La Sociedad Argentina de Infectología emitió un comunicado en el que aconseja que «no se utilice la ivermectina para el tratamiento y/o profilaxis del SARS-CoV2». Advierte que para «alcanzar niveles efectivos se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis».
A fines de septiembre, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación anunció los alentadores resultados de la investigación realizada por científicos argentinos respecto al uso de la ivermectina para tratar a pacientes con Covid.
TODO PROVINCIAL entrevistó a Carlos Lanusse, investigador del CONICET, director del Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (CIVETAN) y reconocido experto en antiparasitarios a nivel mundial que lideró junto a otros investigadores argentinos el ensayo clínico se realizó sobre 45 pacientes adultos con COVID-19 en un estado temprano de la enfermedad y con síntomas leves o moderados.
«Es la primera evidencia científica en el mundo de que la ivermectina en pacientes tratados puede disminuir la carga viral, es decir, la cantidad del virus en el tracto respiratorio de los pacientes”, había destacado el especialista.
Y remarcó: “Es un hallazgo científico que recorre el mundo porque pudimos demostrar la existencia de una correlación entre la concentración de ivermectina circulante en sangre y la baja de la carga viral. En los pacientes en los que la droga entró en gran cantidad al organismo la caída del virus es mucho más marcada”.
Sin embargo, la Sociedad Argentina de Infectología asegura que esta no se comprobó «mejoría clínica». El texto completo de la entidad.
Ante las innumerables consultas de los profesionales de la salud y ante la creciente generalización de la utilización de la ivermectina para el tratamiento de COVID 19, corresponde a la Sociedad Argentina de Infectología, posicionarse respecto a esta situación.
La ivermectina es una droga antiparasitaria de amplio uso en medicina humana y veterinaria, con dosis definidas para conservar un patrón de tolerancia y seguridad para indicaciones conocidas.
Además de su acción antiparasitaria, la ivermectina es un potencial inhibidor de la replicación viral del SARS-CoV-2. Sin embargo, la evidencia disponible in vitro sugiere que para alcanzar niveles efectivos de ivermectina se necesitarían importantes aumentos y potencialmente tóxicos de la dosis.
Incluso dosis de hasta 10 veces mayores que las aprobadas no alcanzarían las concentraciones efectivas in vitro contra el SARS-CoV-2.
Hasta el momento la evidencia científica en curso que evalúa el uso de ivermectina sola o combinada con otras drogas para la prevención y/o tratamiento de la infección por SARS-Cov2 es de muy baja calidad y no han reportado datos claros de eficacia clínica.
Recientemente resultados preliminares (sin publicación ni revisión de pares) de un estudio realizado en Argentina evidenció que la administración de ivermectina al triple de dosis habitual en 45 pacientes habría producido mayor eliminación del virus en secreciones respiratorias, pero sin correlación con mejoría clínica.
Sin embargo, se necesitan más estudios con mayor número de individuos para determinar este parámetro y otros asociados a eficacia clínica y seguridad.
Es importante recordar que la ivermectina no es una droga inocua y aún a dosis terapéuticas puede provocar un número frecuente (>10%) y considerable de efectos secundarios adversos, desde leves a graves.
Siguiendo los lineamientos de ANMAT, la utilización de una medicación en carácter de uso compasivo, solo se encuentra autorizada para pacientes debidamente identificados, lo que excluiría la utilización de la ivermectina en forma masiva como actualmente se pretende.
Por todo lo anteriormente expresado, y mientras no existan evidencias de mayor calidad, SADI recomienda que no se utilice la ivermectina para el tratamiento y/o profilaxis del SARS-CoV2 al margen de estudios bien diseñados, debidamente registrados, y que sean éticamente aceptables.
iluqymkrpt
23 noviembre, 2023 at 6:21 pm
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?