A pesar de que los vecinos eligieron la continuidad de Juntos por el Cambio, la transición en Puán es un desastre. El radical Facundo Castelli deja al municipio con una deuda superior a los mil millones de pesos y la caja bajo cero. Además, dejó un descubierto con el Banco Provincia que impide solicitar adelantos al gobierno provincial. Parte del último ATP lo desvío para su partido vecinal. El jefe comunal aseguró que se trata de una devolución de fondos ya que la agrupación había puesto ese dinero para pagar salarios en agosto.
Nelba Juárez, secretaria General de FESIMUBO en Puan, relató: «Nos convocó el nuevo intendente, Diego Reyes, junto a su equipo y se hicieron presentes dos concejales de la gestión actual. Nos mostraron los números desde el descubierto de octubre por 400 millones de pesos y una deuda importante por falta de devolución de adelantos del tesoro nacional y provincial mediante ATN y ATP que sólo podían ser usados para pagar sueldos».
Y apuntó: «No fue así porque Castelli desvió, mediante un decreto, 83 millones de pesos de un ATP provincial para el Frente Vecinal, suponemos que para gastos de campaña pero no lo sabemos».
Al intentar explicar lo sucedido, Castelli aseguró que ese desvío a su partido es una «devolución» porque en agosto su agrupación «ingresó a una cuenta municipal 83M los cuales se utilizaron para el pago de salarios».
Los trabajadores todavía no cobraron los salarios de noviembre. Ahora el municipio debe 122 millones al Banco Provincia y este descubierto le impide pedir otro anticipo para pagar los sueldos y el aguinaldo, lo que demandaría unos 900 millones de pesos.
Además, el gobierno local adeuda otros 500 millones a proveedores, algunos de insumos críticos como oxígeno o el servicio de recolección de residuos patogénicos.
«La patronal nos mostró los números y la plata no está, se cerraron todos los caminos para pedir anticipos por lo que estamos muy mal», expresó la dirigente gremia.
Según trascendió, el desvío para el «Frente Vecinal para el Crecimiento» que lidera Castelli fue establecido a través de un decreto del propio intendente, sin el aval del Concejo Deliberante ni la firma del contador, ni el tesorero del municipio.
Los distintos bloques acordaron una solicitada para pedir a la provincia que habilite un nuevo adelanto a pesar del descubierto. Mientras tanto, en Puán aseguran que Castelli «está desaparecido».