Gremios

La Suipachense: los trabajadores celebran la quiebra y se ilusionan con la reactivación

Published

on

La histórica fábrica láctea La Suipachense, nacida como cooperativa en 1947, quedó intervenida judicialmente luego de que la justicia dictara la quiebra de Lácteos Conosur SA, empresa del grupo Maralac. Para los trabajadores, la medida representa un paso necesario hacia la recuperación. “Si seguíamos con esta gente, ni siquiera iba a alcanzar la fábrica para pagar las deudas”, aseguró a Todo Provincial Cristian Fenoglio, secretario general de ATILRA Chivilcoy.

La Suipachense nació el 9 de junio de 1947 como una cooperativa de productores de Suipacha. En 1961 inició la industrialización de la leche y en los años 90 fue vendida a Lácteos Conosur, de capitales chilenos. En 2015, el grupo Maralac adquirió las operaciones y, según los trabajadores, aquel traspaso marcó el inicio de un proceso de deterioro.

En diáloto con Todo Provincial, Fenoglio explicó que “la empresa estaba concursada desde hace años, luego hubo una etapa post concursal pero los dueños nunca cumplieron con las cuotas y además fueron adquiriendo nueva deuda”. Los empleados históricos aseguran que los empresarios venezolanos Manuel y Carlos Fernández “nunca administraron la empresa en forma correcta” y que la situación se volvió insostenible.

El conflicto se profundizó en septiembre, cuando la firma despidió a nueve empleados administrativos y amenazó con avanzar sobre otros 60. Desde entonces, los trabajadores mantienen un paro con acampe frente a la planta. No cobran sus salarios desde junio.

Con la quiebra, los empresarios venezolanos perdieron la administración de la compañía, que quedó a cargo de los síndicos designados judicialmente. “Para nosotros la quiebra dictada por el juez es un paso adelante porque el grupo Maralac seguía con la administración sin ningún plan viable. Lo único que planteaban era tomar más deuda”, remarcó el dirigente.

Con Maralac fuera de la fábrica, los trabajadores se entusiasman con un horizonte de reactivación. “Estamos buscando inversores porque estamos seguros de que La Suipachense es un negocio muy rentable, es una fábrica que puede producir todo tipo de lácteos y una marca muy instalada en el mercado que se vende sola”, destacó Fenoglio. Además, subrayó: “La planta está equipada para elaborar todos los productos de la cadena láctea, hasta secadora de leche en polvo tiene”.

El dirigente adelantó que desde el gremio analizan posibles inversores, aunque prefieren evitar la generación de “falsas expectativas” entre los trabajadores y la comunidad de Suipacha.

En caso de que no prospere la llegada de un capital privado, ATILRA tampoco descarta una recuperación en manos de los trabajadores. “No descartamos nada, pero primero intentaremos que lleguen inversores privados para sacar la fábrica adelante”, señaló.

Fenoglio fue contundente al referirse a los antiguos administradores: “Sabemos más que nadie que los hermanos Fernández no son empresarios sino delincuentes, porque hicieron lo mismo en ARSA en Arenales, Lincoln, y en otra fábrica de Córdoba Capital”. Y concluyó: “Los que están cuidando la fábrica son los trabajadores, que son sus verdaderos dueños”.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil