Así lo expresó el delegado Fabián Ponce en diálogo con Todo Provincial y agregó: “Están dilatando el acuerdo para que firmemos cualquier cosa y precarizarnos aún más”. También informó que la empresa desmanteló los lugares de trabajo y que pese a las amenazas de desalojo por la fuerza mañana se presentarán a trabajar. Mientras, el conflicto esconde un acuerdo paritario del 12% para el sector con el sindicato intervenido por Triaca.
Este martes los trabajadores de la empresa Redguard S.A. que realizan tareas de control y asistencia de equipajes en los aeropuertos para Latam llevaron a cabo una nueva medida de fuerza en Aeroparque y desmienten la versión surgida de la aerolínea sobre un principio de acuerdo.
“No hay intención de Latam ni de Securitas de llegar un acuerdo con los trabajadores”, remarcó Ponce y añadió: “Están generando un ambiente de desesperación para que terminemos firmando cualquier cosa”.
El conflicto se originó ante el cambio de la contratista Redguard por la multinacional Securitas, que ofrece continuidad laboral a cambio de una flexibilización de las condiciones de trabajo. “Hoy se comunicaron de la empresa pero persisten en su postura. Por eso desmentimos que hay un principio de acuerdo y que falta ultimar detalles. Esos detalles son muy graves para nosotros”, dijo Ponce. “Nos proponen pasar a Securitas, pero con otro convenio, el convenio de seguridad que Securitas trae de afuera y que entre otros puntos contiene un sueldo básico inferior al nuestro, también que nos pueden trasladar a otros objetivos fuera del aeropuerto, rotar los turnos y tiene un ítem que especifica que te tenés que quedar después de horario si la empresa lo requiere, el tiempo que sea necesario”, enumeró.
En ese marco los trabajadores se resisten a la flexibilización de la tarea y afirman que el traspaso “tiene que ser legal, colectivo y simultáneo respetando la ley”. “Ellos están haciendo todo el esfuerzo para no respetarla, quieren que firmemos para después hacer lo que quieran. Sabemos muy bien cómo trabajan, por eso no queremos ceder ningún punto”, remarcó.
En este contexto cabe señalar que los 200 trabajadores que hoy se encuentran en conflicto, si bien realizan tareas aeronáuticas se encuentran enrolados en el sindicato de seguridad privada UPSRA, por un acuerdo unilateral de la empresa Latam con las autoridades. Pese a esto, los trabajadores han logrado incorporar puntos específicos y ahora tienen un convenio “semiaeronáutico”. “Son conquistas que logramos mantener en los sucesivos traspasos que sufrimos, pero Securitas dice que no está dispuesta a respetarlo y nos quieren imponer un acuerdo que traen desde afuera y a la baja. Eso no lo vamos a permitir”, sostuvo.
Mientras tanto los trabajadores denuncian que este lunes la empresa Redguard comenzó a desmantelar las oficinas en el Aeropuerto y durante la jornada de hoy cumplieron tareas sin equipos de comunicación, ni agua en una zona restringida. A esto debe sumarse un lamentable episodio protagonizado por un representante de la empresa, Leonardo Rodríguez, quien en medio de la mudanza se dirigió a los trabajadores con improperios y la amenaza de que “se iban a quedar todos en la calle”. “Esto es lockout patronal y vamos a hacer las denuncias correspondientes porque el nivel de desidia y de maltrato es muy alto”, dijo Ponce.
Consultado además sobre el papel de Ministerio de Trabajo ante el conflicto, señaló: “El ministerio de Trabajo no se está metiendo en el tema, nos sabemos por qué, se que hay intentos de acordar audiencias, pero no hay nada concreto. Está actuando pasivamente dejando que el conflicto siga. Hace rato que viene así con esa postura de no interceder que es lo que tienen que hacer”, denunció.
Por lo pronto y acerca de la continuidad del reclamo Ponce informó que los trabajadores se presentarán mañana a sus lugares de trabajo, pese a la advertencia de un posible desalojo por la fuerza: “Mañana vamos ir todos a aeropuerto a cubrir los puestos de trabajo y aguantar si es que la empresa decide traer trabajadores de afuera”, dijo. “No nos vamos a retirar del aeropuerto”, remarcó. “Están dilatando el acuerdo para que lleguemos a un momento de desesperación y firmemos cualquier cosa”, denunció.
Asimismo, los tercerizados de Latam cuentan con el apoyo de trabajadores y delegados de la empresa y vienen de participar del Encuentro Nacional de Trabajadores que convocó además a los damnificados de Río Turbio, del Hospital Posadas y del Ingenio La Esperanza, y ya se encuentran ultimando detalles de una medida conjunta para el 2 de marzo posiblemente en la Richieri.
“Están negociando nuestros derechos a nuestras espaldas”
En tanto cabe señalar que UPSRA, el gremio donde fueron enrolados de prepo, se encuentra actualmente intervenido por el Ministerio de Trabajo, en condiciones muy similares a las de UATRE, sin normalización ni convocatoria a elecciones a la vista. En medio de las anomalías se encuentra el apriete a los trabajadores y un acuerdo paritario 2018 que fija un aumento salarial para el sector del 12%.
“Están negociando a nuestras espaldas nuestros derechos con Latam, Securitas y Reguard”, remarcó. “Es como si negociaras con vos mismo, es muy loco, ponen gente de ellos a negociar con ellos, obviamente que van a negociar a la baja”, añadió.
En tanto el paupérrimo acuerdo alcanza a todos los trabajadores en iguales condiciones que prestan servicios para otras empresas y el clima de descontento tiende a generalizarse por lo que no descartan un rebrote del conflicto en este sentido también.
Trabajadores Low Cost
En este contexto, Ponce recordó que Latam financió la campaña de Mauricio Macri a la presidencia, y que el objetivo de la compañía es convertirse en aerolínea de bandera desplazando a la aerolínea que fundó Juan Domingo Perón en 1950. “Quieren convenios a la baja para competir con Aerolíneas Argentinas llevándola al déficit primero y a la privatización después”, subrayó.
El proyecto se enmarca además en el la arribo de las Low Cost, como la mediática Flaybondi que no para de sufrir anomalías en pleno vuelo, que como sostiene Ponce «trabajan por dos mangos». Ahora todas las empresas grandes quieren ser low cost. Para eso tienen que bajar los costos y eso significa bajarle el convenio a los trabajadores», completó.