones en el mercado que combinan diseño con seguridad: desde esquineros de silicona casi invisibles hasta cerraduras inteligentes, detectores de humo estilizados o cámaras integradas con luminarias.
La clave está en integrar esas soluciones sin alterar la estética general del hogar. Incluso materiales como el vinilo antideslizante, los zócalos que ocultan cables o los muebles modulares que optimizan el espacio ayudan a evitar accidentes sin resignar estilo.
Espacios que se adaptan a quienes viven en ellos
No hay una única forma de organizar un hogar seguro, porque no hay dos hogares iguales. Lo que funciona para una pareja sin hijos puede ser inviable en una casa con niños pequeños. Lo que se adapta a una persona mayor puede resultar incómodo para alguien que trabaja desde casa y necesita movilidad constante.
Observar cómo se vive el espacio, qué hábitos se repiten, dónde se generan más roces o accidentes permite tomar decisiones con sentido. A veces es tan simple como cambiar una mesa de lugar, correr una planta que obstruye el paso o redistribuir los objetos de uso diario para evitar agacharse o subirse a una silla cada vez.
El respaldo como parte del cuidado integral
Más allá de la prevención, hay incidentes que pueden ocurrir igual. Una heladera que se quema tras una tormenta eléctrica, una pérdida de agua que inunda un mueble, una maceta que cae por el viento y lastima a un tercero. Por eso, pensar en el hogar como un sistema también implica considerar cómo se responde cuando algo falla.
Contar con un seguro de vivienda adecuado es parte de esa mirada integral. No se trata solo de proteger lo que se tiene, sino de ganar tranquilidad frente a lo que no se puede prever. Muchos seguros actuales permiten cubrir desde electrodomésticos hasta roturas accidentales o daños a terceros, e incluso ofrecen asistencia domiciliaria para resolver problemas comunes sin demoras ni sobrecostos.
Elegir una cobertura que se adapte a las características de la vivienda, a sus ocupantes y al uso que se le da no es un gasto innecesario: es una inversión en continuidad, en evitar que un imprevisto altere por completo la rutina o implique una pérdida económica difícil de afrontar.
Habitar con consciencia
La seguridad en el hogar no se reduce a cerraduras ni alarmas. También se construye en cómo se distribuyen los espacios, en qué se elige dejar al alcance, en cuánta atención se presta a lo que se instala, a lo que se enchufa, a lo que se cuelga.
Decorar, reorganizar, optimizar no es solo cuestión de estética o practicidad. También puede ser un acto de cuidado. Y en un mundo cada vez más lleno de estímulos, en casas atravesadas por múltiples usos—trabajo, descanso, juego, estudio—, pensar en la seguridad como parte de la experiencia de habitar no es exagerado: es necesario.
Un camionero murió en Ruta 65 esta madrugada, tras sufrir una descompensación mientras conducía su vehículo con acoplado. El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 215, en jurisdicción del partido bonaerense de 9 de Julio, según confirmó la Policía Comunal local.
El siniestro tuvo lugar mientras el camión Fiat Iveco 320, dominio AG-312-EE, circulaba en sentido Dudignac–Bolívar. La unidad terminó volcando sobre la banquina, sin que se viera involucrado otro vehículo.
El conductor fue identificado como José Alejandro Moreno, de 53 años, domiciliado en la provincia de Río Negro. Al llegar al lugar, un médico constató que el chofer se hallaba sin vida, y todo indica que la causa fue una descompensación repentina.
En el lugar trabajaron personal de Policía Científica y el Ayudante Fiscal de 9 de Julio, quienes descartaron la participación de terceros y avanzan en las pericias para determinar con precisión las causas del fallecimiento.
El vehículo quedó recostado sobre uno de sus laterales, fuera de la calzada, lo que permitió que no se interrumpiera el tránsito en la zona.
El lamentable hecho vuelve a poner en agenda la necesidad de controles médicos frecuentes para transportistas y la importancia de contar con asistencia inmediata en rutas provinciales.
Un accidente fatal en la Ruta 51 ocurrió la noche del martes a la altura del kilómetro 721, en inmediaciones del paso a nivel ferroviario. El siniestro involucró a una camioneta Hyundai H1, conducida por un ciudadano surcoreano, y un camión Volkswagen con acoplado.
La víctima fatal fue identificada como Kim Yeong Ho, de 77 años, quien conducía la camioneta y colisionó de lleno contra la parte trasera del camión, que había bajado la velocidad para cruzar las vías. El conductor del camión, Walter Hernán Recofski, de 49 años y oriundo de Bahía Blanca, resultó ileso.
En tanto, Han Seik Bong, de 63 años, acompañante del fallecido y también de origen coreano, sufrió heridas gravísimas y fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal, donde permanece internada en terapia intensiva.
El parte médico indica que la mujer presenta politraumatismos severos, entre ellos hemorragia subaracnoidea, fractura del macizo facial, fractura de tibia, trauma de tórax y abdomen cerrado, además de una lesión en una de sus rodillas. Han Seik Bong reside en la provincia de Río Negro.
Debido al accidente, personal de Defensa Civil dispuso el corte total del tránsito sobre la Ruta Provincial 51 a la altura del paso a nivel. En el lugar trabajaron Bomberos Voluntarios, Policía Científica y efectivos policiales, realizando tareas de peritaje y asistencia.
El impacto fue de tal magnitud que la parte delantera de la camioneta quedó completamente destruida, lo que provocó la muerte inmediata del conductor. La principal hipótesis es que la camioneta no logró frenar a tiempo cuando el camión redujo la velocidad para cruzar el paso ferroviario.
A través de la resolución 98 firmada por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, el Gobierno nacional resolvió la eliminación del peso mínimo de faena de animales bovinos. La medida comenzará a regir a partir del 1° de enero de 2026 y representa una de las reformas más significativas en materia ganadera en las últimas décadas.
Con esta resolución, quedaron derogadas las normativas 68/2007, 547/2008 y sus modificaciones, que establecían un límite mínimo de peso para la faena de animales con el objetivo de desalentar la matanza de terneros y fomentar una producción más eficiente y sustentable de carne.
Desde 2007, se había fijado un peso mínimo de 99 kilos por media res para novillitos y vaquillonas. En años posteriores, se establecieron penalidades para quienes comercializaran animales con un peso de res inferior a 165 kilos en machos y 140 kilos en hembras, salvo excepciones por cuestiones sanitarias o nutricionales.
Según argumenta la resolución actual, firmada por Iraeta, dichas regulaciones “resultan innecesarias en el contexto actual”, y señala que los productores ya cuentan con los conocimientos técnicos y las herramientas necesarias para definir por sí mismos el momento óptimo de faena, según sus propios objetivos.
La eliminación del peso mínimo de faena se fundamenta además en el Decreto 70/2023, impulsado por el presidente Javier Milei, como parte de una política general de desregulación económica. En este sentido, la Secretaría de Agricultura remarcó que el Ejecutivo busca promover “libertad económica”, impulsando la iniciativa privada como motor del desarrollo.
“No hay más peso mínimo de faena. Libertad para producir y vender como el productor lo crea conveniente”, señaló una fuente oficial vinculada a la medida.
No obstante, las infracciones constatadas antes del 1° de enero de 2026 seguirán su curso administrativo según la normativa vigente hasta ese momento.