En medio de un inesperado brote de dengue, Todo Provincial habló con el doctor Juan José García, Investigador del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE – CIC – CONICET – UNLP). El especialista señaló que lo más llamativo es el acortamiento del tiempo entre cada brote y opinó que se debe a la falta de una campaña seria de descacharreo.
«El Aedes aegypti es un mosquito urbano que nos acompaña permanentemente durante el día. En cualquier recipiente donde tengamos agua acumulada se conservan los huevos, pero no precisamente tiene que ser agua lluvia. Este año fue muy seco, pero hemos tenido un pico que era inesperado«, aseguró García.

Sobre el actual brote de dengue que ya se transformó en el máximo registrado al superar los 60 mil casos del 2020, el experto en mosquitos señaló: «Era inesperado porque nosotros veníamos registrando un pico cada unos cinco años. Lo sucedido este año demuestra que indudablemente ya no es así».
En ese marco, consideró que «tal vez todos los años tengamos un pico» porque las condiciones climáticas son las mismas. «El descenso de la temperatura es lo único que hace decaer su actividad, pero este año ese fenómeno se demoró más que de costumbre, eso también incidió», aseguró García.
De todos modos, el científico estimó que «no está pasando nada raro», aunque advirtió que todavía no se sabe por qué los picos se producen en determinados años y en otros no. «El año pasado también estuvieron dadas las condiciones, pero no pasó».
Sin embargo, Juan José García opinó que Argentina se asemejará más a los países donde el dengue es una enfermedad endémica, aunque no podría entrar en esa categoría la totalidad del territorio nacional porque «acá en invierno se corta por un tema de temperaturas».
Consultado sobre los motivos de estos picos de dengue cada vez más recurrentes, el especialista se inclinó hacia la falta de medidas de prevención consistentes. «No se están tomando muchas medidas. Si uno sale a caminar por La Plata puede ver las cubiertas afuera de las gomerías y baldíos llenos de latas y botellas tiradas. Descacharrizar es una palabra muy linda, pero, como siempre, acá todo lo hacemos como una pantomima».
«Creo que consideramos al dengue como una enfermedad inferior pero la gente que la tuvo sabe que es bravo y algunos quedan con dolores durante bastante tiempo», advirtió García.
Cómo se comporta el mosquito del dengue
El Aedes aegypti puede vivir alrededor de un mes como mosquito adulto. Una hembra coloca entre 80 y 120 huevos, y puede hacerlo hasta cuatro veces a lo largo de su vida. Para ello requiere ser fecundada tan solo una vez. Los huevos pueden resistir hasta un año a la espera de las condiciones propicias para eclosionar.
«Este mosquito vive dentro de las casas donde la temperatura no es tan baja. Si no se mete en un quincho o algún lugar protegido. Cuando las temperaturas bajan a menos de 17 grados se queda quieto porque no le da la energía para movilizar la musculatura. Sin embargo, no muere, y al otro día cuando levanta la temperatura vuelve a volar. De noche no andan», detalló Juan José García.

«La función de la hembra adulta es simplemente copular, tomar la sangre y poner los huevos en el borde de los recipientes, no directamente en el agua», explicó y agregó: «El macho no pica, se alimenta de jugos vegetales, pero nace primero para madurar su aparato reproductor».
En condiciones propicias, los huevos necesitan tres días para embrionarse y cuando quedan sumergidos nacen las larvas. Si no se dan las condiciones de temperatura se quedan sumergidos hasta un año», precisó.
De cada 100 huevos se calcula que tan solo llegan a adultos dos o tres ejemplares, todos los demás mueren.
Juan José García: «Fumigar a lo loco es un disparate»
Sobre las fumigaciones en espacios públicos que realizan numerosos municipios como medida contra el dengue, el investigador del CEPAVE señaló: «No es una solución efectiva salir a fumigar todo como loco, para mí es un disparate», y señaló: «Otra cosa es si tuviste muchos casos en una manzana, se aísla a la gente enferma y se fumiga en la zona pero avisando a los vecinos que abran las ventanas para que el humo ingrese a cada casa».
«Salir por los parques, plazas y ramblas no sirve para nada. Simplemente es para que la gente crea psicológicamente que están matando mosquitos, pero en realidad están matando a otras especies no al aedes aegypti», explicó.
«En la provincia existen entre 35 y 40 especies de mosquitos. Uno de los más conocidos es el de las inundaciones que se llama Aedes albifasciatus, tienen una rayita blanca en la parte dorsal. Esos nacen todos juntos después de lluvias abundantes y son los que más pican a las personas», señaló.