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Opinión

Dólar y precios por las nubes, Macri no se aguanta más

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Por: Roberto Sáenz

“Fuera del poder, todo es ilusión” Lenin

La corrida contra el peso parece imparable. Al momento de escribir este editorialel dólar se cotiza a $34.50 y nadie sabe a ciencia cierta a cuánto llegará mañana. El día arrancó con un discurso de Macri anunciando un “acuerdo” con el FMI que no era tal; sólo un pedido de adelanto de fondos sin respuesta oficial.

En cuanto abrieron los mercados, el dólar escaló expresando la desconfianzade que el gobierno tenga los fondos suficientes para afrontar los pagos de la deuda. De ahí que crezca el “riesgo país”. Es que nadie puede descartar que si la crisis sigue, no se vaya a una cesación de pagos[1].

Mientras esto pasa en la economía, por abajo se extienden los procesos de lucha. La novedad de las últimas semanas es el ingreso del movimiento estudiantil. Hace años que no se veía un ascenso estudiantil como parece prefigurarse. Los vasos comunicantes entre el movimiento de mujeres y los estudiantes son obvios: un ascenso de la juventud que se expresa en movilizaciones y toma de facultades.

Más en general, la bronca creciente entre los trabajadores,paros como el de los docentes del SUTEBA, el de los docentes universitarios, peleas que se reinician como el Posadas, que continúan como Télam, Tandanor, Río Turbio, el peligro que las luchas se generalicen por abajo, literalmente obligarona las burocracias de la CGT y CTA a convocar separadamente a sendos paros generales para el 24 y 25 de septiembre.

Es verdad que la medida se convoca dándole un tiempo prudencial al gobierno para parar la crisis. Pero aun así, sucoincidencia con la discusiónpresupuestaria (el gobierno tiene hasta el 15 de septiembre para presentar su proyecto de ley), no dejará de meterlepresión a aquéllos que quieran votar a favordel ajuste pactado con el FMI (gobernadores, PJ, Frente Renovador).

El país está en trance de pasar de la crisis económica a la crisis política. Un gobierno que no puede controlar la moneda nacional, pierde atributos de gobernabilidad. Ni hablar de un gobierno como el de Macri que vive en crisis cambiaria permanente desde mayo pasado, aun a pesar de que ha recurrido al FMI (lo que ya significa de por sí una cesión de soberanía).

La crisis del país es global. Así la definimos meses atrás cuando la mayoría de la izquierda afirmaba que “aquí no pasa nada”[2]… Una crisis global que pone sobre la mesa la posibilidad de una salida anticipada de Macri. Todas las direcciones burguesas y burocráticas -¡y en primer lugar los K!-trabajan con la divisa de llegar al 2019: el calendario electoral/institucional debe ser “respetado”.

Los trabajadores, las mujeres y la juventud no pueden esperar más. La tarea principal es echar al gobierno con la movilización abriendo una salida democrática donde sea el pueblo el que decida: una Asamblea Constituyente soberana que refunde el país desde los intereses de los explotados y oprimidos.

Una crisis “auto inducida”

Arranquemos por la crisis económica, base material de los desarrollos. Su causalidad es doble. Por un lado, se trata de una crisis económica en cierto modo “auto inducida”. Macri tomó la economía en un país al que le faltaban divisas, pero que tenía su endeudamiento “saneado” (¡recordemos que los K pagaron 200.000 millones de dólares!).

Para “recrear la confianza de los mercados” se largó a tomar medidas de corte liberal que hicieron las delicias de los capitalistasdesprotegiendo la economía nacional: rebaja delas retenciones al agro y a la industria; liberalización de la compra y venta de dólares; dolarización de las naftas y demás tarifas; pago a los fondos buitre por 10.000 millones de dólares; y un largo etcétera en el mismo sentido.

Los ingresos que perdió el Estado los cubrió con deuda nueva (¡se habla de 100.000 a 150.000 millones de dólares!), supuestamente a costa de un ajuste económicoen regla que por consideraciones políticas y sociales se fue postergando sucesivamente.

Una oleadade “capitales golondrinas” vino al país para ser invertidos en Lebacs y otros instrumentos dando lugar a ganancias siderales. Esto creó una sensación artificial de solvencia; el dólar se fue planchando. El déficit turístico alcanzó los 10.000 millones de dólares anuales. Un déficit similar se produjo en materia automotriz. Los pagos de la deuda externa comenzaron a crecer, lo mismo que la salida de capitales una vez realizadas jugosas ganancias.

Habiéndose impuesto Macri en las elecciones del año pasado, anunció un “reformismo permanente”: el momento de pagar la cuenta parecía llegar. Pero hete aquí que el 14 y 18 de diciembre le estalló en la cara una crisis política y social alrededor de la ley anti-jubilatoria; se abrió una nueva situación política que posteriormente se transformó en corrida contra el peso y que marcó los límites que las relaciones de fuerza le han colocado al gobierno reaccionario.

Sobre esta crisis “auto-inducida”vino a operar la crisis internacional; una crisis internacional anunciada que el gobierno eligió desconocer.

Con la recuperación económica de los EEUU (una recuperación parcial que no resuelve los problemas estructurales), el crecimiento del empleo y de la inflación, vino el aumento de las tasas de interés.

Durante muchos años las tasas en el gigante del norte rozaron el 0%. De ahí que muchos capitales hayan buscado los países emergentes para rentabilizarse. El aumento de las tasas está generando el efecto inverso: el desarme de las posiciones y el retorno hacia el norte[3].

Esta situación ha impactado sobre la cotización de las monedas de los países emergentes,generandodevaluaciones en cadena. Sobre llovido mojado, hace un mes se desató la crisis turca con características semejantes a la Argentina: un país endeudado con déficit de balanza de pagos que agiganta los temores al default.

Pero más allá de Turquía, un elemento clave en la trasmisión de la crisis es obviamente Brasil, el gigante latinoamericano, socio económico privilegiado de nuestro país, que ha visto derrumbar su economía nuevamente conforme la incertidumbre político-electoral aumenta[4].

El deterioro económico internacional es una de las causas de la crisis. Pero su impacto en la Argentina se hamultiplicado debido a losdesaciertos cometidos por el gobierno -cierto que sobre la base de unas relaciones de fuerzas que no ha logrado domesticar, como señalamos arriba-.

Los mecanismos de trasmisión

Los mecanismos de trasmisión de la crisis cambiaria a la economía real son múltiples. El dólar escala porque no hay oferta suficiente que satisfaga la demanda. Sin embargo, no parece que vaya a establecerse un cepo o mecanismo semejante: si alguien quiere dólares puede adquirirlospagándolos en “pesos oro”. Tampoco se esperan–al menos en lo inmediato- mecanismos tipo “corralito” de incautación de depósitos.

Existen sin embargo dos terrenos por intermedio de los cuales ya está operando la trasmisión de la crisis. Uno es la restricción crediticia, lo que anticipa quebrantos generalizados de pequeñas y medianas empresas por cesación de pagos, esto conforme las tasas de interés siguen por la estratosfera; un factor que dará lugar a despidos.

Pero aquí queremos detenernos en un segundo factor:el traslado del dólar a los precios. Más allá de la dolarización histórica de la economía argentina por su debilidad, a Macri no se le ocurrió nada mejor que dolarizar explícitamente algunos precios como las naftas (un precio que se replica por toda la cadena económica), determinados servicios, etcétera. Indirectamente, siempre los empresarios han tratado de mantener el valor de sus productos en dólares: esto es, en términos reales; salvo, claro está, el salario.

Así las cosas, aun cuando no siempre las devaluaciones se trasladan inmediatamente a los precios (tiene importancia también la demanda), si la depreciación de la moneda nacional se espiraliza, comienza a operar un multiplicador: los precios empiezan a remarcarse a cada hora.

Esto es lo que podría ocurrirlos próximos días. Hay economistas ultra-liberales que le dicen al gobierno: “no se preocupen; no quemen reservas que no tienen: dejen que el dólar encuentre su valor de equilibrio”…

Pero aunque esto pareciera que ocurre en el “mundo paralelo” de los mercados, cuando el mecanismo devaluatorio se reitera se llega al pánico de precios:¡ningún bien tiene precio porque lapropia moneda nacional no tiene precio! Por este camino se podría generar una crisis hiperinflacionaria como la que sevivió en 1989.

Señalemos, de paso, que una moneda nacional es una moneda estatizada[5]. El Estado tiene el monopolio del control y la emisión de la moneda. Y siendo ésta entonces, una categoría no solamente económica sino tambiénpolítica, el descontrol de la moneda es una muestra de descontrol político: una crisis de gobernabilidad como la que está abriéndose a estas horas.

Comienza un ascenso

La consecuencia político-social de la crisis en curso, es que parece estar comenzando un ascenso de la lucha de clases. Es decir: una amplia irrupción de vastos sectores de los trabajadores, las mujeres y la juventud[6]. Múltiples actores de clases y sociales se suceden sin solución de continuidad desde comienzos de año.

Una dinámica de relevos. Una situación potencialmente de desborde de las instancias tradicionales. La “historia de relevos” tiene que ver con el ingreso a la lucha de múltiples movimientos. La Argentina está caracterizada por un movimiento de mujeres que tiene una presencia de masas desde el histórico #NiUnaMenos del 2015; dicho movimiento se transformó en un movimiento de masas por el derecho al aborto en los últimos meses.

Pero la astucia de la cosa es que este movimiento de mujeres es básicamente un movimiento de la juventud[7]. Y que este movimiento de la juventud está ahora expresándose como un inédito ascensoestudiantil como hace años no se veía.

Frente a la ridícula propuesta salarial del 15% en cuotas a los docentes universitarios, sumado a lo que se espera sea un presupuesto cero para las universidades el año que viene (una caída del 40% en términos reales), se está viviendoun ascensonacional del movimiento universitario.

Nuestro partido está interviniendo en este proceso desde sus agrupaciones juveniles: ¡Ya Basta!, Tinta Roja e incluso desde Las Rojas. Lo estamos haciendo con la orientación de masificar la pelea, al tiempo que radicalizándola por la vía de las ocupaciones de facultad, del desborde a las autoridades, de la coordinación efectiva de los sectores en lucha, del apoyo al reclamo de los docentes, así como la pelea por el presupuesto ylas reivindicaciones propias del movimiento estudiantil.

Estamos enfrentando la política del kirchnerismo de aguar todo lo posible las cosas, de meter los reclamos porlos carriles institucionales, de desviar todo hacia a la estrategia del “Hay 2019”:una política de contención a la cual corrientes como el PTS le están haciendo el juego en muchos casos.

Asoma el movimiento de trabajadores

Pero no se trata solamente del movimiento de mujeres y estudiantil. El elemento popular podría entrar en escena sila crisis social se profundiza. Y sobre todo,lo que es estratégico: el movimiento obrero, donde crece a pasos agigantados el odio al gobierno.

La clase obrera se recompuso a partir del 2001. No se vive aún una epidemia de despidos. Estructuralmente llega mucho mejor que cuando el Argentinazo. Sin embargo, las condiciones de trabajo son cada vez más brutales, los ritmos aumentan, los aumentos en paritarias fueron vergonzosos y es inevitable que si continúa la crisis,los despidos comiencen a generalizarse.

La bronca con el gobierno es enorme. Es evidente que la CGT tiene señales de esto. Por eso salió, de buenas a primeras, a convocar el paro del 25/09.Y de manera concomitante, la CTA ha convocado un paro general en simultáneo arrancando 12 horas antes. En síntesis:habría paro general el 24 y 25 de septiembre; un paro que debemos esforzarnos por hacer activo, desbordándolo e imponiéndole continuidad.

Desde ya que al convocarlo de aquí a un mes, la burocracia pretende darle margen al gobierno para que pare la crisis y nada se salga de control. Pero sintiendo la presión desde abajo tuvo que salir a ponerle fecha a la medida. Muchos trabajadores seguramente vieron cómo los del Astillero salieron dando muestras de combatividad, lo mismo que amenazó el desborde en otros sectores.

Al ponerle fecha a un nuevo paro general,tratan de canalizar la bronca. Esto es así incluso si no hay garantías que cuando se discuta el presupuesto en el Congreso, las cosas no se vuelvan a desbordar. En todo caso, tratan de comprar tiempo.

De cualquier manera, un desborde podría ocurrir ante cualquier giro de las circunstancias. Las tendencias están latentes por abajo en las universidades, en los colegios con desastres edilicios, en la situación de los docentes de la provincia de Buenos Aires donde la paritaria no se ha cerrado, en los lugares de trabajo más variados.

Parece haber comenzado un ascenso de la lucha de clases; un ascenso donde podría jugarse la suerte del gobierno de Macri.

Bases de una política revolucionaria

En una discusión en la dirección de nuestro partido luego de la negativa del Senado al aborto legal, decíamos que la coyuntura política podía tanto estabilizarse como ir a una“situación revolucionaria” (esto en función de los elementos de desborde que ya se apreciaban semanas atrás).

Como digresión señalemos que una situación revolucionaria es aquella en la que se coloca la caída del gobierno burgués por intermedio de la movilización popular. En su definición más clásica, dicha caída coloca la posibilidad de ser reemplazado por un gobierno de los trabajadores, lo que no es el caso hoy en nuestro país. Sin embargo, esto no menoscaba que la caída de un gobierno burgués por intermedio de la movilización popular lleve las cosas hacia la izquierda; facilita la maduración de los factores objetivos y subjetivos para que la clase trabajadora pueda imponer su salida.

Volviendo a nuestro punto, el segundo escenario aparece hoy más plausible que el primero. La crisis que se vive es global; el gobierno se viene debilitando. Tiene el apoyo del imperialismo y de lo más granado de la patronal (aunque económicamente comienzan a aparecer matices). Y tampoco pueden descartarse zarpazos reaccionarios.

Sin embargo, hay creciente “ruido” en las alturas tanto por la saga de los “cuadernos”, como por las contradicciones que crecen en Cambiemos acerca de cómo enfrentar la crisis.

En este contexto de potencial división por arriba, las relaciones de fuerzas no han sido saldadas. Y si el oficialismo tiene el apoyo social de un sector de las clases medias reaccionarias,e incluso si se expresan elementos ciertos de polarización(ver el cacerolazo de la semana pasada), la base social de Cambiemos parece estar estrechándose: no se aprecia un giro a la derecha en la sociedad.

El gobierno aparece en minoría; una creciente mayoría social pasa a la oposición y la clase obrera está entera. ¿Cuál es la política revolucionaria para esta situación? Hay corrientes como el PTS que parecen moverse con el esquema de que como todavía “no está lista la alternativa”… plantear la salida de Macri sería un error; de ahí que levanten la consigna de Asamblea Constituyente de manera reformista, sin ningún planteo de salida del gobierno.

Pero esta es una idiotez oportunista que escinde los elementos objetivos de los subjetivos. Pierde de vista que solamente en condiciones revolucionarias el “calendario revolucionario”puede desarrollarse, madurar los factores subjetivos: para llegar a Octubre hizo falta la Revolución de Febrero, las jornadas de Junio, Julio, derrotar el golpe de Kornilov, etcétera; que la clase trabajadora hiciera toda una experiencia política de lucha y organización; que sobre la base de dicha experiencia se construyera el partido revolucionario con influencia de masas.

Es imposible anteponer una salida prefabricadaal propio desarrollo de la realidad; desarrollo de la realidad cuyo primer eslabón pasa por la salida anticipada del gobierno de Macri.

Los compañeros afirman que “no sólo se debe cuestionar al gobierno sino también al régimen”. ¡Claro que sí! Pero no hay manera de cuestionar al régimen sino se parte de colocarse en el terreno de derrotar el desvío de todo el proceso al 2019: ¡parecen olvidarse que no hay institución más importante del régimen que el Poder Ejecutivo!No hay manera de plantear una Constituyente revolucionaria sino es sobre la base de cuestionar al gobierno.

No se puede esperar al 2019. Revocatoria del gobierno de Macri. Asamblea Constituyente soberana para refundar el país desde los explotados y oprimidos

El primer eje de toda política revolucionaria pasa hoy por romper la encerrona institucional de esperar al 2019. El ajuste y el acuerdo con el FMI hay que derrotarlos ahora. Y la única manera de derrotarlos es echar al gobierno más allá de que es importante buscar la formulación más adecuada para el diálogo con los más amplios sectores de trabajadores.

En segundo lugar, en la dinámica de la crisis se están cuestionando instituciones clave del régimen político. No estamos aún en un “Que se vayan todos”. Pero se ha profundizado la experiencia de un sector de masas con el Senado, con la Iglesia Católica y con una parte importante de los políticos y el empresariado por cuenta de la corrupción generalizada.

En estas condiciones, está comenzándose a colocar con más plausibilidad la consigna de la Asamblea Constituyente soberana,que es la consigna más democrática que se puede plantear en una circunstancia donde aún impera la democracia burguesa; en el terreno donde a pesar de la presión y la lucha directa en las calles, las masas trabajadoras todavía no han construido organismos de poder y representación propios; cuando la dinámica se juega todavía entre la calle y el palacio, y se piensa en el voto a la hora de la salida general.

Pero aquí viene el tercer elemento central: si el ascenso se profundiza sería un grave error atarse a consignas sindicalistas. Hay que exigirles y denunciar a las direcciones tradicionales; sería equivocado ignorarlas porque son ellas las que dirigen los sectores de masas de los trabajadores.

Sin embargo, junto con la exigencia y la denuncia, hay que alentar tanto el desborde como la construcción de instancias de organización alternativas por abajo: asambleas, coordinaciones, ocupar las fábricas que cierren y/o despidan masivamente, ocupar facultades y universidades; etcétera, todas medidas que apuntan a una acción histórica independiente de los explotados y oprimidos; a un nuevo Argentinazo pero en un escalón superior social y políticamente al del 2001.

Por último pero de una importancia inmensa,se trata de presentarun programa alternativo desde la clase obrera: abajo el ajuste del gobierno y el FMI; aumento de salarios del 40% indexado mensualmente; control popular de los precios; expropiación bajo control obrero de toda empresa que cierre o despida masivamente; expropiación de todos los bienes de los políticos y/o empresas involucradas en casos de corrupción; no al presupuesto del ajuste salvaje del gobierno y el FMI; no al pago de la deuda externa; aborto legal ya; separación de la Iglesia y el Estado; no al presupuesto cero para la educación; duplicación del presupuesto educativo; que el pueblo decida qué hacer con el país; huelga general activa de 36 hs. con continuidad; asambleas por lugar de trabajo y estudio;revocación del mandato de Macri; Asamblea Constituyente soberana para refundar de arriba abajo el país; por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

[1]Una de las críticas de los analistas es que el gobierno no ha presentado un claro cronograma de pagos; que no se conocen los datos ciertos del endeudamiento externo del país.

[2]“La nueva coyuntura abierta por la corrida cambiaria: una crisis global”, 13/05/18, www.socialismo-o-barbarie.org

[3] Vuelo hacia la calidad (Fly to quality) es el nombre que se le da a este proceso.

[4]De un momento a otro Lula será apartado de la elección introduciendo un elemento fraudulento en la misma y dejando al tope de las preferencias al extremo derechista Bolsonaro; los candidatos preferidos de los mercados siguen ranqueando muy abajo en las preferencias.

[5]Desde el momento que el Estado asumió el monopolio de la moneda, y siendo ésta el medio universal de intercambio de las mercancías, quedó claro que la misma es tanto una categoría económica como económico-política (un instrumento de cambio consagrado jurídicamente).

[6]Cuatro meses atrás, cuando hablábamos de la crisis global abierta, señalábamos que todavía las masas no terminaban de intervenir en la crisis; hoy parece estar cambiando esta situación.

[7]Está claro que no decimos esto de manera reduccionista, sino para dar cuenta de los vasos comunicantes existentes.

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“No hay forma de que esto termine bien”: Santiago Fraschina advierte que la “burbuja” de Milei “terminará explotando”

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Santiago Fraschina

El economista Santiago Fraschina recorre distintos municipios bonaerenses para realizar la presentación de “Los tres modelos en disputa”, un libro que agrupa y teoriza en torno a los diferentes planes económicos aplicados en Argentina, desde una defensa del modelo al que los autores denominan «justicialista». El trabajo que cuenta con la participación de varios economistas explica por qué el plan Milei «terminará explotando».

Este viernes, el licenciado en Economía, Santiago Fraschina, realizó la presentación del libro “Los tres modelos en disputa” en Olavarría y Azul. El texto fue publicado por la Editorial de la Universidad Nacional de La Plata y puede descargarse en forma gratuita.

“El gobierno actual implementa el modelo de valorización financiera que es fácil de aplicar pero trae consecuencias nefastas, como sucedió con Martínez de Hoz en dictadura, el menemismo y Macri”, planteó el autor del libro y describió: «Para llevarlo a cabo se debe garantizar es que la tasa de interés sea mayor que la inflación y fijar el tipo de cambio”.

Fraschina es licenciado en Economía (UBA), posee una Maestría en Sociología Económica (UNSAM) y es Mg. en Historia Económica y de las Políticas Económicas (UBA). Además, es director de la carrera de Economía de la Universidad Nacional de Avellaneda e integrante de EPPA, (Economía Política Para la Argentina).

El autor explicó que el modelo de valorización financiera conlleva la «destrucción de la industria nacional, el crecimiento de la desocupación y la caída de los salarios”. Además, advirtió que «generan burbujas que tarde o temprano explotan».

En ese marco, aseguró que el actual gobierno necesita la baja del Riego País para rehabilitar el endeudamiento público y «luego flexibilizar el cepo» para que «los especuladores tengan los dólares para cuando se quieran ir», por lo que consideró que «no hay manera de que termine bien».

El trabajo que cuenta con la participación de reconocidos economistas plantea la existencia de otros dos modelos económicos en el país: el «desarrollismo» y un tercero al que decidieron nombrar como «justicialista».

«El desarrollismo que formuló por primera vez Frigerio apuesta a un proceso de industrialización pero plantea que su financiamiento debe surgir del salario bajo de la clase obrera», explicó.

En cuanto al «justicialista», Fraschina señaló: «El modelo por el que nosotros abogamos también quiere industrializar pero el financiamiento lo pretende obtener través de la apropiación de las rentas extraordinarias de algunos sectores. Pero para eso hay que discutir con los grupos de poder». Además, señaló que en esta alternativa es fundamental que la energía y los alimentos «sean baratos».

Para el autor, la aplicación de ese modelo requiere fortalecer la «comunidad organizada» y consideró que también se debe avanzar hacia una «actualización de su programa» que contemple el surgimiento de nuevos fenómenos como las economías de plataformas.

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12 de octubre: ABYA YALA, el verdadero nombre del continente

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Abya Yala el verdadero nombre de América

La denominación Abya Yala fue dada al continente americano por el pueblo Kuna, desde antes de la llegada de los europeos. Este pueblo es originario de la serranía del Darien, al norte de Colombia, que hoy en día habita la región al sur de Panamá y el norte de Colombia. A los Kuna de la región Colombiana se les conoce como Kuna-Tule.

La cultura kuna sostiene que ha habido cuatro etapas históricas en la tierra, y a cada etapa corresponde un nombre distinto de la tierra conocida mucho después como América: Kualagum Yala, Tagargun Yala, Tinya Yala, Abya Yala.

El último nombre significa: territorio salvado, preferido, querido por Paba y Nana, y en sentido extenso también puede significar tierra madura, tierra de sangre”. Así esta tierra se llama “Abia Yala”, que se compone de “Abe”, que quiere decir “sangre”, y “Ala”, que es como un espacio, un territorio, que viene de la Madre Grande.

Es así como hoy en día, diferentes organizaciones, comunidades e instituciones indígenas y representantes de ellas de todo el continente, han adoptado su uso para referirse al territorio continental, en vez del término “América”. Es por esto que el nombre de ABYA YALA es utilizado en sus documentos y declaraciones orales. Como símbolo de identidad y de respeto por la tierra que habitamos.

Enrique Dussel ya había advertido que el denominado «descubrimiento de América» fue, en verdad, el encubrimiento de los pueblos que aquí habitaban. ABYA YALA es, así, el verdadero descubrimiento de América.


LENGUA DEL PUEBLO KUNA

El pueblo Kuna es originario de Sierra Nevada, en el norte de Colombia, habitó la región del Golfo de Urabá y las montañas de Darien, y actualmente vive en la costa caribeña de Panamá, en la Comarca de Kuna Yala (San Blas). ABYA YALA se viene usando como una autodesignación de los pueblos originarios del continente en contraposición a América, expresión que, aunque usada por primera vez en 1507 por el cosmólogo Martín Wakdseemüller, sólo se consagra desde fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX como un medio de las élites criollas para afirmarse en contraposición a los conquistadores europeos dentro del proceso de independencia.

Aunque los diferentes pueblos originarios que habitan el continente atribuyeran nombres propios a las regiones que ocupaban (Tawantinsuyu, Anauhuac, Pindorama), la expresión ABYA YALA es cada vez más usada por los pueblos originarios del continente objetivando la construcción de un sentimiento de unidad y pertenencia.

Pese a que algunos intelectuales, como el sociólogo catalán-boliviano Xavier Albó, ya habían utilizado la expresión ABYA YALA en contraposición a la designación consagrada de América, la primera vez que la expresión fue explícitamente usada con ese sentido político fue en la II Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de ABYA YALA, realizada en Quito en 2004.


CUMBRE CONTINENTAL DE LOS PUEBLOS EN EL AÑO 2000

En la I Cumbre, realizada en México en el año 2000, la expresión ABYA YALA aún no era invocada, como se puede leer en la Declaración de Teotihuacán, cuando se presentan como «los Pueblos Indígenas de América reafirmamos nuestros principios de espiritualidad comunitaria y el inalienable derecho a la Autodeterminación como Pueblos Originarios de este continente».

A partir de 2007, sin embargo, en la III Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de ABYA YALA, realizada en Iximche, Guatemala, no sólo se autoconvocan como ABYA YALA, sino que también resuelven constituir una Coordinación Continental de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas de ABYA YALA «como espacio permanente de enlace e intercambio, donde converjan experiencias y propuestas, para que juntos enfrentemos las políticas de globalización neoliberal y luchar por la liberación definitiva de nuestros pueblos hermanos, de la madre tierra, del territorio, del agua y de todo patrimonio natural para vivir bien».


ABYA YALA

Poco a poco, en los diferentes encuentros del movimiento de los pueblos originarios, el nombre América va siendo sustituido por ABYA YALA, indicando así no apenas otro nombre, sino también la presencia de otro sujeto enunciador del discurso, hasta aquí callado y subalternizado en términos políticos: los pueblos originarios.

La idea de un nombre propio que abarcara todo el continente se impuso a esos diferentes pueblos y nacionalidades cuando comenzaron a superar el largo proceso de aislamiento político a que se vieron sometidos tras la invasión de sus territorios en 1492, con la llegada de los europeos.

Junto con ABYA YALA hay todo un nuevo léxico político que también se viene construyendo, donde la propia expresión «pueblos originarios» gana sentido. Esa expresión afirmativa fue la que esos pueblos en lucha encontraron para autodesignarse y superar la generalización eurocéntrica de «pueblos indígenas».

A fin de cuentas, antes de la llegada de los invasores europeos, en el continente había una población estimada de entre 57 y 90 millones de habitantes que se distinguían como maya, kuna, chibcha, mixteca, zapoteca, ashuar, huaraoni, guarani, tupinikin, kaiapó, aymara, ashaninka, kaxinawa, tikuna, terena, quéchua, karajás, krenak, araucano/mapuche, yanomami, xavante, entre tantos y tantas nacionalidades y pueblos originarios del continente.

La expresión «indígena» es, en ese sentido, una de las mayores violencias simbólicas cometidas contra los pueblos originarios de ABYA YALA en la medida en que es una designación que hace referencia a las Indias, o sea, a la región buscada por los negociantes europeos a fines del siglo XV.

La expresión «indígena» ignora, así, que esos otros pueblos tenían sus propios nombres y su propia designación para sus territorios. Paradójicamente, la expresión «pueblos indígenas», en la misma medida en que ignora la diferencia específica de esos pueblos, contribuyó a unificarlos no sólo desde el punto de vista de los conquistadores/invasores, sino también como una designación que, en principio, servirá para constituir la unidad política de esos pueblos por sí mismos, cuando comienzan a percibir la historia común de humillación, opresión y explotación de su población y la dilapidación y devastación de sus recursos naturales.

 ABYA YALA se configura, por lo tanto, como parte de un proceso de construcción político-identitario en el que las prácticas discursivas cumplen un papel relevante de descolonización del pensamiento, y que ha caracterizado al nuevo ciclo del movimiento «indígena» cada vez más como un movimiento de los pueblos originarios. La comprensión de la riqueza de los pueblos que viven aquí hace miles de años y del papel que tuvieron y tienen en la constitución del sistema-mundo ha alimentado la construcción de ese proceso político-identitario.

Considérese, por ejemplo, que hasta la invasión de ABYA YALA (América) Europa detentaba un papel marginal en los grandes circuitos mercantiles, que tenían en Constantinopla uno de sus lugares centrales. La toma de esa ciudad por los turcos, en 1453, propició la búsqueda de caminos alternativos, sobre todo por parte de los grandes negociantes genoveses, que encontraron apoyo político entre las monarquías ibéricas y en la Iglesia Católica Romana.

Desde entonces, circuitos mercantiles relativamente independientes en el mundo pasan a estar integrados e incluso se constituye el circuito Atlántico con la incorporación del Tawantinsuyu (región hoy ocupada por Perú, Ecuador y Bolivia, principalmente), del Anahuac (hoy México y Guatemala, principalmente), de las tierras guaraníes (envolviendo parte de Argentina, Paraguay, sur de Brasil y Bolivia, principalmente) y Pindorama (nombre con que los tupí designaban a Brasil).

El carácter periférico y marginal de Europa era tal que la expresión «orientarse» (ir hacia el oriente) indicaba la relevancia de Oriente en la época. Así, es con la incorporación de los pueblos de ABYA YALA y con su sometimiento político, junto con el tráfico y la esclavización de los negros africanos traídos a este continente, que se crea la oportunidad para la centralidad de Europa.

En resumen, el surgimiento del sistema mundo moderno se da junto con la construcción de la colonialidad. Se trata, por lo tanto, de un sistema mundo moderno-colonial. Y ese carácter contradictorio inscrito en el sistema mundo moderno, que busca olvidar su carácter también colonial, es lo que los pueblos originarios de ABYA YALA vienen buscando explicitar en la lucha «por la liberación definitiva de nuestros pueblos hermanos, de la madre tierra, del territorio, del agua y de todo patrimonio natural para vivir bien».

De este modo, la descolonización del pensamiento se vuelve central para los pueblos originarios de ABYA YALA. Como bien señaló Luis Macas, de la Coordinadora de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), «nuestra lucha es epistémica y política», donde cumple un papel fundamental el poder de designar lo que es el mundo. Varios intelectuales vinculados a las luchas de los pueblos de ABYA YALA han señalado el carácter etnocéntrico inscrito en las propias instituciones, incluso en el Estado Territorial, cuyo eje estructurante está en la propiedad privada y cuyo fundamento se encuentra en el Derecho Romano.

A pesar de su origen regional europeo, los fundamentos del Estado Territorial, incluso la idea de espacios mutuamente excluyentes, como la propiedad privada, han sido impuestos al resto del mundo como si fueran universales, ignorando las diferentes formas de apropiación de los recursos naturales que predominaban en las mayores partes del mundo, casi siempre comunitarias y no mutuamente excluyentes. En América Latina, el fin del colonialismo no significó el fin de la colonialidad, como afirmó el sociólogo peruano Aníbal Quijano, explicitando el carácter colonial de las instituciones que sobrevivieron tras la independencia y que ilumina la declaración de Evo Morales Ayma al asumir la presidencia de la República de Bolivia, en 2006, cuando afirmó que era «preciso descolonizar el Estado».

Para que no se piense que se trata de una afirmación abstracta, debe recordarse que los concursos de oposición para funcionarios públicos en ese país eran realizados exclusivamente en lengua española, cuando aproximadamente el 62 por ciento de la población piensa en quechua, aymara y guaraní, las lenguas que hablan predominantemente en su vida cotidiana.

En países como Guatemala, Bolivia, Perú, México, Ecuador y Paraguay, así como en ciertas regiones de Chile (en el sur, donde viven aproximadamente un millón de araucanos/mapuches), de Argentina (el Chaco norteño) y de la Amazonia (brasileña, colombiana y venezolana), el carácter colonial del Estado se hace presente con todo su peso. El «colonialismo interno», expresión consagrada por Pablo González Casanova, se muestra actual, en tanto historia de larga duración actualizada. No es raro que esas regiones sean objeto de programas de desarrollo, casi siempre para (des)arrollar, de modernización, casi siempre de colonización (de hecho, esas expresiones casi siempre son sinónimos).

La elección del nombre ABYA YALA por los kuna recupera la lucha por la afirmación de sus territorios, de la que ellos fueron pioneros con su revolución de 1925, consagrada en 1930 en el derecho de autonomía de la Comarca de Kuna Yala, con sus 320.600 hectáreas de tierras, más las aguas vecinas del archipiélago de San Blas. La lucha por el territorio se configura como una de las más relevantes en el nuevo ciclo de luchas del movimiento de los pueblos originarios que se delinea a partir de los años ’80 del siglo pasado (Myskitos en Nicaragua) y que logra su mayor expresión en los años ’90 y a comienzos del nuevo siglo, revelando cambios profundos tanto del punto de vista epistémico como político.

Abya Yala se posiciona así como un atractor (Prigogine) en torno al que otro sistema puede configurarse. Eso es lo que los pueblos originarios están proponiendo con ese otro léxico político. No olvidemos que dar nombre propio es apropiarse.

Es hacer propio un espacio a través de los nombres que se atribuyen a ríos, montañas, bosques, lagos, animales y plantas; por ese medio, un grupo social se constituye como tal, constituyendo sus mundos de vida, sus mundos de significación y convirtiendo un espacio en su espacio: un territorio.

El lenguaje territorializa y, de esa manera, se revela una tensión de territorialidades entre América y ABYA YALA.

Fuente: Ecoportal.net

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Opinión

La otra Pandemia

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Nota de opinión de familiares, amigos, alumnos y colegas de Marcos Ledesma.

Hace algunos años que, disgregada pero no silenciosa, otra pandemia avanza en nuestro país y nuestra sociedad. Acá no hay virus ni bacterias, sino desinformación, miedo social y manipulación. Es la pandemia de las falsas denuncias.

Hoy 12 de agosto comienza el juicio contra Marcos Ledesma, once años después de las acusaciones en su contra por abuso y corrupción de menores. Al recorrer los casos de la Argentina en estos últimos años nos encontramos con más de 200 docentes denunciados, la mayoría casualmente en jardines de infantes y sobre maestros especiales, como música, educación física, plástica, etc. Acusados de hechos aberrantes y profundamente condenables para cualquiera que escucha la noticia. La rápida, y más cómoda mirada es culpar al denunciado sin la más mínima duda de sus acciones. La premisa de “los niños no mienten” ha teñido de irresponsabilidad el accionar perital, mediático y social de hechos que, de ser verdad, deberían resolverse de maneras menos iracundas y por los carriles penales que den un debido proceso y un ejemplar castigo. Pero no es así, el acusado es condenado a los pocos minutos sin flagrancia ni testigos.

Analía Schwartz, Juan Rosso, Fernando Melo Pacheco, y centenares más son juzgados por las sensaciones de una mamá o un papá que genera la paranoia y activa el terror social de que a nuestros hijos le pase algo horroroso. Pero, esa justicia “popular” que termina golpeando docentes, directivos, quemando escuelas y escrachando vidas no permite llegar a la verdad, porque hay una sentencia previa de condena eterna. ¿O algún docente acusado falsamente puede volver a su vida normal después de todo esto?

El abuso de menores es un hecho aberrante, que debe ser condenado con toda la fuerza de la ley. Pero antes de eso hay que llegar a la verdad. Marcos Ledesma atraviesa sistemáticamente, los mismos pasos de las denuncias a centenares de docentes. Aunque en este caso las pruebas son aún mas contundentes de su inocencia: Trabajar en el hall de un edificio altamente concurrido, con puertas abiertas, docentes de sala presentes, acciones que se le acusan que jamás le pudiera dar el tiempo para hacerlo en los 20 minutos que tiene con los chicos.

No hace falta esperar el juicio, solo analizando las probabilidades fácticas de sus realización es que Marcos debería estar ejerciendo la docencia como lo hizo hasta ese momento, sin acusaciones, querido por colegas y familias. Un profe más de esta ciudad que le pone el corazón y el pecho a su profesión, a pesar de las condiciones adversas con las que cotidianamente se encuentran.

Entendemos que esta responsabilidad excede también a las familias que son victimas de este mal social y ante la suposición de un hecho y desatada la paranoia actúan con ira y desesperación. Pero debemos analizar profundamente cada caso para, como sociedad, llegar a fondo a la verdad. Incluso porque de haber un caso de abuso, quizá la denuncia hacia el docente tapa a los verdaderos monstruos.

Hoy comienza un juicio que esperamos pueda poner en su lugar la verdad, sin presiones sociales ni incomodidades.

Ojalá que sea justicia.

Familiares, amigos, alumnos y colegas de Marcos Ledesma.

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