Mercedes: compraron una vieja fábrica de ladrillos para transformarla en un emprendimiento “único” en el país
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Una familia de Mercedes adquirió una fábrica de ladrillos abandonada que supo ser el «corazón» de la localidad de Altamira. Luego de limpiarlo a fondo e implantar un viñedo, avanzarán con un emprendimiento gastronómico y turístico que promete darle vida al pueblo. Ahora preparan un evento en las «ruinas» para presentar en sociedad este ambicioso proyecto.
La fábrica de ladrillos «Corinema» comenzó a funcionar en septiembre de 1947 y en su momento de esplendor llegó a emplear a 100 trabajadores. En 1994 cerró sus puertas en forma definitiva pero en el predio quedó en pie uno de los dos Hornos Hoffman que existen en Argentina.
Se trata de un sistema de horno de ladrillos de calor continuo patentado en Alemania en el siglo XIX que cuenta con dos llamativos túneles de 70 metros y una imponente chimenea de 25 metros de altura. Ahora, será el primero en sudamérica en ser restaurado con fines turísticos y gastronómicos. Detrás de sus paredes exteriores pasa el único Tren turístico de la provincia de Buenos Aires que une Mercedes con Altamira y Tomás Jofré.
En diálogo con Todo Provincial, Ariel Achili, encargado del proyecto, contó: «Yo estudié un posgrado en turismo rural en la UBA, soñando siempre con un proyecto propio. El año pasado mi familia adquirió el predio de la fábrica Corinema que era el alma de Altamira, un elefante blanco que está declarado patrimonio histórico de Mercedes».
Y detalló: «Decidimos comenzar a recuperarlo. Hasta ahora, en un año, avanzamos con el trabajo de limpieza profundo. Además implantamos un viñedo con fines productivos y turístico con variedades de uvas para hacer vino como malbec, merlot, cabernet franc, entre otras».
Este sábado 25 de noviembre, «Nueva Corinema» hará un evento para inaugurar el viñedo y el «kilómetro cero» del proyecto. «Será algo integral con una visita guíada, arte en vivo, música, gastronomía y bebida«, detalló Achili.
Y señaló: «Sacamos más de 300 camiones de escombros y basura, pero todavía es una ruina. Por eso a este evento lo llamamos «Ruinas», es un festival en el corazón de las ruinas de esta emblemática fábrica».
Sin dudas, el ícono del predio y del nuevo emprendimiento son los túneles de ladrillo de 70 metros de largo. «Eran propiamente el horno hoffman, donde se cocinaban los ladrillos de arcilla y tierra. Arriba, en un sobre techo, estaba la sala de fuego desde donde se inyectaba el fuego con fuel oil», explicó el encargado del proyecto.
Y remarcó: «Juntamos a la gente del pueblo y escuchamos la historia de los ex trabajadores para averiguar todo sobre el lugar. No queremos voltear nada sino encontrarle una utilidad a cada parte de la fábrica».
Ariel adelantó que el objetivo del emprendimiento será «ofrecer una experiencia integral», y contó que primero comenzará a funcionar un restó pero que luego también está proyectado crear un alojamiento rural. «El viñedo demandará tres años para comenzar a ser productivo», explicó.
El predio de Corinema tiene tres hectáreas de las cuales casi la mitad está construida y el resto tiene espacios verdes, con arboladas y montes. Pegado a la fábrica pasa el tren turístico de Mercedes inaugurado hace pocas semanas.
«Estudié turismo y por eso me apasiona, estamos a una hora de Buenos Aires y el turismo rural crecerá en forma indefectible por lo que hace falta ordenarse«, remarcó Achili.
Más de 300 rodanteros vivieron un fin de semana inolvidable en la Quinta municipal de Daireaux, donde se llevó a cabo el 2do Encuentro Rodantero.
Con una variedad de actividades como espectáculos musicales, asados, y un excelente clima, este evento multitudinario consolidó a Daireaux como un destino turístico atractivo en la provincia de Buenos Aires.
Cerca de 300 vehículos se sumaron a este encuentro, donde viajeros de toda Argentina y países limítrofes descubrieron la ciudad y quedaron encantados con la calidez de su gente y la variedad de propuestas.
La agrupación «Con la Casita al Hombro» y la Dirección de Deportes, Turismo y Recreación de la Municipalidad de Daireaux trabajaron juntas para ofrecer un fin de semana lleno de actividades, incluyendo salidas turísticas, vuelos de bautismo en avión, aeromodelismo, paseo de artesanos, patio de comidas, mini fiesta del cordero, espectáculos en vivo y shows musicales.
Además, se entregaron reconocimientos a la rodantera más joven, al más longevo, el más lejos, al rodantero sin rodante y a la primera en anotarse y se sorteó un premio de 100 mil pesos en combustible, el cual fue donado generosamente a los Bomberos Voluntarios.
El encuentro terminó el domingo por la mañana con una multitudinaria caravana por la ciudad.
Aunque aún no se ha confirmado la fecha para el próximo encuentro, los organizadores prometen duplicar la apuesta para el 2025, lo que promete ser un evento aún más emocionante y atractivo.
La Provincia de Buenos Aires tiene 135 municipios, posee costas, mar, ríos, llanuras, sierras, campo, industrias, rutas, autopistas y ahora, también un vino de cepa propia. La ciencia bonaerense logró aislar bacterias lácticas de la región para desarrollar un producto con las características de nuestro territorio.
En el Laboratorio de Microbiología Molecular (LMM) de la Universidad Nacional de Quilmes comenzó hace 17 años un paciente proceso de estudio de cepas enológicas de diferentes regiones de la Argentina, hasta lograr identificar y caracterizar las propias de la Provincia.
A lo largo de ese trayecto, entre otros apoyos, en 2016 obtuvieron un subsidio de la Comisión de Investigaciones Científicas que les permitió fortalecer este proceso de investigación, para iniciar el estudio de diversidad bacteriana mediante secuenciación masiva y el análisis del impacto del clima en dicha variedad microbiana, utilizando estas técnicas de última generación.
El trabajo continuó, hasta que el pasado lunes 26 de agosto le dieron un primer cierre: le pusieron el corcho y la etiqueta a las primeras botellas de “Sello Bonaerense”, el vino tinto casero que desarrollaron junto al Centro de Enólogos de Buenos Aires (CEBA).
“Es un Malbec inoculado con una cepa de Lactiplantibacillus plantarum obtenida a partir de un vino bonaerense de la bodega Saldungaray”, explicó Gabriel Rivas, Licenciado en Biotecnología y Doctor en Ciencia y Tecnología, integrante del LMM.
Según detalló, en este caso trabajaron “por primera vez con una bodega ubicada en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires estudiando principalmente el varietal Malbec, del que se han realizado los aislamientos de distintas especies de bacterias de ácido láctico a partir de las cuales se seleccionaron aquellas con las mejores propiedades tecnológicas y enológicas, a fin de formular un iniciador de fermentación maloláctica”.
Fermentación y bacterias autóctonas
El LMM es un grupo multidisciplinario compuesto principalmente por investigadoras con amplia experiencia en el campo de la microbiología, la biotecnología, la bioquímica y la ingeniería en alimentos.
Una de sus líneas de investigación es el uso de bacterias lácticas en vino. Estos microorganismos son de uso común en la industria alimentaria para modificar el aroma, los sabores y la textura de distintos tipos de alimentos.
En el caso de la producción vitivinícola, se suelen realizar dos fermentaciones: una primaria o alcohólica, conducida por levaduras, que es la base de la vinificación; y una secundaria o maloláctica, de la que participan las bacterias lácticas y cuyo objetivo es disminuir la acidez total, además de otorgar sabores y aromas característicos que mejoran la calidad del vino.
En Argentina, las bacterias lácticas utilizadas en vinos son importadas mayoritariamente de Francia, Italia o Estados Unidos, entonces aportan aromas y sabores ajenos a nuestro territorio. El otro problema, además, es que se consiguen a precio dólar.
Pero este panorama puede empezar a cambiar, gracias al desarrollo científico local. El LMM logró formular los primeros iniciadores malolácticos argentinos, aislando bacterias autóctonas de dos regiones vitivinícolas de nuestro país: la bonaerense y la patagónica. Con ellas se vinificaron tres Malbec: Blend 11-73, Blend Carácter Austral y el mencionado Sello Bonaerense.
“Ha sido una muy buena oportunidad la de trabajar con el CEBA, que son los especialistas en vino. Nosotros estudiamos microorganismos y ellos saben cómo hacer un buen vino. Lo trascendental es que es la primera vez que obtenemos el vino embotellado. O sea, hemos hecho todo el proceso, con la intervención de las cepas bacterianas ya aisladas y caracterizadas”, afirmó la Doctora Lucrecia Delfederico.
Entre 2017 y 2020, Rivas y Delfederico viajaron a la Bodega Saldungaray para estudiar sus vinos y poder aislar bacterias lácticas de esa zona de la Provincia. De allí proviene el Lactiplantibacillus plantarum con el que se desarrolló Sello Bonaerense, que le otorgó el sabor y aroma característicos de esa región.
“Siempre decimos que las cepas autóctonas mejoran o reproducen mejor el terroir de un vino, ya que no solamente lo aporta la uva regional, sino también los microorganismos están involucrados en las características organolépticas de ese vino”, expresó Delfederico.
El enólogo Alfredo Yornet, presidente del CEBA (institución fundada en 1945), describió el proceso de trabajo conjunto: “Se acercaron a nosotros, diagramamos un esquema de trabajo y ellas aportaron las bacterias lácticas que habían aislado. Se sembró por un lado la bacteria láctica de ellas y por otro las bacterias lácticas que nosotros usamos de origen norteamericano. Luego, después de la fermentación maloláctica, hicimos las degustaciones por comparación y notamos un gran resultado de las bacterias lácticas de la universidad”.
“El año que viene pensamos que vamos a utilizar únicamente las de la universidad”, remarcó Yornet y señaló: “si se puede reproducir esa bacteria y se puede industrializar para comercializar, va a ser un gran logro”.
Actualmente la tarea del laboratorio está centrada en analizar la resistencia de estos microorganismos a procesos de desecación para poder comercializarlos. “La intención es llegar a tener un producto fácil de emplear por los enólogos, que mejore las propiedades de ciertos vinos, no solamente en la Provincia. El mercado es amplio, ya que podrían emplearse en vinificaciones de otros varietales de uvas tintas”, indicó la docente e investigadora.
El LMM está dirigido por la Dra. Liliana Semorile y del proyecto participaron, además de Rivas y Delfederico, Elizabeth Tymczyszyn, Bárbara Bravo Ferrada, Natalia Brizuela, Danay Valdés La Hens, Marina Navarro, Naiquén Flores y Andrea Guillade.
Por: David Barresi – Comisión de Investigaciones Científicas
La Fiesta Nacional del Salame Quintero convocó a una multitud de viernes a domingo. Durante el evento, los organizadores presentaron el sándwich de salame más largo de Argentina.Además, una productora mujer ganó el premio al mejor salame quintero del año.
El intendente de Mercedes, Juan Ustarroz, agradeció “a cada productor y productora por el gran trabajo, a las y los trabajadores municipales, a todas y todos los que nos han dado esta fiesta inolvidable”. El nuevo embajador ha sido designado por los productores a “Wado” de Pedro.
La 49° Fiesta Nacional del Salame Quintero provocó el enorme arribo de turistas que tuvo la ciudad, generando trabajo e inyección de recursos.
A pesar de la crisis económica, las ventas en la carpa de productores fueron excelentes, como así también cantinas de los clubes que algunos de ellas ya a la tarde habían agotado algunos productos.
La Municipalidad, a través del intendente, entregó un sentido reconocimiento a Amanda Berro y toda la familia del Juan Carlos Berro, histórico productor e impulsor constante de la fiesta en todo el país.
El mejor salame quintero del año
Para la elección del mejor salame quintero del año trabajó durante la jornada del sábado un reconocido grupo de vecinos y vecinas. Ellos fueron: Sergio Sirello, Sebastián Sandoval, Maximiliano Bigongiari, Cecilia Di Pieri, Jorge Piccone, Gustavo Grasso, Omar Torres y Jorge Rodríguez.
La productora del año fue Mónica Garro, con 551 puntos, seguida de Carlos Cobos, con 535 puntos y en tercer lugar Sonia Garro con 495 puntos, generando así el podio del 2024 a mejores productores del año.
El resto hasta llegar a diez fue para Ezequiel Manzano, Mauricio Sirello, Diego Grassi, Javier Di Pieri, Javier Manzano, María José Pomaré y Agustín Luna entre casi tres decenas de productores presentados.
Mercedes presentó el sándwich de salame más largo del Argentina
Durante la fiesta, se presentó además el sándwich de salame más largo del país que se elaboró con un pan de más de 2 metros de largo que se produjo en los hornos de la panadería “La Dulce Anita”, última ganadora de la fiesta de la Galleta de Campo.
El pan, especialmente cocinado para la ocasión, fue rebanado y puesto a punto por Carmelo y Anjula, dos pintorescos personajes puestos en escena por los actores locales Florencia Seoane y Eugenio Rosito, que durante toda la jornada interactuaron con las y los turistas que se fotografiaban, simulando ser italianos emigrados conocedores de una receta única.
La primera preparación fue el sábado, repitiendo experiencia el domingo. Por supuesto, una vez finalizado, se rebanó en cuantas fracciones fue posible y se repartió entre el público que compartía el momento.