Desde el inicio de la cuarentena se produjo un crecimiento en la venta de determinadas materias primas para la elaboración de alimentos como huevo, harinas y levaduras. Otro rubro que tuvo un gran auge fue la producción de embutidos y salazones en el hogar. Todo Provincial entrevistó al dueño “La Casa para el Embutido” presente en Olavarría, Bolívar y Coronel Suárez.
“Con los primeros fríos es un clásico en el interior bonaerense la elaboración propia de embutidos y salazones. Con la pandemia, las personas estuvieron más tiempo en la casa, se dedicaron más a la cocina y muchas familias hicieron sus propias elaboraciones”, aseguró a TODO PROVINCIAL, Rodolfo Orsi, propietario del comercio mayorista y minorista “La Casa para el Embutido”.
“Los clásicos siempre son el chorizo seco, la bondiola, lomitos, jamones y el queso de cerdo. Cuando arrancó la cuarentena la verdad es que teníamos mucha incertidumbre pero al final logramos sostener las ventas e incluso hubo un crecimiento respecto a años anteriores”, destacó el comerciante.
“La Casa para el Embutido” tiene su casa central en Olavarría pero también cuenta con sucursales en Bolívar y Coronel Suárez. El comercio se especializa en la venta mayorista y minorista de todo tipo de especias y condimentos.

A principios de julio, este portal había entrevistado al docente de “Educación en Tecnología Alimentaria (ETAL), Cristian Ortiz, sobre la realización de cursos virtuales sobre fabricación de embutidos y salazones. El profesional ya había destacado el marcado interés que se despertó este año en la comunidad respecto a la elaboración propia de alimentos.
“La gente compra cortes de cerdo y va experimentando. Nosotros les damos asesoramiento en los locales porque tenemos personal capacitado. Todo es sencillo pero hay que seguir determinados pasos”, contó Orsi.
Y destacó: “Cuando ven lo que gastan elaborando ellos y lo que sale en una fiambrería muchos se sorprenden. Por ejemplo, el costo de hacer una bondiola es ínfimo en comparación con lo que sale comprarla en fetas. Además se logra la satisfacción de comer algo que se hizo con las propias manos”.
El comerciante además se refirió a los peligros de comprar chacinados en la calle y la necesidad de pensar los condimentos como un alimento que debe reunir todas las garantías en materia de seguridad e higiene.
“Nosotros traemos condimentos directo de los productores y garantizamos la calidad. Mucha gente no toma conciencia y compra bolsitas sin saber qué hay adentro verdaderamente. Hay que pensar que los condimentos son productos alimenticios que muchas veces consumismos sin siquiera mediar una cocción”, explicó.
Oportunidad en cuarentena: ofrecen cursos virtuales de elaboración de “embutidos” y “salazones”