En la votación hubo dos abstenciones, ambas de la Izquierda.
El debate en la Cámara de Diputados se prolongó durante 13 horas, luego de haber comenzado a las 14:30 del día martes.
El llamado impuesto a la riqueza debería ser pagado, en caso de convertirse en ley, por unas 10 mil personas, según los datos aportados por AFIP.
A raíz del aislamiento preventivo al que se sometió el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, por sospechas de contagio de Covid-19 tras una reunión que mantuvo con un representante de la misión del FMI que contrajo coronavirus, la sesión comenzó siendo presidida por el vice del cuerpo, Álvaro González.
Con la luz verde de las autoridades sanitarias tras el negativo que arrojó el segundo hisopado, Massa retomó las funciones presenciales en el Congreso, donde primero se reunió con ministros nacionales y funcionarios, y luego ocupó su asiento en el hemiciclo del recinto.
La sesión comenzó con un alto grado de tensión con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición.
Primero hubo un cruce entre Brenda Austin y Cecilia Moreau sobre los giros de comisión al proyecto de plásticos de un solo uso, y más tarde los diputados Álvaro de Lamadrid y Waldo Wolff plantearon cuestiones de privilegio contra Massa por no hacer los esfuerzos necesarios para reconducir a la Cámara de Diputados hacia la presencialidad de sesiones.
El diputado Germán Martínez replicó las críticas y cargó contra Juntos por el Cambio por considerar que buscaba generar un mal clima para enturbiar y dilatar el tratamiento del proyecto de grandes fortunas.
«Nosotros no armamos, no planificamos, ni damos golpes por atrás. Nosotros conversamos de frente. Quiero decir que no vamos a hacer lo que nos hacían ustedes, cuando había 20 cuestiones de privilegio por sesión, 30 pedidos de apartamiento de reglamento por sesión», contestó el presidente interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri.