El trágico incendio ocurrió en una vivienda del Barrio Noroeste de Bahía Blanca y provocó la muerte de una pareja y un niño de 5 años. Sólo se salvó un bebe de un año que fue arrojado por su madre desde una ventana.
Un voraz incendio desarrollado esta madrugada en una vivienda ubicada en Roca al 1800 dejó como lamentable saldo el fallecimiento de tres personas, dos adultos y un menor de edad.
El siniestro cuyas causas se investigan comenzó minutos después de las 00:30, cuando se dio aviso al 911 de un incendio en una vivienda con personas en el interior.
Al llegar dos dotaciones pertenecientes al Cuartel Central de bomberos y del 6 de Septiembre, se procedió al rescate de dos menores de edad que presentaban diversas quemaduras, uno de los cuales fue trasladado en una ambulancia del Sistema de Emergencias Prehospitalario (Siempre) al hospital.
De inmediato los agentes de tránsito procedieron al corte total de la arteria para que los servidores públicos pudieran desarrollar por espacio de dos horas las tareas de extinción de las profusas llamas.
Una vez sofocado el incendio, se constató el deceso de tres personas: Rubén Hecht (25), su pareja Micaela Mossman (27) y uno de sus hijos de 5 años de edad.
Según se pudo saber, en el inmueble convivía una familia compuesta por cuatro integrantes. Otro de los hijos, de un año y medio, fue arrojado por su madre por una ventana y así pudo salvar su vida. Fue derivado al Hospital Municipal.
El otro menor, que sería un vecino de esta familia y estaba allí circunstancialmente, fue atendido en el lugar sin necesidad de traslado.
La secuencia fue tan dramática y desesperante que, de acuerdo a los primeros testimonios, la mamá del nene hospitalizado – instantes previos a su deceso – habría arrojado por una ventana al pequeño para que lo agarre un vecino y pueda salvar su vida.
Peritos de la Policía Científica estuvieron en el lugar para relevar rastros e indicios del posible origen del siniestro. A la espera de lo que diga la pericia oficial, por el momento se sospecha de un posible «desperfecto en una estufa eléctrica» ubicada en el interior del domicilio.
Dentro de la morada, según se supo, había entrepiso de madera y tirantería, lo que favoreció a la rápida propagación de las llamas.
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