Ante la inusual presencia de algas en la toma de agua de Punta Lara, que abastece a la Planta Potabilizadora Donato Gerardi, la empresa se vio forzada a suspender momentáneamente el envío de agua tratada en dicho establecimiento. Por este motivo, el servicio se está viendo afectado con baja presión y/o falta de agua en las redes de Ensenada, Berisso y el casco urbano de La Plata.
El subsecretario Recursos Hídricos de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Jelinski, dio detalles sobre la situación que se generó en el Río de La Plata con el ingreso de algas tóxicas que derivó en tener que suspender el funcionamiento de la planta potabilizadora que ABSA posee para brindar servicio en la región de La Plata, Berisso y Ensenada.

En declaraciones a La Mecha por Radio Provincia explicó que “el agua se filtra cada 48 horas pero dada la gran cantidad de algas ayer debió realizarse cada 4 horas y como se podía generar daños graves al sistema se resolvió suspender el funcionamiento de la Planta”.
Jelinski agregó además que “nuestra planta de tratamiento tiene la toma a través de un canal que hacen que las algas se estanquen y se reproduzcan, casi toda a la altura de la toma de agua” y confirmó que “ahora comenzó a funcionar la planta, se verificó que no hay bacterias. El problema es cómo se va a comportar el clima porque depende del viento que no vuelvan a apilarse en la Costa”.

Agregó que “es una situación natural compleja, agravada por el clima y la actividad humana pero se está dando. Estamos reforzando con cisternas móviles para los centros de salud”.
Además, recomendó a “los vecinos que mantengan reserva de agua para tener tranquilidad que el viento ha rotado y se ha ido este banco de algas” y agregó que “el agua no se entrega a la red si no está potabilizada pero recomiendo mantener control del consumo para duchas e inodoros y pedimos no bañarse en el río”.
“Solemos tener algas y cada dos o tres años hay un florecimiento que es controlada por la planta potabilizadora. Lo que nos preocupa es el cambio climático y que este se haga habitual. Vamos a buscar de incorporar algún sistema de tratamiento para posibles floraciones grandes como esta, son fenómenos que van a empezar a verse con más asiduidad y uno debe estar preparado”, explicó.
Vale aclarar que el volumen de algas observado no se ha registrado en el Río de la Plata en los últimos 30 años.
Dicha situación provoca una mayor exigencia en los equipos de filtrado que se colmatan ante la cantidad de algas, y deben ser lavados con una frecuencia notoriamente mayor a la de condiciones normales.

El Gerente General de ABSA, ingeniero Julián Bautista, explicó que «las maniobras realizadas se debieron al aumento extraordinario de algas que superó la capacidad del sistema de filtración y sedimentación que tiene la Planta».
Según Bautista, el procedimiento que se llevó a cabo fue el de «eliminar la precloración (dosificación de cloro previa entrada a los filtros) y se retuvieron las algas en el proceso de filtración. Luego se acortó la frecuencia del lavado de los filtros y sedimentadores. Normalmente, es una tarea que se lleva a cabo cada 48 horas y este domingo se realizaron cada 4 horas».
Con este accionar preventivo se logró evitar un daño en los filtros y se mantuvo el proceso de potabilización hasta que fue posible.