Con fecha del pasado viernes, Vialidad Nacional respondió a la presentación judicial impulsada por la Municipalidad de Azul, en la que el gobierno local reclamaba por el abandono de la traza de la Ruta Nacional 3 a su paso por el distrito.
La contestación, firmada por el apoderado del organismo Leandro Sverdlik, rechaza que la Dirección Nacional de Vialidad “haya decidido el abandono y la falta de servicios de la Ruta Nacional N° 3, particularmente el tramo que atraviesa el Partido de Azul”.
También niega que esa supuesta omisión tenga impacto negativo sobre el Municipio o vulnere derechos constitucionales. “Niego que la Ruta Nacional 3 en el tramo que atraviesa el partido de Azul presente un deterioro significativo y que en su circulación sean frecuentes siniestros viales que hayan provocado la muerte y lesiones de muchas personas”, sostiene el documento.
El escrito argumenta además que la siniestralidad vial se debe “a la negligencia, impericia y/o imprudencia del usuario conductor, y/o a la mala conservación de los vehículos que circulan por la calzada”, y descarta la existencia de “una gran cantidad de roturas y pozos en el pavimento”.
El tramo más llamativo de la respuesta se centra en la discusión sobre el rol del Estado en el mantenimiento de las rutas. El representante de Vialidad afirma: “Niego que el mantenimiento de las vías de circulación corresponda indudablemente de manera exclusiva al Estado Nacional. En todo caso, se trata de una afirmación discutible de un paradigma claramente en crisis de lo que debería ser el Estado”.
Y agrega: “Esta discusión fue zanjada en las últimas elecciones presidenciales, en las que venció la candidatura que propuso la abolición de la obra pública y que planteó que la infraestructura debe ser administrada por el mercado y según las necesidades empresariales del ámbito privado”.
El funcionario incluso recordó que “el candidato que propuso la inhabilitación del Estado para intervenir en rutas nacionales obtuvo en Azul más del 57% de los votos”.
“Niego que actualmente no exista un servicio de mantenimiento, infraestructura y seguridad razonable que permitan una adecuada circulación vehicular”, concluye el texto.
El documento, presentado ante el Juzgado Federal N° 2, avanza también en precisiones sobre el futuro del corredor vial. Sostiene que “no se abandonó el proyecto de autopista” y que existen “expectativas de ejecución en el corto plazo”.
Bajo el título “La verdad de los hechos”, Vialidad argumenta que la actual gestión se encuentra “en una etapa de transición”, pero asegura que pronto “se celebrará un contrato de concesión de obra pública del tramo sur, cuyo proceso está en plena tramitación”.
La respuesta detalla que el tramo comprendido entre la Rotonda de Cañuelas y la intersección con la Ruta 226 integra el Tramo VII, actualmente bajo concesión de Corredores Viales S.A., aunque la sección Km 244 al Km 307 está afectada al Contrato de Obra ORI, a cargo de CV1 Concesionaria Vial S.A.
Ese contrato contemplaba tareas de bacheo profundo, sellado de grietas y microaglomerado en frío, aunque —según reconoce el propio documento—, tras la asunción de Javier Milei, “en cumplimiento de sus propuestas de campaña, la nueva gestión limitó y luego extinguió la inversión en obra pública general y vial en particular”.
Mientras tanto, las tareas de mantenimiento continúan “bajo responsabilidad de la contratista CV1”, hasta que el tramo sea formalmente transferido a Corredores Viales S.A., que deberá garantizar mantenimiento, conservación y seguridad vial.
Finalmente, Vialidad informó que la Secretaría de Transporte de la Nación, dependiente del Ministerio de Economía, tramita un proceso de licitación para la concesión o privatización de la Red Federal de Concesiones, que abarca cerca del 30% de la red nacional.
Entre los tramos incluidos figura el corredor sur que atraviesa el Partido de Azul, cuyo proceso “ya fue lanzado” y cuya adjudicación y firma de contrato se prevén para fines de este año o principios del próximo.