Carlos Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino múltiple de la historia criminal argentina, pidió por primera vez de manera formal su libertad tras 50 años en prisión. Su objetivo es continuar su vida en un asilo de ancianos en San Nicolás, Buenos Aires. Lo hizo el jueves, justo el día en el que cumplió 71 años.
Lo hizo mediante su nuevo abogado, a quien conoció en octubre pasado, Jorge Alfonso. Ya en aquel primer encuentro en la Unidad 26 de Olmos, donde el 3 de febrero pasado cumplió medio siglo tras las rejas, el detenido le expresó la voluntad de recuperar su libertad. Pero para eso faltaban detalles que estas últimas semanas se terminaron de afinar.
El año pasado Alfonso había expresado que hizo una presentación ante la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro para pedir por su “inmediata liberación” con el argumento de que su pena “está agotada”, detallaron.
Ante ese requerimiento los jueces le pidieron dos cosas: que una persona sea la garante de Puch, es decir que funcione como un tutor/encargado que lo cuide, lo atienda y controle sus actos. Y por otro lado que sea el propio “angel de la muerte” quien mediante un escrito pida salir en libertad.
Las dos cosas se cumplieron. Primero aparecieron dos mujeres que se comunicaron con el abogado y le dijeron que estaba dispuestas a recibirlo en el asilo de ancianos donde trabajan. Allí se puede quedar a vivir el resto de sus días.
“Es un hogar en el cual estaría alojado al fondo con una casa aparte. Las personas que viven allí no tendrían problema que vaya a residir junto a ellos. También va a haber un cura para darle contención espiritual y la gente de la Iglesia se encargaría de darle una contención material”, explicó su actual defensor.
El segundo requerimiento se terminó de cumplir hace solo 24 horas. Es que el jueves, cuando el mayor asesino en serie de la historia cumplió 71 años, finalmente firmó de puño y letra el pedido para poder salir de prisión.
La historia del asesino Robledo Puch, el Ángel de la Muerte
Puch fue detenido el 3 de febrero de 1972 después de protagonizar 11 asesinatos y otros delitos. En noviembre de 1980 quedó firme su sentencia y se lo condenó a “reclusión perpetua con la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado”.
Durante medio siglo pasó por distintas instituciones penitenciarias. Primero quedó detenido en la Unidad Penal 9 de La Plata de donde escapó el 7 de julio de 1973. A los tres días fue recapturado.
Años más tarde lo trasladaron a la Unidad 2 de Sierra Chica, en la que permaneció hasta el 23 de mayo del 2019 cuando lo internaron en el hospital municipal de Olavarría por una “neumonía multifocal”.
Al recibir el alta lo derivaron a la Unidad 22 de Olmos. Actualmente se encuentra en la Unidad 26 del mismo distrito. Tiene 70 años y sufre de asma, epoc y problemas de movilidad.