Estas maquinarias son de las más solicitadas en la industria agrícola, destacándose por sus excelentes rendimientos. Eso sí, debido a la actual situación económica, la realidad indica que son cada vez más costosas. Es por eso que hoy en día adquirir cosechadoras y sembradoras pasó a ser una de las opciones predilectas por quienes necesitan contar con ellas.
Con el valor del dólar y los impuestos que cada vez son más altos, la posibilidad de adquirir maquinarias nuevas es cada vez más compleja. Y más si hablamos de una cosechadora o sembradora, que rondaría los U$S 300.00 por cada una de ellas.
Es por ese motivo, que el mercado de las maquinarias usadas ha aumentado su demanda y, tanto en concesionaras como también mediante sitios webs vinculados a este sector, cada vez son más los potenciales compradores que optan por su herramienta de trabajo con algunos años de uso antes que comprar un modelo nuevo.
Para saber más, aquí encontrarás toda la información necesaria para de esa manera saber qué es lo que cada uno necesita dependiendo de los requerimientos y objetivos que desee alcanzar.
Las sembradoras y su uso
Ante todo, hay que tener en cuenta que las sembradoras pueden ser de grano fino o de grano grueso.
Las de grano fino son para semillas pequeñas, como las leguminosas o los cereales. Por su parte, las de grano grueso son para se emplean en la siembra del maíz y el algodón, por ejemplo.
Las sembradoras poseen un tren de siembra que se ensambla a través de paralelogramos que obtienen su movilidad mediante un sistema de bujes.
Actualmente, gracias a la gran evolución de los dosificadores, las sembradoras brindan las garantías necesarias para que la efectividad sea muy alta y el rendimiento del producto termine siendo muy positivo más allá de las irregularidades y la topografía sobre la que se trabaja.
En cuanto a lo que a sembradoras usadas respecta, cabe destacar que no todas cuentan con esta tecnología mencionada anteriormente. Eso sí, su precio es considerablemente más barato, bajando de alrededor de U$S 300.00 a unos U$S 100.000 o U$S 150.000. Es decir, la mitad, prácticamente. Y claro que vale la pena.
Conociendo las cosechadoras

Las cosechadoras son utilizadas para realizar la recolección de cualquier tipo de cultivo, obteniendo la denominada cosecha útil.
Son máquinas que reúnen todo el equipamiento adecuado y las condiciones para realizar todo el proceso en cuestión en una única fase.
Además, hay cosechadoras que pueden llevar a cabo el trabajo en diferentes etapas: primero la recolección, luego la siega y finalmente la limpieza.
Cabe destacar que las cosechadoras están compuestas por su motor, un sistema de caja de cambios que puede ser manual o automático, su correspondiente mecanismo de corte, trillado y limpieza, y el espacio de almacenado.
Todo esto, siempre y cuando nos refiramos a los modelos tradicionales, basándonos en cosechadoras usadas. Está claro que si apuntamos a diseños recientes, fabricados en los últimos años, contaremos con mayores utilidades de parte de la maquinaria en sí y con un mayor confort en el interior del habitáculo.
Maquinarias usadas
Comprar sembradoras usadas, o cosechadoras usadas, es una de las alternativas que se maneja en la actualidad.
Tal como explicamos anteriormente, sus elevados valores hacen que, sobre todo los pequeños y medianos productores, tengan que recurrir a esta alternativa para así renovar sus herramientas de trabajo.
Claro que estamos hablando de instrumentos que implican tecnología de punta y que por ende sus valores cotizan en moneda extranjera, más precisamente en dólares. Y obviamente, no todos disponen de aproximadamente U$S 300.000 para poder realizar una compra o inversión de esa magnitud.
Es por eso que la mayoría se inclina por vender sus modelos anteriores y comprar una versión intermedia, es decir, más nueva que la que poseían pero no un modelo absolutamente nuevo.
De esta manera, los productores agropecuarios tienen la posibilidad de seguir progresando a la vez que trabajan su suelo y pueden obtener buenos rendimientos sin la necesidad de desembolsar una suma de dinero prácticamente imposible de alcanzar.