La rama mandibular de un vampiro fue recuperada del interior de una madriguera de un perezoso gigante, cerca de la localidad bonaerense. Los detalles:
Arqueólogos argentinos encontraron restos de un murciélago vampiro gigante que vivió hace unos 100 mil años. El hallazgo fue hecho cerca de la localidad bonaerense de Miramar.
Más exactamente en las inmediaciones del arroyo La Ballenera, 9 kilómetros al sur de la ciudad cabecera del partido de General Alvarado.
En concreto se trata de la rama mandibular que fue recuperada del interior de una madriguera de un perezoso gigante, en sedimentos que datan del Pleistoceno.
El fósil pertenecía a un ejemplar de la especie Desmodus draculae, que fue encontrada por primera vez en Venezuela en 1988.
Su nombre hace referencia al fantasmal personaje de ficción creado por el escritor irlandés Bram Stoker.
En la actualidad, los vampiros son mamíferos que solo viven en América, pertenecientes a la familia de los desmodóntidos, conocidos por ser hematófagos, es decir que se alimentan de la sangre de los animales.
“Su envergadura sería de dimensiones algo más grandes que las de un teclado de computadora”, indicó Santiago Brizuela, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
La rama mandibular de un vampiro de grandes dimensiones extinto fue encontrada en una madriguera ubicada al sur de Miramar.
Antecedentes de vampiros antiguos de Argentina
Los únicos antecedentes de vampiros antiguos de Argentina corresponden a los hallados en la misma zona.
Según la información brindada, este nuevo resto fósil indica que este tipo de vampiro “fue el último de los grandes mamíferos voladores».
Además detallaron que «se extinguió durante la época colonial, posiblemente como consecuencia de la ‘Pequeña Era de Hielo’”.
“Son la única familia de murciélagos en el mundo que despierta curiosidad a partir de las leyendas
de las Transilvania y su espeluznante conde Drácula», aseguró Mariano Magnussen, investigador del Laboratorio Paleontológico del Museo.
Y agregó: «Pero en realidad son animales pacíficos que se alimentan de sangre de animales, y a veces de humanos, por unos breves minutos sin generar molestias”.
La rama mandibular del vampiro hallada fue identificada como “Desmodus draculae».