El Centro de Capacitación, Transferencia de Tecnología, Producción y Servicios de la Madera de la Universidad Nacional de La Plata quedó formalmente inaugurado. Esta unidad trabaja distintas líneas productivas entre las que se destaca las casas de madera estilo canadiense que serán aptas para los créditos Procrear.
El Centro de la Madera de la UNLP es un centro foresto-industrial de características únicas en la región, que permite sumar la producción al núcleo formativo de la casa de estudios.

El acto de inauguración formal fue encabezado por el presidente de la UNLP, Fernando Tauber, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Dominguez; y el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez.
“Estamos orgullosos de poder inaugurar este complejo maderero junto a las autoridades del Ministerio, y de hacerlo con toda la maquinaria y la capacidad productiva en pleno funcionamiento”, subrayó Tauber y agregó: “Somos una Universidad que se involucra con las demandas de la comunidad, por eso queremos poner nuestro conocimiento, tecnología y potencial productivo al servicio del Estado, especialmente en este momento difícil que atraviesa el país”.
El Centro de Capacitación, Transferencia de Tecnología, Producción y Servicios en Madera -dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales- se encuentra ubicado en la Estación Experimental Julio Hirschhorn que la UNLP posee en Los Hornos, en avenida 66 y 167.
Cuenta con una superficie cubierta de más de 2 mil metros cuadrados que incluyen aserradero y sala de acopio, horno secadero, sala de afilado y cepillado, y taller de carpintería. A las tareas propias de la producción maderera, se suman además actividades de investigación y capacitación de técnicos y profesionales.
Actualmente, el Centro de la Madera mantiene activas tres grandes líneas de producción en marcha. En los talleres de carpintería se producen muebles de todo tipo, desde camas y cunas hasta mesas de luz y bibliotecas.
También se fabrica la denominada “Solución Habitacional de Emergencia”, un módulo ideado y construido como un aporte para paliar el déficit de vivienda que padecen los sectores más postergados.
Finalmente, el Centro cuenta con capacidad para producir casas de estilo canadiense y buscará incorporarlas a las líneas del Plan Procrear.
Viviendas canadienses aptas para el Plan Procrear
El polo maderero de la UNLP diseñó y cuenta con la capacidad para producir viviendas de madera de estilo canadiense. Se trata de casas cuyo estilo constructivo las hace confortables, sustentables y sensiblemente más económicas que las viviendas tradicionales.
Según adelantaron desde la prosecretaría de Vinculación y Transferencia de la Universidad, las viviendas son aptas para la nueva línea de créditos que lanzará el Programa Procrear para construcción no tradicional.
En este sentido explicaron que, una vez que se habilite la apertura del registro, la UNLP ofrecerá su modelo de vivienda canadiense para que sea incluida entre las opciones para quienes quieran acceder al crédito Procrear.
A diferencia de la construcción en húmedo, estas viviendas tienen propiedades térmicas, acústicas y hasta antisísmicas. Además pueden ser autoconstruidas por sus propios usuarios y son comparativamente más económicas.
Otra de las ventajas que ofrecen es que para su edificación se emplean muy pocas máquinas y herramientas que son de fácil manejo y más seguras.
Para obtener la madera para construir estas viviendas no se propicia la tala de bosques nativos sino que se recurre a estos bosques implantados y manejados sosteniblemente.
Toda esta actividad propicia el uso de madera de eucaliptus y pinos, que son maderas de especies forestales implantadas y potencian el desarrollo de los aserraderos.
Solución Habitacional de Emergencia
El Centro de la Madera, con el aporte del Consejo Social de la UNLP y el Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido de la Facultad de Arquitectura, desarrolla viviendas de madera de interés social. Se trata de módulos de 40 metros cuadrados -ampliables a 90– ideados para dar respuesta a situaciones de emergencia habitacional.
Las denominadas Soluciones Habitacionales de Emergencia se construyen sobre pilotes de cemento, lo que permite mantener la totalidad de la estructura elevada sobre el nivel del suelo; una característica de vital importancia en zonas de terrenos húmedos o anegadizos. La simpleza del método constructivo es tal que una vivienda base puede levantarse en apenas una semana y, además, puede ser ampliada de acuerdo a las necesidades.
Tanto las paredes de madera como el techo también son dobles e incluyen una capa de material aislante térmico elaborado a partir de una mezcla de telgopor triturado con una mínima proporción de cemento. Cuentan también con un colector solar térmico que garantiza la provisión de agua caliente en la cocina y en el baño, durante las 24 horas del día.
En cuanto a la instalación eléctrica, las casas respetan los más altos estándares de seguridad, sin cables ni caños a la vista y con disyuntor para evitar accidentes domésticos.
Tauber: «Estos son proyectos productivos para mejorar la calidad de vida de los argentinos»

Durante la inauguración, Tauber destacó la presencia de los titulares de las carteras agrarias nacional y bonaerense como un “un fuerte respaldo para desarrollar acciones conjuntas orientadas a fortalecer la actividad productiva en la región. Vamos a trabajar en más emprendimientos sociales y participar de nuevas líneas adicionales”.
Finalmente, Tauber concluyó: “De estas instalaciones surgen y seguirán surgiendo proyectos productivos para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Los módulos habitacionales construidos en nuestro Centro de la Madera garantizan a las familias un techo digno, con sanitarios completos, cocina y provisión de agua caliente mediante energía solar. Tenemos que articular con el Estado para que estas iniciativas lleguen a quienes más lo necesitan”.
Por su parte, el ministro Julián Domínguez destacó que “este complejo maderero es una muestra de que la Universidad de La Plata tiene una visión de futuro muy clara; es rebelde, inquieta y con una enorme capacidad científica y tecnológica puesta a resolver las principales demandas sociales.” ,
Domínguez aprovechó además para instar a los presentes a “diseñar junto a la Universidad un plan estratégico para el ordenamiento y gestión de la tierra en Argentina. Los argentinos tenemos que gestionar desde el conocimiento que se genera en la Universidad Pública, porque el mercado no puede imponer su modelo de explotación y gestión de la tierra; nosotros tenemos que decir qué modelo de desarrollo queremos. Tenemos que marcar el camino hacia el futuro desde la docencia y desde la investigación”