En diálogo con Todo Provincial, el ex diputado y dirigente radical Federico «Freddy» Storani, habló sobre el encuentro que mantuvo con el gobernador Axel Kicillof y el panorama para la UCR de cara a las elecciones legislativas.
Sobre la foto junto a Kicillof, Storani aclaró que se trató de un encuentro casual en un café céntrico de La Plata pero que el mismo derivó en un intercambio de opiniones y análisis sobre la coyuntura política.
“Lo felicité por la carta que había enviado a Kristalina Gueorguieva repudiando la intromisión del FMI en nuestra política interna porque me parece un absurdo que no hay que naturalizar”, relató el histórico dirigente radical y agregó: «Él me agradeció también que haya apoyado públicamente el desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires”.
Storani reveló que durante la conversación de la que también participaron Alejandro Echegaray y Julio Alak hablaron del legado del Papa Francisco, la situación nacional e internacional y detalló: “Coincidimos en la necesidad de un espacio que represente con mayor sensibilidad y con más defensa de lo nacional. Ambos tenemos una posición pública contraria al gobierno nacional«.
Consultado sobre el futuro del radicalismo y el acercamiento de algunos dirigentes de la UCR al mileismo por conveniencia electoral, Storani analizó: «El pragmatismo y la necesidad de alianzas, opinó: «Como decía Alfonsín, no hay que seguir a los hombres, hay que seguir ideas, y veces hay que nadar contra la corriente. Es decir, si el votante se hace fascista o nazi, yo no me voy a ser fascista o nazi”.
Y reforzó: “El ejemplo no viene mal porque este gobierno no está tan lejos. Milei es una expresión de extrema derecha global que existe en el mundo y que es un proyecto de economía primaria con un ajuste lo pagan los sectores de ingreso fijos, en particular los jubilados y los asalariados. El presidente gobierna por decreto de necesidad y urgencia al margen de la Constitución, veta las leyes del Congreso, lo cual no es republicano, prorroga el Presupuesto, pretende meter jueces de la Corte por decreto».
«Por todas esas razones, yo estoy en las antípodas de Milei. Además asegura que el primer populista en Argentina fue Yrigoyen, lo cual es falso, denostó todos nuestros procesos, se entrenaba pegándole la cara a Alfonsín. Entonces, ya es cuestiones de principio, no algo secundario. Milei tiene una tendencia claramente autoritaria, antidemocrática y anti republicana”.
En ese contexto, Federico Storani se refirió al rol del radicalismo, y aseguró que «una cosa es intentar el equilibrio y el control garantizado la alternancia en el ejercicio del poder para que no haya hegemonía y otra cosa es el furgón de cola de proyectos económicos y sociales que no tienen nada que ver con lo que históricamente planteó el radicalismo, que es una distribución más justa de la riqueza y defensa de la educación pública, entre otras».
Para Storani esta discrepancia respecto al papel que está cumpliendo en los últimos años la UCR quedó reflejada en la elección interna en la que «hubo un empate«, y agregó: «La línea divisoria fue entre aquellos que están dispuestos a una alianza con La Libertad Avanza y aquellos que decimos que nunca vamos a hacerlo«.
Sobre la posibilidad de un acuerdo con algún sector del peronismo como el liderado por Axel Kicillof, el dirigente analizó: «Hace mucho tiempo que el radicalismo viene con una política frentista, el tema es darla con el sector correcto, sin perder ni la identidad ni la individualidad del partido. Hoy es muy prematuro, pero nosotros no tenemos prejuicios”.
«No lo quiero personalizar pero claramente tengo más afinidad política con Kicillof que con Milei que está llevando acabo un ajuste por shock brutal e inhumano y un programa económico que es muy parecido al de Martínez de Hoz y el de Menem, a los que nosotros fuimos claramente oposición«, aseguró.
Sobre las internas en la UCR, Storani planteó: «Nosotros apostamos a no solamente ratificar la identidad radical, una identidad socialdemócrata moderna, más heredera claramente de las ideas de Alfonsín, y buscar afinidades con otras fuerzas políticas, mientras que el otro sector es muy colaboracionista con este gobierno«.