Un gran estruendo sorprendió a varias ciudades del interior bonaerense: «Vibró todo»
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Este domingo cerca de las 14 horas se reportó una fuerte explosión en varias localidades de noroeste bonaerense como Mechita, Bragado, Junín, Alberti y Chivilcoy.
Vecinos de distintas ciudades aseguran haber sentido un estruendo. «Vibró todo», comentó Amparo, una vecina de Bragado en su cuenta de Facebook.
La causa del fenómeno no fue develada, aunque las hipótesis apuntan a la posible caída de un meteorito.
Desde la página «Cielos Albertino» que realiza publicaciones sobre ciencia y astronomía aseguraron que «es posible, pero no podemos confirmarlo, que haya sido un bólido, pero debido a que el cielo se encontraba nublado no hay testigos directos del evento, a excepción del sonido».
Y agredgaron: «También pudo haber sido algunas anomalías atmosféricas, que no es tan frecuente, pero suele ocurrir lo cual implica un intercambio de energía estática entre las nubes».
Con respecto a la posibilidad de que se tratase de un bólido, detallaron: «Cuando un meteoroide ingresa a la atmósfera, debido al rozamiento con el gas, sufre un proceso de calentamiento que produce la sublimación del material sólido (pasaje de la fase sólida a la gaseosa) y su reducción, llamamos a este proceso ablación».
«El gas producido junto con el gas atmosférico circundante, al calentarse, produce un fenómeno de fluorescencia que genera el efecto luminoso que observamos como un meteoro (o popularmente llamado “estrella fugaz”)», continuaron.
«A los meteoros más luminosos se los denomina bólidos. Un bólido presenta la apariencia de una esfera de fuego, y no un aspecto puntual o estelar. El surco luminoso que deja a su paso por la atmósfera persiste un tiempo superior a las decenas de segundos y puede llegar a ser de varios minutos e incluso de media hora. Llega acompañado de fenómenos acústicos como una explosión y a veces se pueden encontrar en el suelo algunos fragmentos del meteoro que resisten a la completa volatilización en su paso por la atmósfera. Por lo pronto el cielo siempre nos sorprende y este es un ejemplo claro de esa expresión», concluyeron.
El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense lanzó la cuarta edición del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA), una herramienta clave para fortalecer el sistema científico y productivo de la Provincia. En esta nueva convocatoria, se otorgarán Aportes No Reembolsables (ANR) de hasta $40 millones por proyecto, destinados a iniciativas conjuntas entre instituciones científicas y mipymes, cooperativas, municipios u organismos públicos bonaerenses.
La convocatoria 2025 del FITBA contempla tres líneas:
Línea A, para proyectos con mipymes o cooperativas.
Línea B, para iniciativas con organismos públicos provinciales.
Línea C, para trabajos junto a municipios.
Desde su creación en 2022, el Fondo de Innovación Tecnológica ya benefició a 186 proyectos, involucrando a 116 mipymes y cooperativas, y fortaleciendo 70 políticas públicas en 56 municipios bonaerenses. La inversión acumulada supera los $5.000 millones, y ha movilizado a más de 2.000 científicos y científicas para resolver desafíos concretos del entramado productivo y estatal.
Entre los logros obtenidos, se destacan proyectos que permitieron a empresas sustituir importaciones, aplicar inteligencia artificial, incorporar nanotecnología y desarrollar nueva maquinaria industrial, generando mejoras en la productividad y competitividad.
La convocatoria permanecerá abierta hasta el 14 de agosto de 2025, y los aportes cubrirán hasta el 80% del valor total del proyecto, con un tope de $40 millones para iniciativas de desarrollo productivo y de $20 millones para las orientadas a desafíos provinciales o locales. Las propuestas deberán ser formuladas de manera conjunta entre la institución científica y el adoptante, ambas con sede en la Provincia de Buenos Aires.
Toda la información, bases y condiciones están disponibles en el portal oficial del programa FITBA 2025, y las consultas se canalizan por correo a proyectos.cyt@mp.gba.gov.ar.
Con esta nueva convocatoria, la Provincia reafirma su compromiso de poner la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo productivo, la generación de empleo y el bienestar de los y las bonaerenses.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó una intensa jornada de gestión en América, cabecera del partido de Rivadavia, donde entregó una ambulancia de alta complejidad, dos patrulleros y 159 escrituras gratuitas en el marco del programa “Mi Escritura, Mi Casa”. Lo hizo acompañado por los ministros Javier Alonso (Seguridad), Juan Martín Mena (Justicia y DD.HH.) y Juan Cuattromo, presidente del Banco Provincia.
Durante el acto, Kicillof denunció el impacto del ajuste aplicado por el Gobierno nacional. “No hay equilibrio macroeconómico si todas las obras están paralizadas y nos quitan a las provincias los recursos que necesitamos para dar respuestas a las demandas de nuestro pueblo”, aseguró. Y remarcó: “Jamás un bonaerense nos pidió que destruyamos el Estado, al contrario, nos piden más escrituras, más patrulleros y más ambulancias”.
La ambulancia entregada será destinada al hospital municipal para atención de pacientes críticos. Además, las autoridades recorrieron las obras del nuevo Centro de Atención Primaria de la Salud América y pusieron en funcionamiento nuevos móviles policiales. Alonso enfatizó: “La única manera de brindar respuestas en materia de seguridad es invirtiendo en equipamiento, tecnología y capacitación”.
El municipio de #Rivadavia también incorporó patrulleros con fondos de seguridad de la Provincia y sumamos una nueva ambulancia de alta complejidad para reforzar la atención de los vecinos. pic.twitter.com/ZK3GnuLGcv
Por su parte, el ministro Mena destacó: “Seguimos recorriendo la provincia y otorgando escrituras gracias a este programa que nació por la decisión política del Gobernador”. En esta ocasión, se alcanzaron 357 escrituras entregadas en el distrito.
El intendente local, Juanci Martínez, valoró el acompañamiento: “Recibimos dos móviles que nos ayudan a fortalecer la seguridad. La Provincia siempre nos atendió, y cuando golpeé una puerta, siempre hubo respuesta”. También remarcó la importancia de la ambulancia 0km, especialmente por la distancia del distrito a grandes centros urbanos. “Cada traslado son entre 250 y 600 kilómetros. Necesitamos que los vecinos puedan ser trasladados en condiciones adecuadas”, afirmó.
Martínez agradeció el apoyo del Gobierno bonaerense pese a las dificultades: “A pesar de los recortes del Gobierno nacional y la caída de la coparticipación, seguimos avanzando. En América se están haciendo 43 viviendas, el nuevo CAPS, el Polo Judicial y el Centro Universitario”. Y concluyó: “Vamos a seguir trabajando con la Provincia para transformar Rivadavia”.
Durante la jornada también se entregaron 30 bicicletas para circuitos turísticos, kits agroecológicos, composteras comunitarias y 150 árboles para huerta y vivero municipal, en el marco del acompañamiento del Ministerio de Ambiente.
Kicillof cerró con un mensaje claro: “Lo que estamos haciendo en América es lo mismo que en los 135 municipios: no se trata de regalar nada, sino de usar los recursos para garantizar derechos”.
Mamerto Menapace, sacerdote católico, monje benedictino y autor de una extensa obra literaria cargada de fe, sabiduría popular y lenguaje gauchesco, falleció este viernes 6 de junio en Junín, a los 83 años, tras haber sido trasladado desde el Monasterio Santa María de Los Toldos, su casa por más de siete décadas.
Nacido en Malabrigo, en el chaco santafesino, el 24 de enero de 1942, Mamerto se crió entre obrajes y chacras, escuchando guaraní y tirolés, y desde muy joven supo que su vida estaría marcada por dos pasiones: Dios y la tierra. “Me sentí tironeado toda mi vida por esas dos cosas”, dijo alguna vez. En 1952, con apenas 10 años, llegó al seminario menor de Los Toldos, y allí terminó el cuarto grado en una escuela agrícola vinculada al monasterio, donde también aprendió a ordeñar, sembrar y vivir del campo.
Fue ordenado sacerdote en 1966, luego de estudiar en Chile y en Roma. Durante su vida religiosa, se desempeñó como abad del Monasterio Santa María de Los Toldos entre 1980 y 1992 y, más tarde, como abad presidente de la Congregación Benedictina del Cono Sur, integrando comunidades de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
Monje de semi-clausura, Menapace supo salir al encuentro de la gente con un estilo único: cercano, campechano, con humor y profundo contenido espiritual. “Para ser sacerdote argentino hay que tomar mate y usar poncho”, decía, en referencia a la necesidad de hablar y vivir como el propio pueblo. El suyo, un poncho rojo con guardas negras, era símbolo de identidad y cercanía. Así se hizo querido por miles de personas que lo leyeron, lo escucharon y lo sintieron propio.
Poeta, narrador, y escritor de cuentos criollos, publicó más de 52 libros, entre ellos Un Dios rico de tiempo, Madera verde, El paso y la espera, El amor es cosa seria y una versión de los Salmos en versos gauchescos. Además, grabó discos, realizó charlas en medios radiales y televisivos, y filmó reflexiones que trascendieron los muros del monasterio. Su prédica comenzó en el programa «La Campana», de LT33 Radio 9 de Julio, y su estilo ameno lo llevó a medios nacionales.
Con los años, se convirtió en amigo de Luis Landriscina, René Favaloro y Eduardo Falú, con quienes compartió proyectos como Los valores con humor y El milagro y el valor de la vida. Landriscina solía bromear al aire con él: “¿Es Menapache?” y Mamerto respondía: “Entonces usted sería Landrichina” (risas). Solía presentarse diciendo: “Soy Mamerto, pero no ejerzo”.
“Dios no se cruza con la tierra, se imbrica”, afirmaba Mamerto Menapace. En su espiritualidad profunda, creía que Dios se manifestaba en la naturaleza y en la vida rural: “La naturaleza me habla de Dios”. Durante dos décadas acompañó comunidades originarias como la de Coliqueo, y decía que fue la fe sencilla del pueblo la que lo ayudó a entender la teología: “Una señora decía que Dios ‘vendría a jugar con los vivos y los muertos’. Me pareció genial. Ahí empecé a estudiar teología con la gente”.
Su camino como escritor surgió de una crisis profunda: “No tenía ganas de suicidarme, pero tenía miedo de hacerlo”, confesó. Un psiquiatra le aconsejó que escribiera, “como la oveja que larga lana”. Así nacieron sus cuentos, metáforas del alma criolla que lo ayudaron a sanar y que hoy forman parte de un legado entrañable.
El monasterio de Los Toldos, fundado en 1948 por 12 monjes suizos en un campo donado de 700 hectáreas, fue su hogar, su escuela y su lugar de pertenencia. Desde allí, entre oraciones, trabajos rurales y reflexión, Mamerto Menapace tejió una vida simple y luminosa.
Sus restos serán velados y sepultados allí mismo, en Santa María de Los Toldos, conforme a la tradición benedictina.
Se despide así un cura gaucho, un profeta del monte y del mate, un sabio de poncho y cuento, que con su humor y su hondura nos enseñó que la fe también habla con tonada criolla. Su legado, más vivo que nunca, seguirá sembrando espiritualidad en el alma del pueblo.