En La Pampa se volvió a ver un “Aguará Guazú” después de 200 años: “Es una gran noticia”
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El Museo Provincial de Historia Natural (MPHN) dio a conocer que se registró en los últimos días en un video un ejemplar de aguará guazú en el noreste de La Pampa, lo que implica un regreso de la especie a la provincia después de 200 años.
«Desde hace unos meses sabemos por nuestros amigos naturalistas sobre la observación de un ejemplar de Aguará guazú en el Noreste de nuestra provincia. Esto es sin lugar a dudas una gran noticia porque da cuenta de un incipiente regreso de la especie después de 200 años«, remarcaron.
Y señalaron: «Sus fotos y videos circulan por WhatsApp desde mayo cuando se informó el primer registro, así como también el video que compartimos registrado el 31 de agosto. Nos hemos puesto en contacto con las autoridades competentes, la Dirección de Recursos Naturales Y ambiente de La Pampa, quienes están al tanto de la situación y hemos decidido dar a conocer la noticia con el objeto de evitar consecuencias indeseadas».
«Por tal motivo solicitamos a la población en general y particularmente a aquellas personas que trabajan en el campo, que si lo ven, simplemente lo observen porque es una especie vulnerable según la última categorización nacional del año 2019 y considerado casi amenazado a nivel internacional», añadió
«Es importante que dejemos que la naturaleza haga lo que sabe hacer, así como el aguará guazú sabe que ésta es también su tierra», destacó el Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa.
El aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), en guaraní significa «zorro grande», es, como su nombre lo indica, el más grande de los zorros sudamericanos. También conocido como lobo de crin o potrillo, es omnívoro y representa, para algunas culturas nativas, como los tobas y mocovíes, a un animal sagrado envuelto de espiritualidad.
Con habitual presencia en las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba, este de Santiago del Estero y sur de Misiones, el aguará guazú está catalogado a nivel nacional como especie amenazada y está incluido en diferentes programas y políticas de conservación de la fauna silvestre.
El aguará guazú tiene un pelaje más bien largo, de color rojo, y en la nuca y la cruz tiene una especie de crin oscura. Es omívoro y caza de manera oportunista ratas, armadillos, cuises, aves, otros pequeños vertebrados e insectos, complementando su dieta con frutos silvestres. La hembra atrae al macho mediante vocalizaciones. La gestación se extiende de 62 a 66 días, con camadas compuestas por 1 a 5 crías (mayormente 2).
Para los criollos, el aguará guazú encarna la leyenda de lobisón para los criollos. Sin embargo, en la mitología toba es un ser protector y padre de todos los perros.
Una turista sacó del mar a un delfín franciscana muerto en una playa de Santa Teresita y lo llevó hasta la orilla para «intentar reanimarlo». Varios aprovecharon para sacarse fotos. localidad de Santa Teresita.
En el video que se viralizó este martes en las redes sociales, se observa además que algunos niños jugaron y acariciaron al animal muerto en la playa.
Según testigos del hecho, un numeroso grupo de personas aprovechó el momento para sacarse fotos con el delfín, que ya estaba muerto antes de que lo saquen.
El delfín franciscana es una especie pequeña, que se encuentra en una situación vulnerable. Este tipo de animales puede aparecer en nuestras costas.
Desde la Fundación Mundo Marino explicaron que si se encuentra un ejemplar en la orilla de la playa es porque necesita asistencia veterinaria ya que se encuentra débil y no puede mantenerse a flote.
«Si alguien intenta devolverlo al mar, las olas lo revolcarán e ingresará agua a sus pulmones, empeorando la situación», explicaron.
Qué hacer ante la aparición de un delfín en la playa
NO devolverlo al mar.
Llamar al centro de rescate (02252) 43-0300 (Fundación MM).
Cavar un pozo en la arena y llenarlo con agua hasta las aletas del delfín, dejando el espiráculo (orificio respiratorio) fuera del agua.
En Saladillo se registró un extraño episodio de violencia cuando un hombre golpeó a su hija en la vía pública para recriminarle que no llevaba el casco puesto. “Prefiero pegarle una piña y que no se mate”, se justificó.
La situación ocurrió el pasado miércoles a las 21 horas, cuando un padre intentaba quitarle la moto a dos jóvenes que venían circulando en moto sin casco sobre la calle Belgrano casi intersección con Almafuerte, en la ciudad bonaerense Saladillo.
El hombre los interceptó, les sacó la moto y le pegó a una joven una piña y una patada en el suelo. Ante el cuestionamiento de otras personas presentes en el lugar, el agresor reveló que era su propia hija.
“Estoy cuidando a mi hija y no quiero que se mate. Prefiero pegarle una piña y que no se mate, entendés. No quiero que se mate querida”, aseguró visiblemente alterado.
El video se viralizó en redes sociales y generó todo tipo de críticas contra el agresor.
El violento episodio ocurrió en una casa ubicada en calle 73 entre 16 y 17 de La Plata durante la tarde de este viernes. Un jubilado de 78 años disparó contra su cuidador tras una discusión, luego de que el hombre se negara a darle un vaso de leche. Por suerte, el anciano erró el disparo.
Según fuentes policiales el altercado se inició cuando el cuidador del hombre, un joven de 26 años, se encontraba en la vivienda y el jubilado le pidió un vaso de leche. Ante la negativa, el dueño de casa sacó un revólver calibre 32, le apuntó y disparó, pero afortunadamente erró.
El trabajador pidió ayuda a la esposa del agresor y se puso a resguardo hasta que el hijo del jubilado acudió la vivienda y desarmó a su padre.
Minutos después llegaron al lugar efectivos del Comando de Patrullas que secuestraron el arma, que aún tenía cuatro proyectiles.
Según informaron fuentes del caso en base al testimonio de la familia, el anciano padece la enfermedad de Parkinson y demencia no declarada.
La causa fue caratulada como «tenencia ilegal de arma de uso civil y abuso de arma» y quedó en manos de la UFI N° 2 de La Plata.
Tras la intervención judicial, el acusado fue notificado del artículo 60 del Código Penal, pero no se dispusieron medidas privativas de la libertad en su contra.