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Cómo hizo un municipio bonaerense para registrar suicidio adolescente cero y ser premiado internacionalmente

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El 10 de septiembre de cada año se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una problemática sanitaria que genera cada vez más preocupación. La Municipalidad de San Miguel implenta desde el 2023 un novedoso “Plan integral de abordaje al suicidio en la niñez y adolescencia” que le permitió registrar sucidio infanto – juvenil cero en lo que va del 2024. Por este programa, la Dirección de Salud Mental fue galardonada con el premio «Dra. Norma Costoya» de la Alianza Iberoamericana de Psiquiatría Infanto-juvenil y Profesiones Afines (ALIAMPSI).

En diálogo con Todo Provincial, el director de Salud Mental de San Miguel, Mariano Bigliani, explicó: “Este plan es posible a partir del programa integral de salud mental que implementamos en el municipio. Hicimos un cambio respecto lo que se estaba haciendo y planteamos un plan de salud mental comunitaria”.

El municipio decidió descentralizar la salud mental del hospital y disponer de profesionales en todos los CAPS, lo que permitió que todos los barrios cuenten con psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos y trabajadores sociales a disposición.

“Los CAPS funcionan en forma articulada para cubrir todos los barrios. En San Miguel brindamos turnos de psiquiatría infanto-juvenil, algo que es muy difícil de conseguir incluso para quienes cuentan con prepaga”, detalló Bigliani.

El suicidio es la segunda causa de muerte en los niños y jóvenes de 10 a 24 años en todo el mundo. En Argentina, supera a los homicidios dolosos y equipara a los fallecidos en accidentes de tránsito. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a los estados-naciones a generar políticas públicas para trabajar la problemática.

Lo primero fue generar un registro para contar con una base de datos fiable, algo que es fundamental para toda gestión”, explicó el director de Salud Mental de San Miguel y agregó: “Hasta el 2023, no había datos ni registros de suicidios consumados o intentos, esta es una carencia en todo el país”.

El segundo eje de este programa fue comenzar las capacitaciones para la detección de síntomas y alarmas de conductas suicidas, y brindar herramientas necesarias para poder intervenir oportunamente.

En cuanto a la asistencia, se trabaja con una red territorial para acompañar y mapear al paciente, su familia, su entorno e incluso el barrio en donde ocurre, para hacer un seguimiento integral de cada situación.

“Estamos cambiando el paradigma a través de capacitaciones para la prevención. Hay un gran tabú en torno al suicidio que muchas veces hace que se evite el tema. Las preguntas sobre pensamientos suicidas deberían poder hacerse en el ámbito de la salud y el educativo, aunque hay que estar capacitado para saber qué hacer con la respuesta”, señaló Bigliani.

El sistema de registro implementado en San Miguel permite saber la vía de ingreso, tentativas y suicidios por edad, sexo, método utilizado y ubicación. El programa está dividido en infanto juvenil (hasta 16 años) y adultos.

“En infanto juvenil tenemos una matriz que nos permite brindarles un seguimiento de acuerdo a la gravedad del caso, con tratamientos ambulatorios, abordaje familiar e internación si es necesario. Un chico que ingresa queda integrado a varios dispositivos diferentes con un seguimiento de 3 o 4 veces a la semana, entre tratamiento individual, grupal y psiquiatría si requiere”, destacó el funcionario.

Y remarcó: “Así los chicos están contenidos por diferentes efectores del municipio, lo que nos permite saber si faltó al colegio o a un turno. Hacemos todo para que no desaparezca de nuestro radar”.

Por el programa de prevención del suicidio de San Miguel ya pasaron 354 personas entre chicos y adultos. En muy poco tiempo comenzó a mostrar resultados alentadores ya que en lo que va del 2024 no se registraron suicidios infanto juveniles en el municipio, cuando en 2023 fueron ocho las muertes consumadas por esta causa. Entre los adultos, también se logró reducir la cantidad de casos.

Prevención del Suicidio en San Miguel: “Se armó una red muy grande”

Sobre el premio entregado por la ALIAMPSI, el director de Salud Mental de San Miguel explicó: “Hicieron un concurso de políticas preventivas del suicidio y nosotros inscribimos nuestro programa para la población infanto juvenil”.

“Lo que más destacó el jurado es el trabajo intersectorial. Nosotros cambiamos el paradigma del abordaje en el suicidio. Pasamos de la atención mediante psicólogo una vez por semana a un modelo en el que planteamos que el suicidio se puede prevenir desde todos los sectores de la sociedad”, remarcó Bigliani.

Desde el 2023, la comuna bonaerense lleva realizadas 56 capacitaciones en distintos ámbitos, alcanzando a 2200 personas y 68 talleres para una cantidad similar de vecinos.

“Esto nos permitió empezar a trabajar con el sector educativo que es nuestro aliado fundamental porque es el que tiene a los chicos todos los días en el colegio”, aseguró el funcionario y remarcó: “En San Miguel, los docentes, directores, médicos o administrativos están capacitados para detectar la problemática e ingresarla al programa. Se armó una red muy grande”.

El especialista explicó que el suicidio es una problemática “multicausal” pero mencionó tres indicadores que suelen prevalecer como los antecedentes de abuso sexual infantil, violencia familiar y consumos problemáticos.

“El aislamiento social también juega una rol clave, las personas que no tienen una red de contención están más expuestas”, señaló.

Para los casos más complejos, el municipio creó un equipo de internación para mayores de 16 años en el Hospital Central de Bella Vista, donde también funciona un consultorio de atención inmediata sin turno. En tanto, en el hospital Larcade funciona un área de internación para menores.

“La internación es la última instancia y sirve para estabilizar al paciente”, aclaró Bigliani y detalló: “Nosotros garantizamos que ningún paciente que haya sido internado por conductas suicidas sale sin un programa de atención y seguimiento, con la externación programada. Se estima que el acompañamiento de los pacientes debe ser de al menos de dos años”.

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