Las anclas fueron halladas el 12 de febrero en las playas de San Cayetano junto a unos 300 metros de cadena. Primero las sacaron del lugar y las dejaron en el ingreso al balneario. Luego de la intervención del Instituto Nacional de Antropología, el material volvió a ser enterrado varios metros bajo la arena.
Los especialistas del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) estudiaron el material y determinaron que tienen una antigüedad de más de 100 años. Por eso, deben ser consideradas patrimonio arqueológico y cultural subacuático y ser protegidas. Con ese objetivo determinaron que lo mejor era volver a enterrarlas.
El investigador del INAPL, Cristian Murray, explicó: “Interpretamos que correspondían a un barco de madera de unos 35 metros de eslora. Cuando se sacaron las anclas lo hicieron junto con los escobenes, los tubos metálicos que entran dentro del casco.”
Y agregó: “Esto no fue un hallazgo aislado, sino que son partes de un naufragio que todavía debe estar en el agua. Creemos que toda esta zona debe ser considerada una zona arqueológica de naufragio”.
El especialista aseguró que el material hallado tiene una antigüedad de entre 100 y 120 años. Calculan que el barco de madera habría naufragado entre 1880 y 1920. “Es un elemento muy interesante para la historia de toda la región y además es considerado por ley como patrimonio arqueológico por lo que debemos protegerlo”, remarcó Murray.
Por qué volvieron a enterrar las anclas
Por su parte, la antropóloga Mónica Grosso, antropóloga del INAPL, se refirió a la decisión de volver a enterrar las anclas y cadenas. “Los restos metálicos tienen un proceso de oxidación, pero en condiciones marinas, donde hay depósito de sedimentos se puede preservar el material y también el contexto”, señaló.
Y agregó: “Por eso es importante que cuando se encuentra algún resto se debe dejar en el lugar y tomar alguna referencia para avisar a las autoridades.
La antropóloga señaló que las anclas y cadenas fueron enterrados “para intentar que vuelvan a las condiciones que estaban”, y apuntó: “Si bien sufrieron un deterioro, con el tiempo los restos alcanzan cierto equilibrio con el medio”.
“Lo que se trató de hacer con mucha colaboración de la gente es intentar que vuelvan a las condiciones similares en las que estaban para preservarlas para las generaciones futuras. Es algo pionero en la Costa bonaerense”, destacó.
Y adelantó: Todos los registros obtenidos serán exhibidos en forma atractiva y servirán para seguir investigando la historia del lugar”.