En eLa historia detrás de El Ángel de Bolívar: una pyme lácteal marco del segmento Historia Pyme de Todo Provincial RADIO, Marcelo Catz repasó el nacimiento y el presente de Lácteos El Ángel de Bolívar, la usina láctea que desde 2017 procesa 35 mil litros diarios y que logró consolidarse en el mercado aun en un contexto económico adverso. La empresa QMGC se transformó en un caso de referencia por su apuesta por la tecnificación, la calidad y la persistencia.
El Ángel de Bolívar: los inicios del proyecto y el origen del nombre
Catz recordó que eligió el nombre casi por casualidad: “No se me ocurrió ninguno y cuando se me ocurrió ‘El Ángel’ busqué en el registro y ya estaba tomada. Entonces ‘El Ángel de Bolívar’ no estaba tomado y ahí quedó el nombre del queso”.
La planta comenzó a funcionar el 1° de diciembre de 2017, cuando llegó el primer camión de leche. “Empezamos con 10.000 litros por día y hoy ya estamos en los 35.000”, destacó. Desde entonces, la firma trabaja con tamberos de la zona, algunos desde el primer día.
Un empresario sin pasado en el rubro y un “salto al vacío”
Lejos del perfil tradicional del sector, Marcelo Catz llegó a la industria láctea después de una extensa trayectoria internacional: “Me fui de Argentina en 1978 y trabajé 30 años afuera, en Londres, Nueva York, Madrid y Milán, siempre en finanzas”.
Su desembarco en el mercado lácteo se dio tras invertir en una empresa de Suipacha, experiencia que terminó en conflicto con socios extranjeros. Aquella etapa, sin embargo, lo llevó a identificar una oportunidad: “La manera más eficiente de procesar leche era hacer queso, que tiene menos agua y abarata la logística”.
La búsqueda de tierras lo llevó a recorrer la ruta 5 hasta que encontró una alternativa viable en Bolívar: “El parque industrial de Bragado era ideal, pero inaccesible en precio. Finalmente un agente inmobiliario me consiguió un terreno en Bolívar”.
La construcción de la planta y el desafío de producir en Argentina
La obra, prevista para seis meses, tardó dos años. “La maquinaria principal iba a tardar seis meses y tardó dos años”, detalló. Al inicio vendieron queso a pérdida para posicionar la marca, pero la calidad del producto los ayudó a ganar reconocimiento.
Con el tiempo, la empresa incorporó tecnología que hoy resulta clave para la sobrevivencia: “Nuestra eficiencia es más del doble de la media nacional”. Esa tecnificación permite que, pese a la caída del 20–30% en las ventas, la firma pueda sostener los 17 puestos de trabajo actuales.
Caída en las ventas, costos financieros y resistencia pyme
La situación económica golpea de lleno: “Las ventas cayeron 20 o 30%. Los préstamos bancarios están al 90 o 100% cuando la inflación es del 2%. Así es imposible”.
Aun así, aseguró que no están en riesgo los puestos de trabajo: “Podemos seguir manteniendo al personal. Nunca tuvimos problemas con el sindicato”.
La planta está diseñada para elaborar quesos blandos: cremoso, port salut, muzzarella y masa para queso. “El caballito de batalla es el cremoso”, enfatizó Catz.
QMGC tiene tres marcas propias:
El Ángel de Bolívar, la insignia de la empresa.
El Diablito, otra línea de cremoso.
Simón de Bolívar, un producto más económico lanzado hace dos meses.
Además producen para terceras marcas cuyos envases reciben de otros distribuidores.
Distribución y límites logísticos
El empresario explicó por qué no venden de manera directa en comercios minoristas o supermercados: “Para supermercados necesitás capital para financiar y aceptar condiciones arbitrarias. Y para negocios de barrio necesitás una estructura logística que no tenemos”.
Actualmente trabajan con un gran distribuidor en La Matanza, realizan venta en puerta de fábrica y abastecen pedidos por pallet.
De la usina láctea a la industria espacial: el rol de Catz en Tlon Space
Además de su labor en la pyme, Catz integra el directorio de Tlon Space, la empresa que desarrolló el cohete Aventura I, íntegramente diseñado en Argentina, que está por ser lanzado al espacio desde Lobería. Allí se encarga de relaciones institucionales.
El empresario explicó el concepto detrás del proyecto: “Hoy todos piensan en SpaceX, pero SpaceX es como el bondi de larga distancia. Si tenés que bajar antes, no podés. Tlon nace para llevar cargas pequeñas directamente al punto exacto en órbita”.
El cohete tiene solo 12 metros, pesa 80 kilos vacío y no más de 900 kilos cargado. “El concepto es totalmente minimalista”, afirmó.
Sobre el futuro, aseguró que si Tlon vuela con éxito será el único cohete del mundo capaz de llevar pequeñas cargas al espacio a bajo costo.