Historia Pyme de Todo Provincial RADIO trae la historia de Bedson SA, una empresa nacida hace 46 años en una pequeña vivienda de La Lonja, Pilar, que se convirtió en referencia internacional en salud animal, exportando soluciones farmacológicas a más de 40 países y consolidando un modelo de producción con innovación, investigación y compromiso familiar.
Alicia Ronero de Colussi, presidenta de la compañía, repasó en diálogo con Todo Provincial RADIO los comienzos del emprendimiento fundado por el doctor Arnaldo Colussi y su amigo Omar Romano. “El 24 de abril cumplimos 46 años. Es una historia rica, de esas que empiezan sin saber a dónde van a terminar”, expresó.
La empresa nació a partir del desarrollo de una vacuna contra el tifus aviar. El doctor Colussi, microbiológico de formación y apasionado por la avicultura, regresó de una beca en el Instituto Pasteur de Francia con una cepa que podía resolver un problema grave en la producción avícola argentina. Su trabajo fue premiado en 1978 por la Universidad de Veterinaria de Universidad Nacional de La Plata.
Luego de ese reconocimiento, y en sociedad con Omar Romano —más enfocado en la parte comercial—, iniciaron la fabricación de la vacuna en un laboratorio privado en Olivos. Fue allí donde conocieron a Alicia, quien se sumó al equipo y más tarde se casó con el doctor Colussi.
“El laboratorio que teníamos era prestado. Entonces nos fuimos a una casita en La Lonja y ahí empezó Bedson”, recordó. El nombre original que querían era “Delta”, pero ya estaba registrado, así que optaron por “Bedson”, en honor a una bacteria descripta por un inglés.
El giro que transformó a la empresa
Con el tiempo, la producción de vacunas dejó de ser rentable, pero Colussi siguió investigando hasta descubrir una molécula innovadora para la avicultura. Ese hallazgo permitió a la empresa dar un gran salto tecnológico, abandonar la producción de biológicos y enfocarse en fármacos veterinarios.
“Fue entonces que desarrollamos Fosbac, nuestro producto estrella a base de fosfomicina, un antibiótico para aves y cerdos. Luego sumamos el Betgen 40, un aditivo alimenticio basado en alcachofa, que también se usa en esos animales”, explicó Ronero.
Hoy, Bedson está ampliando su alcance al sector de rumiantes, con productos en fase de prueba orientados a la producción de leche y carne bovina. “Nos estamos adaptando a otra lógica productiva, porque no es lo mismo criar un pollo que una vaca”, señaló.
Exportar desde Argentina: un camino largo pero posible
La internacionalización de Bedson comenzó con la visión estratégica de Omar Romano. “Empezamos por Uruguay, luego Perú y después Guatemala, con ayuda de un amigo que había trabajado en Estados Unidos. Cada país costó años de trabajo, porque hay que cumplir con los requisitos técnicos y regulatorios locales, y hacer un fuerte acompañamiento técnico”, detalló la presidenta.
Actualmente, Bedson tiene oficinas en España, Guatemala y República Dominicana, además de representantes en Malasia y Líbano, que cubren los mercados del sudeste asiático y Medio Oriente. “Exportar implica entender la cultura de cada país, porque no se vende igual en Filipinas que en Beirut”, explicó Ronero.
A través de sus técnicos especializados, Bedson garantiza el uso correcto de sus productos en todo el mundo. “No se trata solo de vender, sino de acompañar técnicamente al productor”, afirmó.
Una empresa con raíces familiares
Además del crecimiento empresarial, Bedson fue también la construcción de una gran familia. “Con Arnaldo tuvimos dos hijos, y uno de ellos, Eugenio Colussi, hoy es vicepresidente de la empresa y representa a sus cinco hermanos”, contó Alicia. También se sumó a la compañía Laura Romano, hija del cofundador.
“Eugenio empezó desde abajo, trabajando en la línea de producción. Luego de la muerte de su padre, decidió acompañar este legado. Aunque estudió arte, hoy representa a toda la familia en la empresa”, expresó la presidenta con orgullo.
Tecnología, sustentabilidad y futuro
Hoy Bedson sigue liderando el mercado con productos farmacéuticos y apuesta fuerte al desarrollo de soluciones naturales y sustentables. “Entramos en la línea verde, con aditivos alimenticios de origen natural, que son cada vez más demandados. Seguimos invirtiendo en investigación y desarrollo, porque creemos que se puede crecer sin perder nuestra esencia”, concluyó.