Se trata de la clínica Mater Dei, un centro especializado en gineco-obstetricia, pediatría y subespecialidades ubicado en calle 45 entre 13 y 14. Sus trabajadores no cobran sus salarios desde hace tres meses y lanzaron un paro por tiempo indeterminado. La familia propietaria descarta cualquier negociación para vender el sanatorio mientras avanza en su vaciamiento.
En diálogo con Todo Provincial, el delegado gremial de ATSA La Plata en la Clínica Mater Dei, Luis Angles explicó: “Seguimos de paro y no tenemos ninguna respuesta más que provocaciones por parte de los dueños, la familia Calvo. Ya nos dijeron que ellos no se irán de la institución. Cada vez que aparece alguien con intenciones de comprar la clínica los rechazan”.

Los propietarios les deben a los 100 trabajadores que quedan, ya que muchos renunciaron, los salarios de agosto, septiembre y octubre, más tres aguinaldos completos y muchas cifras no remunerativas acordadas en sucesivas paritarias por el gremio.
Desde hace tres meses, los empleados solo cobran 22 mil pesos que son pagados por el Estado nacional a través del REPRO.
En la última audiencia ante el Ministro de Trabajo bonaerense, Estanislao Calvo llegó tarde y puso como excusa que estaba en el banco negociando un préstamo para pagar salarios. Sin embargo, los trabajadores lo vieron salir de su oficina en la clínica. “Se nos burlan en la cara”, lamentó Angles.

“El Ministerio de Trabajo dictamina a nuestro favor e íntima a la parte empresaria pero luego no pasa nada porque la familia Calvo no respeta nada”, reprochó el trabajador.
Ante esta situación, los trabajadores ven como única salida una venta de la clínica que permita la llegada de inversores para refundar este emblemático centro de salud fundado por la curia platense.
“Los Calvo no quieren llevar adelante ninguna negociación porque no se quieren ir del Mater Dei. No sabemos cuál es su intención más allá de seguir robando. Evidentemente quieren vaciar la clínica y llevarla a la quiebra”, expresó el delegado gremial.

Y apuntó: “Nosotros queremos que venga un nuevo dueño, sería una bendición. Hasta ahora los que más claro nos hablaron fueron los directivos de IOMA que ofreció invertir en equipamientos, insumos y recursos humanos pero los Calvo no quieren irse”.
Este centro especializado en gineco-obstetricia, pediatría y subespecialidades siempre tuvo muchos pacientes y trabajaba a “cama caliente”. La situación actual es la opuesta. En el último tiempo pasó de atender 200 partos al mes a menos de 20.
“En estos momentos está totalmente caída. Es una cáscara vacía, no tenemos profesionales, equipamiento ni pacientes”, lamentó Angles y concluyó: “Creemos que quiere vaciar la clínica y quebrarla. Nosotros nos vamos a meter todos acá adentro hasta que cobrar todo lo que nos corresponde”.