Turismo y Cultura
El Tangazo del fin de semana: Jorge SOBRAL festeja “60 años con la música ciudadana”
Por Pedro Colombo
Allá lejos y hace tiempo, con un grupo de estudiantes de la Escuela Industrial “Albert Thomas”, fuimos admiradores de quién entonces era nuestro profesor y simultáneamente cantaba tangos, ya como JORGE SOBRAL (Nombre real: Edelmiro Sobredo) en los escenarios de La Plata y Buenos Aires. Escuchábamos su voz y lo aplaudíamos en el auditorio de LS 11, Radio Provincia, cuando funcionaba en el querido Teatro Argentino.
Nuestra actitud era un entusiasta hinchismo de muchachitos tangueros. Por eso no falté el 10 de octubre del 2003 cuando Pipe Herscovich organizó en el Teatro “Coliseo Podestá”, el espectáculo “Jorge Sobral: 60 años con la música ciudadana”. Un recital con acompañamiento musical de Paula Fain, Jorge Oss y José Scelzi. El agasajado cantó con sus colegas Graciela Ramos y Carlos Galvani y el grupo bailable de la Casa del Tango La Plata, dirigido por Diego y Andrea.
“Reseña”
Fue un cantante y un artista múltiple. Estupendo barítono bajo, de la Escuela de Fermin Favero, en La Plata cantó en la Orquesta Juvenil del maestro, con las de “Jorge Lavaller”, “Los Ases” y “Forte-Parodi”. Pero su destino fue Buenos Aires…Allí la copó en el tango y el espectáculo. Jorge excedió lo cantable y se convirtió en actor de TV (“Yo soy porteño”, “Buenos Aires 2040”) de cine (“El dinero de Dios” y otras) de teatro (“La leyenda de Juan Moreira”) musicales varios. Hasta interpretó el rol de Juan Domingo Perón en la Opera “Evita”, de Andres Pedro Risso. Y compuso el original “Himno a Estudiantes de La Plata”, club del cual era hincha.
Desde 1952 grabó más de trescientas obras discográficas. Cantó con Mario Demarco, Lorenzo Barbero, Mariano Mores, Astor Piazzolla, Juan José Paz, Osvaldo Tarantino, Armando Calderaro, “Los Platenses”, Baffa-Berlingieri, Osvaldo Piro, “Sexteto Mayor”, Dioni Velázquez. En noviembre de 1969 resultó merecido ganador del Primer Festival Buenos Aires de la Canción, con el tango “Hasta el último tren”, de Julio Ahumada y Julio Camillioni, relegando a la exitosa “Balada para un loco”, de Piazzolla y Ferrer. Siempre estaremos esperando su promesa a las barras:…”Que me esperen en la esquina / que muy pronto volveré / volveré como otras noches / con la viola bien templada / y en el medio e´la cortada / para todos cantaré”.
(“Fuímos” Jorge Sobral con Astor Piazzolla (1957)
(El viaje del Negrito, candombe de Mastra, por Jorge Sobral)
https://www.youtube.com/watch?v=auhnho4nPaA
Turismo y Cultura
Se cumplen 40 años de la inundación de Villa Epecuén, la joya turística que el agua convirtió en ruinas
Este 10 de noviembre se cumplen 40 años de la inundación de Villa Epecuén, la tragedia que en 1985 sumergió completamente al pueblo bajo las aguas del lago homónimo y obligó a evacuar a sus casi 1.500 habitantes. Situada a 7,3 km de Carhué, la villa había sido fundada en 1921 por Arturo Vatteone, a orillas de una laguna cuyas aguas saladas y termales eran comparadas con las del Mar Muerto, y que llegó a recibir 25 mil turistas cada verano.
Durante décadas, Epecuén fue un polo turístico y de salud en la provincia de Buenos Aires, con más de 6 mil plazas hoteleras, 250 comercios y una comunidad estable de unas 1.200 personas.
Sin embargo, antes de la llegada de turistas ya se explotaba su riqueza mineral, a partir de la extracción de sulfato de sodio, utilizado para la industria del papel, vidriera, textil y quimica pesada. Con el acrecentamiento de la actividad termal medicinal iniciada en 1921, la extracción comenzó a ser cuestionada y en 1951 el gobierno de Perón estableció una serie de restricciones para cuidar el recurso pues no era renovable rápidamente.
El turismo en Villa Epecuén creció durante décadas y llegó a ser una de los principales destinos de la provincia. Pero, en noviembre 1985, tras años de lluvias intensas y el abandono de obras hidráulicas claves como el canal Ameghino, el terraplén defensivo cedió y las aguas arrasaron el pueblo, dejando bajo el agua todo su ejido urbano.
El proceso de evacuación duró 15 días, y aunque no hubo víctimas fatales, los daños materiales fueron totales. En apenas dos años, las ruinas quedaron completamente cubiertas por la laguna, que recién comenzó a retroceder dos décadas después, revelando un paisaje desolador de calles agrietadas, árboles muertos y construcciones en ruinas.
Actualmente, Epecuén es un símbolo de la memoria y la resiliencia, visitado por fotógrafos, turistas, periodistas y deportistas de todo el mundo. Su último habitante, Pablo Novak, permaneció viviendo entre las ruinas hasta su fallecimiento, el 22 de enero de 2024, momento en que la villa quedó declarada oficialmente como pueblo desierto.
En el marco del aniversario número 40, la Municipalidad de Adolfo Alsina organiza una jornada conmemorativa bajo el lema “40 años en la memoria de Villa Epecuén”, que incluirá campanazos en el sitio histórico, el descubrimiento de placas con los apellidos de los exresidentes, la muestra fotográfica “Epecuén de Noche” y la proyección de un video inédito con imágenes de la última temporada de la villa. “Epecuén no solo vive en la memoria, sino en el corazón de todos nosotros”, expresaron desde el municipio.
Además, este domingo en la Casa de la Cultura de Carhué se presentó el libro de Patricia Bonjour, una obra que recupera las voces, recuerdos y vivencias de quienes fueron parte de la historia del pueblo y su trágico destino.
Turismo y Cultura
Johnny Depp estará La Plata, dará una “Masterclass Abierta” y será declarado “Visitante Ilustre”
