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Centro Espacial Manuel Belgrano: cómo será el «Cabo Cañaveral» bonaerense donde se lanzarán los cohetes Tronador

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El proyecto Tronador II contempla la construcción de la base de lanzamiento de los cohetes espaciales que permitirán colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra. El Centro Espacial está emplazado en la Base Naval Puerto Belgrano ubicada en las proximidades de Punta Alta, localidad cabecera del partido bonaerense de Coronel Rosales, muy cerca de Bahía Blanca.

Por: Martín Mazzoleni

Una vez finalizada su construcción reiniciada recientemente, el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB) será el área de integración final del lanzador Tronador y su carga. La ubicación geográfica de la base fue elegida para evitar que la traza del lanzamiento pase por zonas habitadas. En la misma zona se instalará una planta de producción de combustible y oxidante, junto a un banco de pruebas de motores.

En diálogo con Todo Provincial, el presidente de VENG S.A, empresa estatal y principal contratista de la CONAE en este proyecto, Marcos Actis, comentó: “El Tronador II tendrá un gran impacto en la provincia de Buenos Aires. Convenios que firmamos recientemente servirán para poner a punto Capetina y la base de Puerto Belgrano, con obras e infraestructura que ya fueron aprobadas”.

“En la provincia de Buenos Aires se armarán los vehículos y se lanzarán, mientras que en Córdoba quedará el desarrollo y fabricación de los motores”, precisó Actis y agregó: “La base ocupará una parte de la Base Naval Puerto Belgrano donde ya iniciaron las obras. También allí se hará el galpón de integración y la plataforma de lanzamiento”.

En tanto, en Capetina (Centro Espacial de Punta Indio ubicado sobre la Ruta Provincial 36 en Pipnas) se desarrollará la fase de lanzamiento de los vehículos de prueba en 2025 y 2026. Además, se empezarán a hacer los bancos de ensayo de los motores grandes del Tronador II.

El primer prototipo planificado es el Tronador II-70, un cohete de 11 metros de altura y 70 centímetros de diámetro que podrá volar hasta una altitud de 150 kilómetros. Luego se desarrollará el Tronador II-150, de 20 metros de altura, un diámetro de 150 centímetros que podrá volar hasta los 400 kilómetros de altura.

Finalmente, se construirá el Tronador II-250 que tendrá una altura de 27 metros, un diámetro de 250 centímetros y será el vehículo que permitirá colocar satélites en órbita. “Pensamos que a fines del 2025 se podría lanzar el Tronado 70, un vehículo similar al Tronador II pero a escala, con el objetivo de probar todos los sistemas”, adelantó Actis.


Centro Espacial Manuel Belgrano: por qué su ubicación es ideal

Consultado sobre la elección del lugar de emplazamiento del Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), el especialista aseguró que se trata de una ubicación ideal porque permite “hacer lanzamientos sobre el mar, en dirección al polo sur, sin riesgos” por ser una zona no poblada y “se inyectan en órbitas LEO, bajas de hasta 2 mil kilómetros que se usan para satélites científicos, aunque ahora también para telecomunicaciones”.

“Actualmente los lanzamientos de los satélites construidos en nuestro país se hacen desde Florida, Cabo Cañaberal y las Guayanas Francesas. Nosotros buscamos que se hagan desde Argentina para cerrar el círculo virtuoso de la tecnología espacial”, remarcó Marcos Actis.

Sobre los plazos, el presidente de VENG explicó que además del desarrollo de los cohetes se necesita avanzar con las obras de infraestructura.

“Por más que ahora tuviéramos el Tronador II armado todavía no contamos con la infraestructura para los lanzamientos. Bancos de motores, plataformas de lanzamiento, carga de combustible en Bahía Blanca, el galpón de integración final”, dijo y destacó: “Coronel Rosales será como nuestro Cabo Cañaberal”.

Más allá de la capacidad de lanzar nuestros propios satélites, Actis explicó que la construcción de una base de lanzamiento también permitiría “usar la plataforma de Puerto Belgrano como lugar de lanzamiento para otros países que no tengan la infraestructura”.

Consultado sobre las chances de que este proyecto que fue paralizado en 2015 y reactivado recientemente finalmente pueda concretarse, el decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP expresó: “Anhelo que haya un compromiso de todas las fuerzas políticas para continuar con el desarrollo que permitirá cerrar el círculo virtuoso de la tecnología espacial, generar divisas y otros proyectos tecnológicos aplicados a otras industrias”.

Y remarcó: “Es un proyecto a largo plazo que debe ser del Estado y no de los gobiernos de turno. Cuando entendamos eso se podrá garantizar la financiación y la constancia que aún es más importante. No hay otra forma de alcanzar el desarrollo que con tiempo”.

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