La mujer que mantenía una relación extramatrimonial con Martín Santiago Del Río, detenido anoche como presunto autor del doble parricidio de Vicente López, intentó suicidarse con pastillas este jueves por la mañana e incluso dejó una carta. De todos modos, la mujer encuentra fuera de peligro.
Se trata «Paola», quien al declarar como testigo en la causa lo comprometió al acusado, dijeron los investigadores.
Según las fuentes, esta tarde, la mujer se encontraba en su domicilio de Aristóbulo del Valle 2700, en Vicente López, cuando ingirió pastillas que tenía en su casa luego de haber intentado que su hija comprara Alplax en una farmacia, donde no le vendieron porque no tenía receta.
De acuerdo a los voceros, Paola dejó una carta en la que decía estar traumatizada por lo ocurrido con Del Río y el allanamiento que sufrió ella anoche en su domicilio por ese caso.
En esa nota también afirmó que ella no tenía nada que ver con el doble parricidio y que no sabía que mantenía una relación con «un psicópata».
Por su parte, la hija fue quien advirtió la situación y llamó a la Policía, que se dirigió al lugar junto a personal médico.
Los voceros señalaron que la mujer nunca perdió el conocimiento y que estaba como «ida y con la presión baja», por lo que la trasladaron al Hospital de Vicente López para evaluar también su estado de salud mental.
Lo ocurrido es investigado por el fiscal Alejandro Guevara, quien en caso de determinar que existe algún peligro dará intervención al Juzgado de Familia para una medida de protección de persona.
En un sorpresivo giro en la causa luego de la liberación de la empleada doméstica que en un primer momento fue apuntada como principal sospechosa, la justicia ordenó la detención de Martín Santiago Del Río de 47 años hijo menor del matrimonio asesinado el pasdo 24 de agosto.
Las pruebas que complican a Del Río por el doble parricidio de Vicente López
Martín Del Río quedó filmado caminando unas 30 cuadras desde Núñez a la casa de sus padres en la esquina de Melo y Gaspar Campos de Vicente López.
Los investigadores analizaron cientos de horas de grabaciones y detectaron que el imputado estacionó su camioneta Mercedes Benz ML 350 luego de girar en avenida Del Libertador y Campos Salles de Núñez.
Según la imputación, a Del Río lo captan caminando por avenida Del Libertador tanto del lado de Capital Federal como de Vicente López, cámaras municipales y privadas, algunas en alta definición.
Iba cubierto con gorra, capucha de buzo y barbijo. De ida, vestido con un buzo azul. A la vuelta, se agregó encima del buzo una campera gris y llevaba una bolsa de tela donde creen que se llevaba el DVR con las grabaciones de las cámaras de la casa de sus padres y otros objetos.
Los videos determinaron que estuvo dentro de la casa entre las 17.30 y las 18.30 del día del crimen.
Los fiscales detectaron que tiene una serie de deudas e investigan posibles manejos irregulares que hizo con los negocios, las empresas y las propiedades de sus padres. “El móvil puede ser económico”, dijo a Télam una fuente judicial.
Martín Del Río impulsó en varias de sus testimoniales las sospechas contra la empleada de sus padres, María Ninfa “Nina” Aquino, quien estuvo 13 días detenida como presunta “entregadora” del hecho, hasta que ayer fue liberada por falta de pruebas.
Los peritos encontraron una huella dactilar del hijo menor de las víctimas en una puerta clave para la investigación. Si bien por ser el hijo del matrimonio su presencia en la vivienda está justificada, el sitio del hallazgo podría comprometerlo.
En su camioneta Mercedes Benz ML 350 secuestrada en los allanamientos, la Policía encontró una bolsa de tela de la inmobiliaria “Remax”, blanca y con vivos rojos y azules, idéntica a la que se ve cargar al presunto asesino cuando se aleja de la escena del crimen.