En los últimos días, los principales medios de comunicación comenzaron a reproducir las quejas de vecinos del country Nordelta a partir de una «invasión de carpinchos». Sin embargo, lo que se omite es este roedor es una especie autóctona y que el barrio cerrado se construyó sobre humedales de la cuenca del Río Luján.
Los vecinos de Nordelta, en el partido bonaerense de Tigre, empezaron a difundir fotos y videos de los problemas que les originan la proliferación de carpinchos.
Con 400 ejemplares identificados en la zona, se estima que la población podría escalar a 3500 en 2023, por lo que tildaron a la situación «insostenible». Algo similar había sucedido el año pasado en el country Abril, donde la administración desalojó a una familia de carpinchos que se quedaron plantado del otro lado del alambrado. Esa medida derivó en el inicio de una causa judicial.
Algunos vecinos de Nordelta ya están reclamando el traslado de los carpinchos a otra zona. Sin embargo, lo que no se menciona es que este roedor es un animal autóctono, con un área de distribución que abarca desde Panamá
hasta el sur de la provincia de Buenos Aires.
El carpincho es el roedor de mayor tamaño en el mundo y puede llegar a medir hasta 1,30 metros de largo y los 60 kilos de peso. Viven en grupos de 10 a 20 animales, en los que siempre hay un macho dominante que controla un territorio.
Nordelta, una «tragedia ambiental»
Patricia Pintos es geógrafa e Investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP). Por sus estudios sobre el desarrollo de urbanizaciones privadas en la cuenca del Río Luján se transformó en una de las principales especialistas sobre humedales del país.
En diálogo con el portal infoblancosobrenegro.com, la especialista aseguró que un nicho del mercado inmobiliario alrededor de la construcción de barrios cerrados buscó diferenciarse por ofrecer «condiciones paisajísticas ligadas al agua, los humedales y la proximidad a ríos y arroyos». Estas visuales a un paisaje acuático permiten un «mayor diferencial en la renta del suelo».
En Argentina, el primer desarrollo bajo este modelo fue el “Nordelta” en Tigre que se difundió como un gran éxito por lo que muchas otras empresas comenzaron a replicarlo en varios municipios de la zona norte del Conurbano como Escobar, Campana y Pilar.
Sin embargo, la especialista considera que “el Nordelta es una tragedia ambiental» y explicó: «Son 1.600 hectáreas de humedales transformados y fue la punta de lanza de la transformación de más de 10 mil hectáreas sólo en la cuenca del Río Luján”.
La destrucción de los humedales como un negocio
“El problema es que este modelo destruye las características naturales de estos ambientes. Lo mismo que los lleva a aproximarse es lo que los lleva a destruirlos porque estos suelos en sus características naturales serían imposibles de ser ocupados”, apuntó Pintos.
Los humedales son toda superficie de terreno que presenta como característica el estar inundado de manera permanente o semipermanente. Casi un cuarto del país está ocupado por humedales y los hay de diferentes tipos. En los últimos días, activistas realizaron una caravana en kayak desde Rosario hasta el Congreso para exigir la sanción de la Ley de Humedales.
“Se acondiciona el terreno para hacerlos habitables, eso significa arrasar con el humedal porque se lo rellena y se eleva la cota para que deje de ser inundable. El primer daño es que se eliminan ecosistemas extremadamente valiosos por sus características. Son áreas en los que se recargan de forma rápida los acuíferos subterráneos por los que nos aprovisionamos de agua, retienen el excedente hídrico de las inundaciones, mitigan los efectos de las sequías y generan microclimas con una biota particular”, remarcó la geógrafa.
https://www.youtube.com/watch?v=ixSFRsUXBx8
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