Luego de los resultados de la segunda autopsia y la encarcelación de cinco policías, el la subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires se presentó como querellante en la causa que investiga el crimen de Daiana Abregú, la joven de 26 años hallada muerta por asfixia en la comisaría de Laprida, el 6 de junio último.
La presentación se realizó a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Matías Moreno; organismo que acompañó, asesoró y brindó contención a la familia de Daiana Abregú.
Según precisaron desde la Subsecretaría, esta tiene la facultad de presentarse como querellante particular damnificado institucional, a partir de un decreto del gobernador Axel Kicillof, en torno a la lucha contra la violencia institucional.
El caso de Daiana Abregú
Daiana Soledad Abregú tenía 26 años y el domingo 5 de junio había quedado demorada por una contravención, cerca de las siete de la mañana, y trasladada a la Estación de Policía Comunal de Laprida, una localidad bonaerense de 11 mil habitantes, a 500 kilómetros de Capital Federal.
Horas más tarde. la policía informó que la joven fue hallada sin vida en una de las celdas.
El parte de la Policía aseguraba que Daiana “se quitó la vida, concurriendo ambulancia con médico de guardia del hospital local, continuando con maniobras de RCP, sin lograr su reanimación”. Sostuvieron que se “había ahorcado con una campera”.
Daiana llegó a la comisaría por el delito “una adulteración del orden público” y por provocar daños en un vehículo estacionado, a la salida del boliche “El Castillo”.
Los familiares y amigos de la joven realizaron distintas marchas exigiendo el esclarecimiento del caso. Los acompañaron otros vecinos que les aseguraron haber sido golpeados y torturados en la misma comisaría en la que Daiana murió.

Cinco policías encarcelados
Por el caso de Daiana Abregú quedaron imputados y detenidos cinco policías como acusados de “homicidio doblemente agravado, por su comisión de alevosía y por tratarse de miembros de la fuerza de seguridad policial en abuso de su función”.
La segunda autopsia derribó la versión inicial de un suicidio y confirmó que había sido asesinada.
Vanesa Soledad Nuñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Di Bin y Leandro Fhur, son quienes se desempeñaban en la Estación de Policía Comunal de Laprida al momento del hecho.