El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha declarado una alerta fitosanitaria en todo el país tras detectar el virus rugoso del tomate (ToBRFV) en las plantaciones de las localidades bonaerenses de La Plata y Mar del Plata, así como también en el distrito de Lavalle, en la provincia de Corrientes.
De acuerdo a lo que consignaron las autoridades sanitarias, el virus rugoso del tomate, detectado por el Senasa, se caracteriza por generarle manchas marrones, deformaciones, pérdida de calidad y reducción de la producción de los frutos, por lo que la propagación presenta un grave riesgo para los productores de todas las regiones.
“Los hallazgos corresponden a muestras de plantaciones de tomate que presentaban sintomatología compatible con el virus y que fueron recolectadas durante los monitoreos realizados“, informaron desde el Senasa, sobre las plantaciones afectadas de La Plata y Mar del Plata.
De esta manera, el alerta del Senasa tiene como objetivo la contención y la erradicación de los focos del virus rugoso del tomate, para evitar que su dispersión, así como también dar a conocer la situación a los productores y a la sociedad en general.
El presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas de Mar del Plata, Ricardo Velimirovich, aseguró que los resultados de las muestras son de muestras del verano pasado.
Y señaló que “el virus rugoso del tomate apareció en Corrientes, en donde es más grave la situación. La Argentina estaba libre y la enfermedad ingresó por falta de control”.
Lo que sucede, es que, el virus rugoso del tomate se propaga rápidamente a través de semillas, plantas infectadas y utensilios de trabajo, por lo que los productores deberán implementar medidas de control eficaces para evitar la pérdida de la producción.
De esta manera, el Senasa dispuso el aislamiento de los establecimientos productivos en los que se detectó el virus rugoso del tomate, para que se apliquen las medidas de higiene necesarias, así como también la desinfección de las herramientas y elementos que puedan funcionar como transmisores.
Por su parte, Velimirovich señaló que el virus rugoso del tomate no es perjudicial para la salud humana, pero que “pierde el productor” porque si se detecta, la cosecha debe quemarse, por lo que consideró que el Senasa debería informar su forma de actuar ante la situación, además de “amenazar con inspecciones”.