Unidad Ciudadana votó en contra de la “Emergencia en Infraestructura” porque facilita la evasión de controles
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En una nueva sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, los legisladores expresaron sus argumentos contra las medidas impulsadas por la gobernadora María Eugenia Vidal.
El bloque de Unidad Ciudadana FpV PJ votó negativamente el proyecto presentado por Cambiemos para prorrogar por un año las declaraciones de emergencia en materia de infraestructura, hábitat, vivienda y servicios públicos y en materia administrativa y tecnológica declaradas por las leyes 14.812 y 14.815. La presidenta, Florencia Saintout, dijo tras la aprobación sobre los discursos de los diputados de Cambiemos: “Escuchamos discursos que tienen un carácter extravagante tan grande que parece que viven en otra provincia o, directamente, son hipócritas”.
“Espero no acostumbrarme nunca a escenas como las de hoy y que la hipocresía que circula en el recinto pueda verla y repudiarla la totalidad de la población”, expresó la legisladora y agregó: “Esperemos que en las próximas sesiones estén los palcos abiertos, que los proyectos pasen por las comisiones correspondientes y que los más jóvenes que nacieron en democracia empiecen a transformar esto y a hacerlo de otra manera”.
El diputado Walter Abarca sostuvo que el oficialismo busca aprobar estas emergencias “Para poder pagarle a los ceos que vienen de las empresas para asesorar a los ministros provinciales y que así puedan ganar lo mismo que gana el ministro”. En esta línea, Abarca recordó que “cuando la gobernadora asumió nos dijo que entre sus prioridades estaba una nueva ley de obras públicas, porque decía que las leyes venían en carreta. ¿Por qué la cajonearon y pretenden seguir con la emergencia? Lo único que pedimos es que no votemos la emergencia y que votemos una ley de obras públicas que el mismo oficialismo impulsó y hoy esconde”.
Facundo Tignanelli también destacó sobre este punto que “todos los bloques trabajaron para que existiera una ley y nos enteramos que mandaron estas emergencias. ¿Para qué sirve que sesione esta Cámara? Los diputados trabajamos para que los proyectos no pasen por las comisiones”.
Retrocesos en educación en la provincia
El diputado Juan Debandi celebró “la fuerza de la representación gremial y de los docentes” que hizo que el gobierno bonaerense “que no está preocupado porque la educación pública sea lo principal” diera marcha atrás con el cierre de algunas de las “33 escuelas rurales y 8 del Delta, que consideró que ya no eran importantes y que podían quedar cerradas”.
Sobre otros retrocesos en educación, César Valicenti afirmó que desde el gobierno “están cerrando los cupos de los fines y a los pibes que dicen que les enseñan robática les sacan las computadoras. Dicen que van a ser pibes incluidos en las nuevas tecnologías de la información y dejan de darles las netbooks del Plan Conectar Igualdad para su formación”. “Tienen que dejar de hablar con tanta liviandad de las supuestas mejoras en educación, porque no existen”, concluyó.
Día de la memoria, la verdad y la justicia
En el recinto, los diputados hablaron sobre el 42° aniversario del Golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura cívico militar. Miguel Funes se dirigió a sus pares de Cambiemos y expresó: “Los desaparecidos son 30.000 y lo vamos a repetir incansablemente. Entre estos hombres y mujeres del campo sindical hubo muchos trabajadores de la educación y pensaba en estos años, cuando las fuerzas de seguridad ingresaron e ingresan a establecimientos educativos sin autorización ni motivos”.
Lauro Grande impulsó un proyecto para que los municipios bonaerenses incorporen en sus plazas centrales un pañuelo blanco como emblema y homenaje a las Madres de Plaza de Mayo. En relación a los pañuelos, el diputado sostuvo que “recorren el mundo como símbolo de lucha y de liberación y de memoria, verdad y justicia” y agradeció a las mujeres que aún siguen marchando los jueves en la Pirámide de Mayo: “Vamos a seguir luchando y viviendo por ellas”.
En una jornada cargada de tensión política, sectores del peronismo y del campo popular denunciaron que la condena a Cristina Fernández de Kirchner es el resultado de una “perversa persecución política, mediática y judicial” que se inició hace años y que hoy se consagra como una “auténtica infamia”.
La sentencia judicial fue calificada como un nuevo capítulo en la larga historia de ataques al peronismo y, en particular, a figuras que —como Cristina— “se atrevieron a transformar la Argentina en favor de las mayorías”. La denuncia apunta directamente al accionar del gobierno de Mauricio Macri, al que se acusa de haber montado un sistema de espionaje ilegal, armado de causas y manipulación de pruebas con el objetivo de perseguir a la expresidenta, su familia y sus exfuncionarios.
Según este análisis, el lawfare se consolidó como política de Estado durante ese periodo, una práctica que no solo buscó el descrédito judicial, sino también la estigmatización del campo popular. “Hoy, con un presidente para quien ‘la justicia social es una aberración’, el clima de odio, autoritarismo y hostigamiento se ha intensificado”, se remarcó, aludiendo al actual jefe de Estado, Javier Milei.
Para estos sectores, tanto Macri como Milei comparten un profundo desprecio por la democracia y por la dignidad del pueblo. Y por eso, hoy celebran esta condena que, según denuncian, estuvo guiada por un accionar judicial revanchista, carente de apego a la verdad y a la justicia. “No investigaron hechos: ejecutaron un plan. Una vendetta”, aseguran.
Desde esta perspectiva, la intención de fondo es disciplinar a la dirigencia política y blindar privilegios económicos, afectando directamente el estado de derecho y debilitando la democracia argentina. “Hoy esa democracia queda profundamente herida. Y nuestra responsabilidad histórica es defenderla”, concluyen.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, participó del encuentro encabezado por Cristina Fernández de Kirchner en la sede del Partido Justicialista en conmemoración de los fusilamientos de José León Suárez, en un contexto marcado por las versiones sobre un inminente fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad.
Luego de una reunión del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) con intendentes en La Plata , el mandatario provincial viajó hacia la Ciudad de Buenos Aires para sumarse al acto en Matheu 130, que reunió a una gran cantidad de dirigentes del oficialismo. Entre los presentes estuvieron Mario Secco, Julio Alak, Andrés Larroque, Gabriel Katopodis, Verónica Magario, Cristina Álvarez Rodríguez y Carlos Bianco.
La fecha, cargada de simbología para el peronismo, rememora los fusilamientos perpetrados por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu en 1956. En ese marco, el homenaje sirvió también para visibilizar el respaldo a la ex presidenta en medio de los rumores sobre la posible confirmación de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, lo que podría afectar su candidatura como legisladora por la Tercera Sección.
En ese contexto, Kicillof reposteó un mensaje de su agrupación Movimiento Derecho al Futuro (MDF) en el que se denuncia una persecución judicial contra Cristina Kirchner. “Basta de perseguir a Cristina, basta de odio contra el peronismo”, expresaron desde la cuenta oficial del MDF en X.
El mensaje estuvo acompañado de un video con fragmentos de un discurso reciente del gobernador, donde advirtió: “Estamos bombardeados y rodeados de odio, insulto y crueldad. Parece que quieren condenar de nuevo a Cristina”.
Kicillof agregó que “desde acá dejamos en claro: ¡Basta de persecución! ¡Basta de partido judicial!”, reforzando la denuncia de una embestida desde el Poder Judicial contra el espacio político liderado por la dos veces presidenta.
Durante el encuentro de intendentes en La Plata también se repasaron definiciones estratégicas del espacio de cara a las elecciones legislativas, que serán planteadas como un plebiscito a la gestión de Javier Milei. Desde el Movimiento Derecho al Futuro destacaron que la actividad sirvió para renovar el compromiso militante y trabajar en la reactivación del voto de los sectores desmovilizados.
En el lanzamiento formal del MDF, realizado días atrás en La Plata, Kicillof aseguró que el presidente “le declaró la guerra al pueblo que labura”. “La motosierra no era para la casta, era para el pueblo”, lanzó en un discurso en el que llamó a conformar un gran frente bonaerense para enfrentar las políticas de ajuste del gobierno nacional.
“El modelo de Milei no es nuevo. Es la continuidad de Martínez de Hoz, Cavallo y Macri. Es planchar el dólar, destruir la inversión pública, aplicar tarifazos, abrir la economía y reprimir los ingresos”, analizó el gobernador. Y agregó: “Le declaró la guerra a la industria nacional, al chacarero, a las pymes y al pueblo que trabaja. En vez de lamerle la bota a Trump, debería escuchar cómo protege su economía”.
Finalmente, Kicillof hizo un llamado a la unidad del peronismo: “El único adversario que tenemos es Milei. Tenemos que evitar que la motosierra cruce la General Paz”.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó este viernes una cargada agenda en General Villegas, donde cuestionó duramente el ajuste del gobierno nacional contra el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Junto al ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, advirtió sobre los efectos de lo que calificó como un “plan de liquidación” de una de las instituciones más valoradas del desarrollo productivo argentino.
En su intervención, Kicillof fue terminante: “Es un crimen que lo quieran cerrar. No se puede explicar, no se entiende”. Según el mandatario, la ofensiva contra el organismo constituye “una motosierra sobre la ciencia aplicada al campo argentino”, y representa un retroceso difícil de reparar. El respaldo llegó luego de que Walter Miranda, director de la Estación Experimental INTA Villegas, le entregara una nota relatando la crítica situación del personal técnico y profesional.
El gobernador también expresó su preocupación por los intentos del Ejecutivo nacional de modificar la estructura del Consejo Directivo del INTA para profundizar el ajuste: “Cada trabajador del INTA lleva consigo una experiencia irreemplazable. No se puede reemplazar eso con Excel ni con frases de campaña”.
Rodríguez, por su parte, denunció que “lo que hace Sturzenegger es un cientificidio. Es una nueva versión de mandar a los científicos a lavar los platos”. Además, valoró el trabajo de las chacras experimentales del INTA como piezas claves para garantizar soberanía tecnológica en la producción agropecuaria.
Más tarde, durante una entrega de maquinaria agrícola en la Escuela Primaria N° 45, Kicillof redobló la apuesta: “Va a ser muy difícil tener actividad agropecuaria sin el INTA. Dicen querer un país agroexportador, pero quieren eliminar las instituciones que hacen posible esa producción. No lo van a entender nunca”.
El mandatario también valoró el aporte del organismo en el desarrollo de semillas resistentes y tecnologías que han colocado a la Argentina en un lugar de relevancia internacional: “Han llevado al país a las primeras planas con sus avances, y ahora los quieren arrasar por ignorancia o por intereses ajenos”.
Las palabras del gobernador resonaron especialmente en el distrito de General Villegas, donde el campo y la ciencia rural se encuentran cara a cara. En esa misma región, pero hacia el sur, a 22 kilómetros de la ciudad de Los Toldos, vive otro símbolo del campo con alma y compromiso: el monje benedictino Mamerto Menapace, conocido como el “cura gaucho”.
Menapace, escritor y narrador de cuentos criollos, ha defendido con voz pausada y lenguaje campero la necesidad de unir la tierra con lo sagrado. Autor de 52 libros, muchos de ellos en lenguaje gauchesco, escribió incluso los salmos de la Biblia en verso criollo y llegó a decir que “para ser sacerdote argentino hay que tomar mate y usar poncho”, recomendación metafórica que bien podría aplicarse al compromiso que hoy exige la defensa del INTA: hablar el idioma del pueblo, desde la tierra, con sentido comunitario.
Tal como Menapace descubrió a Dios en los ritmos de la naturaleza, para Kicillof y su equipo, la sabiduría agropecuaria se cultiva con ciencia y con Estado. En ese cruce entre lo técnico y lo espiritual, el campo argentino pide volver a tener voz propia. El INTA, como ese cura de poncho rojo, no se rinde ni se deja arrasar por una motosierra.