El Frigorífico Sur Trade de Mar del Plata anunció el cierre de su planta industrial y el despido de cerca de 200 trabajadores tercerizados de la cooperativa «Cabo Corrientes» abocados al reprocesamiento de merluza y otras especies de pescado. El cierre afecta a unos 100 trabajadores más de otras cooperativas que brindaban servicios para la firma.
Además de los 200 despidos en su propia planta, otros 100 trabajadores de las cooperativas Cruz del Sur, Rosamar y La Nueva Arhehpez reclaman indemnizaciones al quedar fuera del sistema sin pescado para procesar.
«Esta gente no tiene otro ingreso, no tiene nada, dependen del pescado que traen otros frigoríficos para que ellos pongan la mano de obra para procesarlo», explicó a Mi8 Marcela Ibarrola, secretaria gremial del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (Soip).
«Las razones de la empresa son que no les rinde el trabajo, pero el tema es que a ellos no les rinde y se quejan hace mucho tiempo pero siempre se corta por el hilo más delgado que son los trabajadores», agregó la representante.
Este frigorífico, ubicado cerca del puerto de la ciudad, cerró sus puertas luego de que la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport) alertara sobre el peligro de llegar a un «punto de no retorno» debido a la situación económica del sector.
La exclusión de la pesca en la reciente baja de retenciones, junto con la suba de costos operativos e impuestos, está golpeando fuertemente la competitividad del sector. En este sentido, Cafrexport había advertido: “Enfrentamos una altísima estructura de costos internos, burocracia e impuestos como los derechos de exportación -retenciones- que vienen afectando nuestra competitividad y hoy ponen en jaque el futuro de este sector”.
Voces del sector no dudan en atribuir esta exclusión a las tensiones que existen con el gobierno nacional desde que se pretendió modificar la Ley de Pesca en la Ley Bases para habilitar el juego de grandes pesqueras extranjeras a la hora de repartir cuotas de pesca.
«Los despidos vienen desde el año pasado. Tuvimos en la empresa Iberconsa nueve despidos, otra empresa con capitales chinos despidió también a tres trabajadores y la intención es seguir. Hay amenazas de muchas empresas, se hace muy evidente», explicó Ibarrola.
Y alertó: «La perspectiva para este año no es buena. Por todo esto y por las amenazas de reducción de personal o cierres de otras firmas. Venimos viéndolo este ultimo tiempo y ahora iniciando el año ya nos encontramos con una situación grave».