Delincuentes ingresaron durante el fin de semana por un boquete en la pared a una escuela de la localidad de Los Hornos, en La Plata, robaron la comida de los alumnos y provocaron destrozos en el establecimiento.
El hecho se registró el sábado a las 18 horas en la Escuela Primaria N °35, ubicada en las calles 90 y 155, y si bien la institución cuenta con alarma, se cree que los ladrones lograron inhibir sus sensores y apagarla, según informaron fuentes policiales.
Tras realizar desmanes en las instalaciones, juntaron milanesas, carnes, fideos, puré de tomate y una máquina procesadora comprada el 4 de julio por un total de 185.000 pesos.
Se trata de un establecimiento educativo al que asisten 400 alumnas y alumnos con jornada completa.
Sandra Mani, la directora del colegio, contó esta mañana en declaraciones televisivas que «hicieron un boquete y se llevaron insumos y alimentos», y apuntó que «400 chicos comen acá todos los días».
«Habíamos hecho kilos y kilos de milanesas para esperar a los nenes tras el receso escolar. Pero entraron y se llevaron todo», continuó.
Mani dijo que la escuela tiene clases de música, teatro, arte y huerta, y que «a los chicos les encanta venir».
«Desayunamos y almorzamos acá, pero ayer eso no pudo ser posible; el jardín nos prestó algunos insumos para poder preparar el desayuno, pero no se pudo garantizar el almuerzo», indicó.
En ese marco, aclaró que el Servicio Alimentario Escolar (SAE) «va a reponer la mercadería» y que está «en permanente contacto con la inspectora» para resolver esa cuestión.
Sin embargo, lamentó que los ladrones «siempre están un paso adelante nuestro» y graficó que «lograron entrar a pesar de que tenemos alarmas».
Mani calificó como «doloroso» lo ocurrido, expresó que «los chicos estaban re tristes» e indicó que no hubo necesidad de suspender las clases.
«Vamos a seguir trabajando. Esto no tiene que ver con nosotros, sino con algo más estructural como es la inseguridad», aseveró, pero criticó «que se metan con la comida de los chicos».
La directora sostuvo que el robo «genera impotencia y tristeza«, agregó que desde la escuela «se hace tanto por los chicos» que «genera mucho dolor haber perdido todo eso».
Edith, una docente del colegio, lamentó, por su parte, que se hayan robado «la comida de los chicos» y analizó que, «si bien no es la primera vez, sí es la más grande porque para entrar rompieron la pared del baño».
«Destrozaron todo. Ahora les estamos dando viandas de emergencia, en una semana en la que hace frío. Se nos complica no poder mejorar la escuela porque siempre estamos reponiendo lo que se roban o rompe«, aseguró en diálogo con medios frente a la escuela.
En tanto, Marina, la madre de un alumno, lamentó «el trastorno» que esto implica para las familias ya que «hay chicos que vienen a esta escuela a comer y se robaron comida para más de un mes: carne, pollo, puré de tomate».
«Eran ladrones experimentados. Hicieron un boquete y desvalijaron el colegio», siguió y destacó que la comunidad educativa pide «un sereno» para cuidar el colegio.