Investigadores de las universidades de La Plata, Lanús, Quilmes y Luján desarrollaron el primer alimento bebible a base de quinoa, un cultivo milenario de reconocidas propiedades alimenticias.
El producto butizado «Biba» ya fue lanzado al mercado bajo la producción de «Babasal». Se trata de una Pyme cuyo producto más conocido son los jugos de fruta saludables «Tutti».
«Una porción de Biba aporta vitaminas A, D2, E, B12 y calcio, no contiene sacarosa añadida, conservantes, ni lactosa y es libre de gluten«, destacaron los desarrolladores. Es un alimento con un alto contenido de proteínas, vitaminas, minerales y fibra.
Para hacer realidad este inédito desarrollo, las Universidades Nacionales se vincularon con el INTA-San Juan y los pequeños productores locales de esa región. Este paso permitió acceder a una materia prima nacional y estimular las economías regionales y la agricultura familiar.
Los beneficios de la Quinoa
La quinoa es un cultivo ancestral de origen andino. Se trata de un pseudocereal con proteínas de gran valor biológico que aporta, a su vez, minerales (principalmente calcio, hierro y magnesio), antioxidantes y fibra dietaria.
Esta iniciativa, contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. Participaron científicos de las distintas universidades públicas del país pertenecientes al CONICET. Todos trabajaron bajo la coordinación científica de la Dra. Andrea Gomez-Zavaglia, Directora del CIDCA. La coordinación técnica estuvo a cargo de la Vicedirectora, Dra. Cecilia Puppo, en un consorcio dirigido por el Dr. Emiliano Kakisu, de la UNLa.
“Además de la demanda social, existe la posibilidad de transferir el desarrollo al sector productivo para que la población que sufre diferentes intolerancias a la leche de vaca pueda tener acceso a un alimento bebible a base de un cultivo de la región andina, de alta calidad nutricional”, destacó Gomez-Zavaglia.
Como ventajas adicionales, Biba no contiene sacarosa añadida, ni conservantes, ni lactosa y es libre de gluten.
“Por otro lado, el envasado en tetra-brik convierte a este alimento en un producto versátil, de consumo directo y listo para usar (“ready-to-drink”), y que mantiene su calidad durante por lo menos 10 meses”, agregó la científica de la UNLP.
Es importante destacar la activa participación de la Dra. María Victoria Salinas, del CIDCA, y de los Dres. Gonzalo Palazolo y Darío Cabezas (UNQ) en la formulación del producto, y del Dr. Federico Coluccio-Leskow (UNLu) en la vinculación con Babasal.
El producto fue reconocido en la edición Nº 15 del Concurso Nacional de Innovaciones INNOVAR (categoría «Investigadores» en 2019, y obtuvo una Distinción del Honorable Senado de la Nación en 2020.