La asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto 133 y reveló que se trata del hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, descendiente de la abuela de Plaza de Mayo, Nélida Navajas, joven que se reencontrará con su familia después de 47 años de búsqueda. En el anuncio estuvieron su padre y su hermano que desbordaban de alegría.
En una conferencia de prensa brindada este mediodía ante un auditorio colmado en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos exEsma, la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, anunció: «Encontramos al hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, el nieto número 133».
Acompañada en el escenario por gran parte de la familia Santucho, entre ellos, el padre y hermano del nieto restituido, Julio y Miguel respectivamente, Carlotto señaló que se trata del nieto de Nélida Navajas, «pieza fundamental» de la Institución que recorrió el mundo en búsqueda del llamado «índice de abuelidad» y que falleció en 2012 «sin el abrazo anhelado» con su nieto.
Carlotto, emocionada, pasó el micrófono a su hija y directora de la CoNaDI, Claudia Carlotto, quien continuó leyendo el comunicado de Abuelas en el que se informó que el nieto 133 se «encontrará hoy con su papá, sus hermanos, su hermana y una familia enorme, atravesada por el terrorismo de Estado y también por una historia de lucha».
Según se informó, Cristina Navajas fue secuestrada embarazada el 13 de julio de 1976 por una patota del Ejército y luego fue vista, según testimonios de sobrevivientes, en los Centros Clandestinos de Detención «Automotores Orletti», «Proto Banco» y «El Pozo de Banfield».
El nieto restituido, el primero en lo que va de 2023 y cuyo nombre aún no se dio a conocer, fue apropiado y anotado como hijo propio por un integrante de las fuerzas de seguridad y una enfermera, el 24 de marzo de 1977.
Desde joven dudó de su identidad y fue su hermana 20 años mayor quien le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres, momento en que empezó un largo camino de búsqueda de su verdadera identidad y decidió acercarse de manera espontánea a la Asociación de Abuelas.
Julio Santucho, padre del nieto 133 restituido, dijo en declaraciones a Télam que «si lo tenemos es porque él hizo todos los esfuerzos. Era imposible rastrearlo si él no se acercaba y a pesar de las dificultades, él perseveró. Hoy siento que me devolvieron una parte mía».
Santucho se refirió el gran parecido que los une y expresó que: «Se parece mucho a mi, me recuerda a cuando yo tenía su edad».
«Es uno de los momentos más luminosos de mi vida. Me cuesta creer lo que estoy viviendo», dijo durante la conferencia Miguel «Tano» Santucho, hermano del nieto 133 e integrante de la organización de abuelas, quien entró al auditorio saltando abrazado a su padre.
Y agregó: «Mi mamá y mi abuela siguen viviendo en mí y en todas estas búsquedas. Me llena de un orgullo inconmensurable».
«Tano» Santucho expresó que pudo continuar la búsqueda gracias a su abuela, pero advirtió que no hubiera sido posible «sin el acompañamiento de todos y todas, de la familia de Abuelas y la sociedad».
«Tengo la suerte de trabajar en este lugar, con los chicos y jóvenes que vienen y me abrazan, que me dicen que lo voy a encontrar. Me decían, porque ya lo encontré«, dijo emocionado el «Tano».
Y reveló: «Tengo la sensación de haber encontrado un ser hermoso, realmente especial. No tengo dudas de que vamos a estar juntos el resto de nuestras vidas porque nos buscamos, nos quisimos encontrar. Y el abrazo que nos dimos es para siempre».
Antes de finalizar la conferencia Carlotto se refirió al nieto 133 como «un chico hermoso física y espiritualmente», y recordó que «el trabajo de la búsqueda que hacemos las Abuelas es una tarea tan seria como necesaria, desde el amor, que anima a que los que saben puedan decir lo que saben y los que dudan se acerquen».
«Pueden estar en cualquier lugar del mundo», dijo Estela de 92 años quien aseguró que «el relevo está asegurado con los nietos y nietas».
El 26 de julio, el nieto 133 fue citado por la Conadi para comunicarle su verdadera identidad y recién entonces se comenzó a notificar a la familia Santucho, cuyos integrantes se encuentran en Argentina y otros países.
«Es un momento impactante, muy esperado. Es una inmensa alegría por el reencuentro y la sensación de una victoria frente a la dictadura. Ahora empieza una relación, una nueva etapa», dijo a esta agencia Mario Santucho, hijo de Mario Roberto Santucho y Liliana Delfino y primo del nieto 133, presente en la conferencia.