Se trata de Sebastián Abella de Campana. El dirigente del PRO que además integra el “Grupo Dorrego” expresó, a través de su jefe de Gabinete, su voluntad de reformar la Ley que pone un límite a la reelección indefinida de los intendentes bonaerenses.
El funcionario y mano derecha de Abella en el gobierno municipal, Ezequiel Sabor, manifestó su postura en torno al debate sobre la ley 14.836 que limita a dos los mandatos consecutivos para los intendentes bonaerenses.
“No solo es cuestionable su aplicación desde su sanción, sino que también menosprecia la voluntad popular de los ciudadanos”, aseguró el jefe de Gabinete de Abella.
Y agregó: “La misma atenta con la libertad de elección por parte de los vecinos al limitar las candidaturas posibles”.
La Ley 14.836 fue aprobada en 2016 con el impulso de Cambiemos y el Frente Renovador. La medida recién tendría efectos en las elecciones del 2023, cuando una importante cantidad de intendentes de todos los partidos que llevan dos o más mandatos consecutivos no podrán presentarse.
Ahora, el hombre de Abella reconoció: “Con el empuje del debate que de algún modo acompañó el presidente nacional Alberto Fernández, no solo desde el peronismo salieron al cruce para reabrir el debate con la intención de prorrogarla”.
Según pudo averiguar Todo Provincial, algunos intendentes analizan llevar esta ley a la justicia y avanzar con un pedido de inconstitucionalidad debido a que la normativa se aplicó en forma retroactiva sobre los intendentes elegidos en 2015 a pesar de que la sanción se produjo un año después. Esa opción serviría sólo para postergar el debate por 4 años más. La otra alternativa sería impulsar una nueva ley que modifique o derogue esta normativa en la Legislatura.
Abella integra el “Grupo Dorrego”, un nuevo espacio de intendentes de Juntos por el Cambio que está conformado por Jorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata), Pablo Petreca (Junín), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Jorge Etcheverry (Lobos) y Ezequiel Galli (Olavarría).
Sobre esto, Sabor consideró que “es posible” dejar la ley sin efecto “siempre y cuando se avance en un debate con gran consenso político” que además “ponga en el centro de la discusión una verdadera reforma política”.