Este domingo se cumplieron 10 años de la peor inundación en la historia de La Plata. El gobierno local asegura que la capital provincial ahora es «una de las ciudades mejor preparadas para prevenir inundaciones». Sin embargo, una científica del Conicet alertó que todavía no se avanzó con un plan de reducción de riesgo a pesar del mapeo reaalizado por la UNLP en 2019.
«No se inunda más no existe», dijo a Todo Provincial el subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires, Guillermo Jelinski. Es que las obras tienen un valor de diseño que puede verse superado cuando las precipitaciones son extremas. Aunque resulta evidente de su importancia, los especialistas advierten que las mismas pueden generar una «falsa percepción de seguridad». Por eso, la comunidad debe conocer los riesgos y tener muy presente un plan de contigencia que las haga más resilientes. En 2019, la UNLP realizó un mapeo para avanzar con este plan pero, según las asamblea de inundados, el intendente Julio Garro «lo cajoneó».
Pasados 10 años de la inundación, la investigadora del CONICET Daniela Rotger, del Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales (CIUT, FAU, UNLP), reflexiona al respecto y analiza, a partir de un arduo trabajo de investigación, los vínculos entre la percepción del riesgo de inundación y el comportamiento del mercado del suelo, las obras hidráulicas que se realizaron y las medidas para el control y mitigación implementadas.
La experta resalta la importancia de sostener no solo la memoria intangible de la inundación, sino también una memoria física del agua, “con marcas físicas en el territorio que nos permitan empezar a pensar en qué ciudad necesitamos y queremos a futuro, que nos ayuden a tener presente que es una ciudad inundable y que es necesario empezar a convivir con la naturaleza”.
“Las obras de infraestructura hidráulica tradicionales que se hicieron, como la canalización del Arroyo del Gato y los derivadores, son necesarias, pero son solo una parte de lo que se necesita. Porque además generan una falsa percepción de seguridad y hasta de inmunidad frente a las inundaciones que puede ser engañosa, porque tener una obra hidráulica hace que las personas olviden que ese lugar es inundable, y se siga construyendo y desarrollando, lo que en lugar de solucionar el problema, lo amplifica”, comentó Rotger.
Y añadió: “Las inundaciones no se resuelven solo con obras, sino que hay que acompañarlas con otras políticas. Es necesario implementar instrumentos de ordenamiento territorial con criterio ambiental que permita tener presente cuáles son las zonas que hay que proteger, cuáles son aquellas en las que hay que limitar su crecimiento, y cuáles se pueden desarrollar”.
La experta adiverte que es necesario incluir más infraestructuras “verdes y azules”, esto es “redes de elementos naturales o seminaturales como arroyos, parques inundables o humedales”.
Según explica, “la idea de este enfoque es potenciar los beneficios de la naturaleza y no anularlos, y siempre que sea posible optar por trabajar con elementos que, además de mitigar el impacto de una inundación, sumen calidad ambiental a las ciudades”.
Apenas ocurrió la tragedia, el CONICET y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) aunaron esfuerzos para, de manera conjunta y desde el saber científico, aportar a la resolución de la problemática de la emergencia hídrica. En ese sentido, se implementó una serie de Proyectos de Investigación Orientada (PIO) con el objetivo de generar conocimiento sobre el tema y proponer soluciones desde una mirada multidisciplinar. Rotger participó del PIO denominado “Las inundaciones en La Plata, Berisso y Ensenada: Análisis de riesgos y estrategias de intervención. Hacia la construcción de un observatorio ambiental”, dirigido por las investigadoras Alicia Ronco e Isabel López.
Con relación a eso, Rotger cuenta que “entre otras cosas, lo que hicimos fue participar del diseño de un plan de reducción del riesgo de inundaciones. Desde el municipio se nos convocó en 2019 para diseñar protocolos de acción, manuales de difusión y otros materiales. Entendemos que este año se iniciará la fase de implementación del plan”.
Al respecto, Alejandro Albano, integrante de la Asamblea de Inundados de La Plata, comentó: “Otra deuda es tener una percepción clara del riesgo de inundación que tenemos en cada barrio de La Plata. El convenio entre la Municipalidad y la UNLP determinó los grados de vulnerabilidad y peligrosidad en los 350 barrios platenses pero actualmente todavía no tenemos esa información”, y reprochó: “Hay una contradicción entre el discurso de Garro que habla de una ciudad preparada pero por el otro no baja esa información a los vecinos”.
“Deben hacerse talleres con la comunidad, adaptar la información del 2019 a la actualidad porque hubo muchos cambio producto de las rezonificaciones indebidas impulsadas por el intendente”, dijo y señaló: “Ese mapa debería ser usado para hacer una modificación sería y conciente del Código de Ordenamiento Urbano (COU)”.