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Rubén Cholo García: “Al ganar en primera vuelta le ganamos a un modelo”

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Tras el triunfo de Alberto Fernández el titular de la Fesimubo y de la CTM habló del Pacto Social y remarcó que “el esfuerzo lo van a tener que hacer los que más ganaron con Macri”. Asimismo sostuvo que “al aparato productivo lo mueven los trabajadores y que nadie puede ganar menos que la Canasta Básica”.

En diálogo con Todo Provincial el dirigente de los municipales argentinos y referente del Frente Sindical para el Modelo Nacional se refirió al triunfo de Alberto Fernández y señaló que “fue una muy buena elección a pesar de que el gobierno contó con los medios nacionales que apuntaron a deteriorar la imagen de Cristina Kirchner”. En tanto consideró que ganar en primera vuelta arrojó una lectura muy clara: “le ganamos a un modelo, si hubiera habido segunda vuelta sería contra un candidato, pero el pueblo argentino le dijo que no al modelo neoliberal”, resaltó.

En cuanto al Pacto Social que pide Fernández manifestó que “va a tener que reunir a todos los actores” y que la pata gremial de ese acuerdo “tiene que reunir a todos los gremios de la CGT que representen realmente a los trabajadores”. En ese contexto definió que a la mesa se van a sentar los diferentes sectores y que cada uno va a defender sus propios intereses. Por eso resaltó que “la CGT va a tener que ser contundente a la hora de hacerle entender a los que más ganaron que tienen que ser los que hagan el mayor esfuerzo”. “Sabemos que el gobierno nacional ideológicamente va a intentar defender a los trabajadores pero no tenemos que dejar que se desgaste”, dijo.

En tanto apuntó contra el núcleo de gremios que mantuvieron una actitud pasiva frente a las medidas antipopulares dispuestas por la actual gestión de gobierno: “En este pacto social los que tienen que plantear fuertemente la posición de que aporten más los que más han ganado, tienen que ser los dirigentes gremiales, y no veo en este futuro pacto a algún dirigente que impulsó hasta último momento la candidatura de Mauricio Macri capaz  de ser  muy contundente con los empresarios porque fueron cómplices del modelo”.

Asimismo sostuvo que “los trabajadores vienen de perder un 24% del salario real y que ya no se les puede pedir más esfuerzos”: “Qué esfuerzo se le puede pedir a un trabajador cuando el sueldo promedio en la Argentina es de 25 mil pesos, frente a una Canasta Básica de 33 mil pesos para una familia tipo”. “El trabajador no puede pagar el costo, el costo lo tienen que pagar los que hicieron grandes negocios con el anterior gobierno”. 

En ese marco apuntó contra el sector financiero y empresario: “En el último tiempo se fugaron 20 mil millones de dólares con la bicicleta financiera. Recibimos un préstamo del FMI de casi 56 mil millones de dólares, y nos van a dejar una reserva de 8 mil millones. Dónde está la plata, si no hubo inversión, si cerraron un promedio de 100 pymes por mes.  No creo que ningún trabajador haya mandado en este proceso 200 millones de dólares al exterior”, expresó.

Unificación de la CGT y recuperar el Ministerio de Trabajo

Para Rubén Cholo García estos son  dos ejes claves en la etapa que se viene. En cuanto al primero de ellos manifestó que “es necesaria la unificación”, no sólo por el retorno de la CTA sino además por el de aquellos gremios que desde 2016 fueron abandonando sus cargos en el consejo directivo de la CGT para reagruparse en siglas más combativas contra las políticas de ajuste y el aumento de la desocupación que recaían en sus representados como la Corriente Regional y el Frente Sindical para el Modelo Nacional: “Nos fuimos porque planteábamos que se le estaba dando mucho tiempo al gobierno de Macri, mientras que muchos dirigentes, varios de ellos paradójicamente  estaban en la foto de Tucumán con Alberto Fernández, nos decían que era apresurado, que no había que confrontar porque Macri venía por ocho años, y nosotros les decíamos que el país no resistía ocho años de un gobierno neoliberal”.

La foto de Tucumán se tomó el lunes inmediato a las elecciones con motivo de la asunción de Juan Manzur por un segundo mandato como gobernador, y entre los gremialistas invitados figuraron: Jose Luis Lingeri (Obra Sanitarias); Roberto Fernández (UTA), Victor Santamaría (porteros), Omar Viviani (taxistas), Antonio Caló (metalúrgicos), Andrés Rodríguez (UPCN), Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Julio Piumato (judiciales).

“Me sorprendió que no estuviera ninguno de los que dimos la pelea y que si hayan estado algunos que hasta el día anterior eran macristas y que hoy están impregnados de Albertino”, ironizó. Pero García, quien recopila varias vivencias luego de acompañar a su padre también dirigente municipal prácticamente desde la infancia asegura que “esto pasa siempre”: “Espero que Alberto sepa reconocer cuales son los gremios que realmente han enfrentado el modelo y los que hoy dicen ser albertistas de la primera hora”, dijo.

 

Kicillof: “La ley de los municipales no se toca”

Otro de los temas de consulta fue sobre su relación con el gobernador electo, con quien compartió varias reuniones durante la campaña electoral. Una de ellas se dio luego de las PASO, de la que participaron además los dirigentes de Camioneros Hugo y Pablo Moyano, el diputado Carlos Cuto Moreno y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, donde Kicillof ratificó que “la ley 14656 no se toca”.

“Dijo que  es una ley que ha venido a darle derecho a los trabajadores municipales que nunca hemos tenido. Creo que es una definición ideológica muy importante que ha dado delante de Hugo y Pablo y circunstancialmente del intendente”, completó.

Otro de los ejes de la charla giró en torno a la preocupación manifiesta de Kicillof sobre el rojo financiero que hereda: “Le preocupa la deuda de la provincia, dolarizada en un 80%. Esos dólares fueron transferidos a Nación y el gobierno nacional los metió en la bicicleta financiera y luego se fugaron, mientras que a la provincia le quedó la deuda. Otro problema es el Banco Provincia, durante este tiempo los descuentos del 50% si bien beneficiaron a mucha gente, fue una medida electoralista que terminó desfinanciando al Banco al tiempo que se descuidó al aparato productivo. Esto hace la situación preocupante y por eso dijo que Buenos Aires es una provincia arrasada”, apuntó.

El caso Chileno y sus similitudes con la reforma laboral

Rubén García encabeza además el Consejo Directivo de la Confederación de Trabajadores Municipales de las Américas (CONTRAM) que viene de reunirse en la Argentina. En ese marco se lo consultó sobre la crisis chilena desatada días atrás tras la suba de tarifas del transporte. La protesta social dejó al descubierto el endeble sistema de salud, educación y previsión que tiene ese país. Con foco en las jubilaciones basadas en un sistema de AFJP que rige desde el año 92, García coincide que el “aumento fue una excusa” y que la rebelión encarada primero por los estudiantes y la izquierda chilena permitió entrever que “Chile no tiene un movimiento obrero sindical consolidado”.

Esto quedó evidenciado en la cumbre de San Pablo de 2016, donde el referente de los municipales argentinos tomó contacto con la crisis histórica por la que atraviesan a los asalariados chilenos. “Han pasado gobiernos de derecha y de filo centro izquierda, que no es tal porque han mantenido la estructura económica que creó Pinochet, y no puede ser que se mantenga como política de Estado el sistema de AFJP con el fracaso que han tenido en Argentina y América Latina, y expresó que esto se debe a la debilitada representación sindical que poseen. En contraste señaló: “El gremialismo argentino es uno de los más organizados, con tasas de afiliación del 45%, mientras que Chile tiene uno de los más bajos, eso es algo que tenemos que cuidar porque pasa por lo ideológico”.

“Creo que el aumento del boleto fue un pretexto que se viene cocinando de abajo hacia arriba, donde la política la han manejado 20 familias chilenas, donde se calcula que esas familias tienen un capital de más de 200 mil millones de dólares. Si entendemos que Piñera hoy es el presidente y declara un patrimonio de más de 20 mil millones de dólares, esto indica que hay un núcleo muy chico que se lleva la gran parte de la riqueza y explica por qué clase media ha desaparecido prácticamente, porque no tienen todavía un gremialismo unificado en el criterio de defensa de los intereses de los trabajadores. Hoy la clase media baja chilena que quiere mandar a sus hijos a la universidad vive empeñada y no tiene acceso a la salud”, remarcó.

Asimismo comparó el escenario chileno con los puntos de la reforma laboral que finalmente no se trató en nuestro país: “Esto es lo que intentó hacer Mauricio Macri acá y no pudo”. “En Argentina la reforma laboral no pasó y no va a pasar porque tiene un movimiento obrero muy fuerte que se consolidó con Perón, que cambió el paradigma de las relaciones entre el poder y los trabajadores”.  “Cuando se quiso tratar en el Congreso nacional, los gremios que nos fuimos del consejo directivo de la CGT junto a la CTA los que salimos a pelear y no avanzó”.

En ese contexto y consultado sobre el destino del proyecto que quedó en el Senado, que entre otros puntos apuntaba a la discusión por empresa eliminando los convenios colectivos, García expresó: “Cuando los medios monopólicos hablan de flexibilización de los convenios colectivos, que acá no se invierte porque el costo laboral que es caro, con esto quieren decir que los salarios deben ser bajos, que no tenemos que tener obra social. Hoy las obras sociales sindicales componen el segundo prestador más importante después del sistema de salud público, le siguen las prepagas, que vienen sufriendo una serie de aumento indiscriminado”, prosiguió.

“No creo que desde un gobierno peronista como el que va a encarar Alberto Fernández se trate la reforma Laboral al contrario. Lo dijo el problema de la inversión no es el costo laboral, y esa ya es  una definición importante”, completó.

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