La empresa desarrolladora de Costa Esmeralda proyecta construir unos 100 edificios de hasta cuatro pisos a la vera del complejo de 16 barrios cerrados loteado hace casi 20 años sin habilitación provincial. Los propietarios se oponen y denuncian que este nuevo centro urbano para 20 mil personas generaría graves problemas ambientales. Detrás, también se percibe un temor a que este balneario deje de ser tan exclusivo.

Por: Martín Mazzoleni

Un grupo de vecinos de Costa Esmeralda, complejo de barrios privado construido sobre la playa en el límite del Partido de La Costa con Pinamar, iniciaron una protesta contra EIDICO, la empresa que creó los countries junto al propietario de las tierras en 2004. El próximo sábado 14 de mayo protestarán en contra de la construcción del Centro Urbano Costa Esmeralda (CUCE), una nueva ciudad que estaría compuesta por unos 100 edificios de departamentos, hoteles, estaciones de servicio y galerías comerciales.

El proyecto dado a conocer por el gerente de EIDICO, Santiago Valledor, despertó un gran rechazo entre los propietarios de viviendas y hasta motivó la presentación de una medida cautelar que todavía no fue resuelta por la justicia. En diálogo con Todo Provincial, Sergio Bonzo, abogado y vecino de Costa Esmeralda, explicó: “Se supone que vinimos a Costa Esmeralda para ver el bosque en la playa, lo que menos queremos es tener al lado una selva de cemento”.

“Valledor asegura que está será una zona independiente del barrio, pero actualmente todo Costa Esmeralda es parte de una misma partida. Además dijo que ya obtuvo el permiso del municipio pero un proyecto como este requiere de la aprobación del gobierno provincial y organismos como el ADA”, señaló Bonzo quien sin embargo admitió que el propio barrio cerrado fue loteado sin el visto bueno de la Provincia.

Costa Esmeralda es el balneario más exclusivo del Partido de La Costa y quizás de toda la costa bonaerense. Los barrios privados ocupan unas 800 hectáreas cuenta y cuentan con unos 4000 mil lotes, de los cuales ya fueron edificados más de la mitad, incluidos algunos edificios de departamentos. El alquiler de una vivienda en verano puede costar desde 3500 dólares la quincena.

A fines del 2019, EIDICO creó en la zona sur un centro comercial, el único espacio abierto al público que se encuentra en pleno funcionamiento. La intención ahora es agregar unos 100 edificios de hasta cuatro pisos en ese predio que actualmente aloja un añoso bosque. El CUCE tendría una capacidad para entre 15 y 20 mil personas.

“Sería un desastre en términos ambientales porque 100 edificios porque colapsarían los acuíferos, las napas y el resto de los servicios, además de la flora y la fauna que se verían muy afectados”, advirtió Bonzo quien además reconoció que otro gran motivo de la resistencia vecinal es la posible afluencia de una gran cantidad de público durante las temporadas de verano.

“La playa quedaría totalmente abarrotada, no habría posibilidad ni de poner una sombrilla. Este es un mega proyecto totalmente fuera de lugar en un barrio elegido por gente que busca contacto con la naturaleza. El que compró acá no sabía qué se iba a convertir en una selva de cemento o en una ciudad del tipo de San Bernardo, con edificios que cortan la luz solar sobre la playa. Sería algo desastroso”, expresó el vecino que presentó la medida cautelar.

En cuanto a los perjuicios ambientales, los propietarios de viviendas en Costa Esmeralda aseguran que se produciría una “ruptura de la cadena de médanos”, aunque el CUCE sería construido a la misma distancia del mar que el propio barrio cerrado.

“En La Costa hay una discusión legal sobre si corresponde tomar la línea de la ribera o desde donde comienza la cadena de médanos para construir. Si tomamos desde la costa a las primeras casas del barrio superan los 150 metros pero si se toma desde los médanos estamos a menos de esa distancia. Los edificios serían construidos sobre la misma línea pero por los cimientos que necesitan generarían un perjuicio mucho mayor”, aseguró Bonzo.

Los propietarios también apuntan a la necesidad de proteger el bosque de Costa Esmeralda y las napas de agua ya que la sobre explotación del recurso puede provocar la salinización de los pozos como sucede en otras localidades de La Costa como Santa Teresita.

Mientras tanto, EIDICO revela sus intenciones de comenzar a vender “al pozo” los primeros departamentos a fin de año para empezar las obras inmediatamente.

“Para llevar adelante un mega proyecto de esta naturaleza se requiere autorización del Autoridad del Agua (ADA) y distintos organismos provinciales. Según nos dijeron sería muy difícil que consigan esa aprobación. Acá hay un tema de impacto ambiental que no se circunscribe a Costa Esmeralda. Los efectos negativos perjudicarán a todo el partido de La Costa”, apuntó Bonzo.