El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, entregó viviendas en Bragado y aseguró que los «medios porteños se la pasan diciendo que la provincia no funciona y muestran las dificultades históricas para demolernos el ánimo y autoestima». Además apuntó duramente contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
«La Corte Suprema suspendió elecciones provinciales. Fue un mensaje, una advertencia, una amenaza. No tiene el derecho, la potestad, ni la legalidad de decidir sobre las elecciones provinciales», señaló Kicillof al encabezar un acto en la cuidad de Bragado, donde entregó ambulancias.
Acompañado por el intendente de Bragado, Vicente Gatica; la vicegobernadora, Verónica Magario; y el ministro de Hábitat, Agustín Simone, Kicillof aseveró este mediodía, el gobernador bonaerense entregó ambulancias y 42 viviendas, que son parte de un proyecto de 116 casas reactivadas: 40 están ubicadas en el Barrio Nuevo Horizonte, en un complejo cercano al Hospital Municipal, y dos en el Barrio Las Violetas.
La obra total demandó una inversión de $159 millones de pesos y se trata de casas de 44 metros cuadrados y acceso a las redes de agua, cloacas, gas natural y energía eléctrica.
En ese marco, Kicillof criticó también que el máximo tribunal «se metió no sólo con las elecciones» sino también «con los recursos de las provincias» y dijo que ve «en riesgo los recursos, nuestro sistema electoral».
«La Corte está formada por cuatro personas que se ponen encima de la democracia, de la cuestión tributaria, y del federalismo argentino. Ello puede resultar abstracto y lejano, pero la provincia tiene muchas necesidades y mucha deuda con su pueblo», continuó.
Sostuvo que ello «tienen que ver con que la provincia ha cedido coparticipación y aporta 40% de lo recursos nacionales y recibe sólo el 20» y añadió que «sobre eso, cuatro señores decidieron sacarle fondos a nuestra provincia y dárselo a la Ciudad de Buenos Aires, que no tiene falta de gas, de caminos, de luminarias, de universidades, de escuelas, ni de hospitales».
«Dejen de trabajar para la jurisdicción más rica del país y piensen en todo lo que les falta a las demás», pidió el economista y rechazó que «cuatro señores, dos de ellos que aceptaron ser nombrados por decreto, proscriban candidaturas a 40 años de recuperada la democracia».
Luego, dijo tener «una mirada federal» y creer «en un modelo en donde no todo se centralice en 20 manzanas donde está el sector financiero pero no las fábricas, ni el campo» porque éstas «están en la provincia, con su modelo productivo, de trabajo y de empleo».
«Decían cuando asumimos que sólo gobernaríamos para el conurbano. En el interior de nuestra provincia hay un plan de desarrollo con justicia social y, para ello, estamos haciendo enormes inversiones», continuó Kicillof y manifestó: «Hemos sido muy atacados. Dicen que la provincia es inviable, piden dividirla y separarla en pedacitos».
En ese sentido, planteó que «la derecha no cree en un modelo federal» sino que se trata de un espacio que «endeuda y fuga, que deprecia la producción propia, el país integrado, la industria y el trabajo nacional», y puso de relieve que «hay modelos distintos en disputa».
«No le tengo miedo a la discusión . Pero uno se pregunta cuando hablan de dinamitar o de echar empleados del Estado ¿Cómo será? ¿Echarán maestros o trabajadores de salud? Ahí donde el mercado no llega a satisfacer necesidades, debe haber un Estado presente, que cumpla con los derechos», concluyó.