En medio de un tenso clima, el Tribunal Oral 1 de Quilmes condenó ayer a prisión perpetua a Justo Andrés Dib, quien abusó sexualmente de su hija y la sofocó hasta matarla en Florencio Varela.
El fallo fue por mayoría y se dio a conocer en la sala B del primer piso de la sede de Penales de Yrigoyen Nº 475; los jueces Florencia Butiérrez y Pablo Pérez Marcote votaron por la condena, mientras que el pronunciamiento de la doctora Marcela Vissio fue en disidencia.
Al conocer la resolución en medio de un fuerte operativo de seguridad, la madre de la pequeña de 13 años -que fue sofocada entre la madrugada del 22 y 23 de noviembre de 2015- rompió en llanto y rápidamente abandonó la sala de juicio acompañada de allegados.
Al mismo tiempo, los familiares de Justo Andrés Dib no ocultaron su malestar, tal como quedó expuesto a lo largo de todo el proceso en un claro enfrentamiento entre la familia a partir del trágico hecho, ya que una parte acusa a la madre de ser partícipe del aberrante suceso que derivó en la muerte de la criatura.
Los jueces votaron por dos votos contra uno para condenar a Dib por ser el autor material de “homicidio agravado por el vínculo”, la víctima era su pequeña hija de 13 años; en los hechos que acontecieron en una finca de calle 509 al 3300 del Barrio Santa Rosa de Florencio Varela.
De acuerdo a lo que señaló el TOC 1, los fundamentos del fallo se darán a conocer el 3 de noviembre. Lo que se acreditó en el juicio fue que la madrugada del 23 de noviembre la madre despertó y encontró en la cama el cuerpo sin vida de su hija de 13 años e incriminó al padre, su exesposo, a quien entre sollozos en las audiencias del juicio lo sindicó como el sujeto al que había visto esa noche junto a la cama.
Durante el proceso hubo un relato de uno de los hijos en Cámara Gesell como de un empleado de la casa de servicios fúnebres que había señalado cómo al imputado “lo había visto preocupado por saber si en los restos de la niña de 13 años se habían encontrado restos de ADN”, algo que había agregado era infrecuente en 15 años como encargado de la casa funeraria.